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Enlightening and full of vivid anecdotes.  I love this sort of book that pulls together ideas from more academic studies and presents it for the general reader in an entertaining and digestible form. 
challenging dark funny informative medium-paced

Interesting. A smidge repetitive. All in all, s useful book to balance the legacy of Christianity.

A brilliant study of the concerted destruction of 'pagan' or pre-christian philosophy.
A short play by play of nearly 600 years, from the evolution and advancement of the christian faith and thought, to its absolute embrace of authoritarianism and culture control.
Not the history we're usually taught, where christianity slowly rose in popularity over a 500 or so year period, tucked in the books between the transition of a throne (from Rome, to Byzatium) and the looming threat of invading barbarians (Vandals and Visigoths) ....this is the true story of how a faith, created and guided by ignorance and fanatacism, brutally overthrew a thousand year ethos and culture of faith inclusion, utilizing the age old tools of government, money, torture, and fear.
A true horror story, no doubt; one that has changed humanity forever.
One, quite honestly, we may never recover from.
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Interesante estudio y repaso de los inicios del cristianismo en la Antigüedad y de cómo marcó para siempre el futuro de la sociedad europea y de medio mundo. Siento si esta reseña tiene más de reflexiones personales que de reseña bibliográfica, pero el cuerpo me lo pide después de leer el libro. Ya sabéis, "Mens sana in corpore sano".

[a:Catherine Nixey|16136400|Catherine Nixey|https://images.gr-assets.com/authors/1544322485p2/16136400.jpg] hace un repaso ameno y concienzudo de la historia, directo y bien documentado. La autora pone al lector en antecedentes históricos, en plena sociedad clásica del siglo I y II después de Cristo. El cristianismo ha nacido para convivir como una religión más, como una creencia nueva que incorporar a las muchas que ya existen en el imperio romano. Lo cual, en sí mismo no constituye un problema para el estado, por mucho que nos pueda chocar a día de hoy o nos hayan hecho creer siglos y siglos de victimismo cristiano o reescritura de la historia. El problema nace en el concepto de la nueva religión, monoteísta y, cada vez más, intransigente y radical con el resto de creencias, que pasan a ser "paganas" y el enemigo de Dios.

Pese a las muchas vertientes y radicalizaciones de la religión de Cristo, gana cada vez más la rama más dura, que predica un total desapego con la filosofía, la intelectualidad, lo refinado, la tolerancia y lo terrenal (metan aquí cualquier concepto del que disfrutar mientras estés vivo) en pro de una vida mejor en el otro mundo adorando a Dios. Y esto exasperaba a la sociedad romana, pues no solo practicaban la insalubridad de la falta de aseo, autocastigos físicos y desobediencia cívica, sino que se jactaban de su odio a la inteligencia y enarbolaban su creencia ciega en Dios. Y aunque los emperadores romanos no mostraron especial odio o atención a los cristianos, los que eran condenados más por su desobediencia o las revueltas que generaban pasaban a ser "mártires", lo cual era un acceso directo a lo divino, para más desesperación de las autoridades.

Los que hoy siguen siendo considerados santos por la Iglesia Católica, en realidad eran radicales monjes y líderes cristianos que manejaban revueltas de destrucción de todo lo que odiaba Dios (según su propia interpretación de las palabras de Cristo, claro): el arte clásico que mostraba gusto y naturalidad del cuerpo desnudo, las figuras de deidades paganas (sean persas, griegas o romanas), las representaciones de sexo o escenas de celebraciones festivas, ideas filosóficas, tratados científicos. Todas las esculturas eran destruidas o mutiladas para matar el demonio que existía en su interior. Algunas incluso humilladas usándolas como restos con los que construir sus iglesias o peldaños con los que pisar las creencias falsas.

Detrás de estos sucesos hay gran cantidad de crímenes, revueltas, ajusticiamientos... El asesinato y linchamiento de Hipatia en Alejandría en un claro ejemplo. Hoy decimos: "era una avanzada a su época". Y lo cierto es que hoy no nos hemos liberado de este yugo patriarcal tan cristiano. Ya llegaría posteriormente tiempo para reescribir los "méritos" de esos santos, atribuirles milagros y relativizar su violencia desmedida como "un espíritu que profesaba un enaltecido amor por Dios".

Escritores, artistas, científicos, filósofos... Los mejores avanzados de su tiempo, sus obras y descubrimientos desaparecieron para siempre, como castigo o simplemente, porque no eran interesantes según el abad o monje de turno para que perduraran. En los monasterios medievales, es cierto que copiaron para preservar hasta nuestros días, muchos textos clásicos. Pero no es ni una milésima parte de lo que destruyeron previamente o machacaron para sobrescribir salmos y reproducir copias de textos "sagrados".

Gracias a los acontecimientos, escritos, ideas y testimonios recogidos en el libro de Nixey, viajaremos a través de sus páginas por el declive de una sociedad en muchos aspectos avanzada y que, con el paso de los siglos y la imposición de una única religión cristiana, imponía una jerarquía eclesiástica que tenía capacidad de decisión y mando en cada uno de los ámbitos sociales. Y que además llevó a la ruina y desaparición de tesoros culturales, avances científicos y estableció lo que somos hoy en día. Por ejemplo, en el siglo II después de Cristo habían teorías y estudios sobre el átomo y la materia que fueron borradas de la historia y memoria por el cristianismo. ¿Alguien se imagina dónde estaríamos ahora si no se hubieran hecho desaparecer quince siglos de avance al respecto?

Somos lo que fuimos. Y durante estos quince siglos nuestra sociedad ha vivido en la continua penumbra del recatamiento, el pudor pecaminoso, la doble moral, la negación de la evidencia científica, la manera de vestirnos, la retórica... Tantos y tantos ámbitos reescritos, tantos aniquilados porque la Iglesia decidía qué era digno de conservarse y qué estaba condenado a desaparecer...

Podríamos pensar que, por suerte, todo forma del pasado y que nuestra sociedad está libre del yugo moral cristiano. Es curioso como algunos cristianos de nuestra sociedad actual ponen la voz en grito ante facciones radicales del Islam (totalmente horrendas), pero quieren omitir o ignorar que hasta hace menos 40 años la libertad religiosa en España estaba en tela de juicio. La imposición y el poder eclesiástico en el país sigue siendo muy importante en un Estado que dice ser laico. Exposiciones de arte censuradas o atacadas, homilías religiosas que proclaman a quién se tiene que votar o en contra de qué hay que ir, medios de comunicación en poder de la Iglesia que lanza proclamas de odio, bancos eclesiásticos neoliberales... Interesantes declaraciones del obispo de Córdoba para ver que, aunque no lo parezca, seguimos en la penumbra.

El libro está muy bien editado por Taurus. Aunque si algo no me ha gustado en esta edición son dos cosas importantes:
Las láminas a color que muestra ejemplos de obras cristianizadas o que representan personalidades o escenas religiosas están intercaladas sin ton ni son en dos bloques. Quedan como simple curiosidad para el lector más que pasa acompañar pasajes concretos. Evidentemente es para usar dos tipos de papel en el libro y abaratar también costes de impresión.
Por otro lado, las notas en las que Nixey referencia fuentes, citas u obras están al final del libro, no a pie de página. Lo que las hace un capítulo independiente que, como lector, no ayuda a su lectura.