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lauli's review
4.0
El Unicornio es una novela histórica con tintes de fantasía medieval (al estilo de Bomarzo, otra de sus novelas, que transcurre en el Renacimiento). Mujica Láinez nos lleva del reino de Lussignan, en Francia, a medio oriente, y en especial a Jerusalén, para arrojarnos en medio de las Cruzadas, de las sangrientas batallas contra Saladino, de las intrigas con respecto a la sucesión del "rey leproso" Baudoin IV, y de esa mezcla extraña de devoción religiosa y superstición mágica que da forma a la mentalidad medieval.
Lo más interesante es el narrador que elige Mujica Láinez: nada menos que un hada. Melusina, maldecida por su madre con una cola de serpiente y alas de murciélago, y con la vida eterna, está condenada a observar cómo sus descendientes de la casa de Lussignan transitan y abandonan la vida. Cuando se enamora perdidamente y sin esperanza alguna de Aiol de Lussignan, un noble y bello caballero de su estirpe, decide seguirlo a Jerusalén y así se convierte en nuestra cronista de los hechos históricos y de su propio amor desventurado. Como le dice Oberón, rey de las hadas, quien también ama en vano: "Estamos condenados a la soledad, a arder como lámparas solas. Pero una lámpara que aislada derrocha su materia y se consume, da luz y da calor. En ello consiste nuestra misión difícil. Es lógico que padezcamos y que a menudo nos rebelemos contra la injusticia cruel de una situación desigual que no hemos seleccionado, y es lógico, asimismo, que a veces nos falten las fuerzas para seguir con tan desproporcionada y disparatada locura, mas nuestro acicate se cifra, creo yo, precisamente en la iniquidad tirana que nos aflige y nos reduce a la amargura de víctimas inocentes. Todo amor verdadero es puro. Tu amor y el mío lo son y basta eso para redimirlos y exaltarlos, pese a cualquier torpe crítica e hipócrita convención. Tendrás que resignarte, Melusina, a dar calor y luz. Y esperar."
Me encantó la novela y la pluma de Mujica Láinez es magistral.
Lo más interesante es el narrador que elige Mujica Láinez: nada menos que un hada. Melusina, maldecida por su madre con una cola de serpiente y alas de murciélago, y con la vida eterna, está condenada a observar cómo sus descendientes de la casa de Lussignan transitan y abandonan la vida. Cuando se enamora perdidamente y sin esperanza alguna de Aiol de Lussignan, un noble y bello caballero de su estirpe, decide seguirlo a Jerusalén y así se convierte en nuestra cronista de los hechos históricos y de su propio amor desventurado. Como le dice Oberón, rey de las hadas, quien también ama en vano: "Estamos condenados a la soledad, a arder como lámparas solas. Pero una lámpara que aislada derrocha su materia y se consume, da luz y da calor. En ello consiste nuestra misión difícil. Es lógico que padezcamos y que a menudo nos rebelemos contra la injusticia cruel de una situación desigual que no hemos seleccionado, y es lógico, asimismo, que a veces nos falten las fuerzas para seguir con tan desproporcionada y disparatada locura, mas nuestro acicate se cifra, creo yo, precisamente en la iniquidad tirana que nos aflige y nos reduce a la amargura de víctimas inocentes. Todo amor verdadero es puro. Tu amor y el mío lo son y basta eso para redimirlos y exaltarlos, pese a cualquier torpe crítica e hipócrita convención. Tendrás que resignarte, Melusina, a dar calor y luz. Y esperar."
Me encantó la novela y la pluma de Mujica Láinez es magistral.
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