Scan barcode
sara_shocks's review
dark
funny
reflective
medium-paced
- Plot- or character-driven? Character
4.75
Content Warnings
Moderate: Violence, Police brutality, Suicide, Racial slurs, War, Antisemitism, Genocide, Emotional abuse, and Death
danidamico's review against another edition
funny
reflective
sad
slow-paced
- Strong character development? It's complicated
- Loveable characters? Yes
- Diverse cast of characters? No
- Flaws of characters a main focus? It's complicated
4.0
Llegué a este libro a través de otro: Los Sorrentinos de la argentina Virginia Higa. Los Sorrentinos fue una de mis lecturas favoritas no sólo del 2020, sino de mi vida, y cuando supe que Higa se había inspirado en Léxico Familiar para escribir su novela, despertó mi interés en la obra de Natalia Ginzburg.
Si bien mi preferido sigue siendo Los Sorrentinos, disfruté mucho Léxico Familiar y se nota que ha tenido una fuerte influencia dentro del género de las novelas autobiográficas o la autoficción.
En la nota de autora, Ginzburg escribe: "Todos los lugares, hechos y personas que aparecen en este libro son reales. Nada es ficticio. (...) Sólo he escrito lo que recordaba. Por eso, quien intente leerlo como si fuera una crónica, encontrará grandes lagunas. Y es que este libro, aunque haya sido extraído de la realidad, debe leerse como se lee una novela, es decir, sin pedir más ni menos de lo que una novela puede ofrecer". Como deja bien en claro, Léxico Familiar es una serie de hechos reales protagonizados por sujetos reales, pero relatados como si fueran un novela, como si fuera la historia de una gran familia italiana que inventó algún escritor. Pero no, es la familia Levi, la familia de Natalia, que antes de su primer matrimonio era Natalia Levi.
Con un estilo austero y sencillo, Ginzburg nos cuenta, como una testigo omnipresente, sobre las vidas de sus padres y sus hermanos, de su abuela, de familiares que nunca llegó a conocer, de cuñados y amigos. Científicos, intelectuales, escritores, pintores, militantes políticos; todo un círculo de personas que van y vienen a lo largo de los años, dejando a su paso recuerdos que por alguna razón u otra quedaron marcados en la memoria de la autora. Léxico Familiar no sigue necesariamente una trama, es más bien como un álbum de fotos que se mueve de recuerdo en recuerdo como si fueran imágenes congeladas en el tiempo.
La autora no se limita a relatar momentos "importantes", como bodas, nacimientos o muertes, sino que se enfoca en lo cotidiano, en las discusiones familiares, en las anécdotas del pasado, en las frases, expresiones y chistes que caracterizan a su familia. Es realmente simpático y hasta gracioso presenciar las conversaciones que se dan entre los Levi, sobre todo las ocurrencias de sus padres, Beppino y Lidia. El libro también documenta la situación sociopolítica de Italia, pasando del fascismo de los años 20 y 30, a la Segunda Guerra Mundial, la persecución racial hacia los judíos y la ocupación nazi. Ginzburg escribe sobre la persecución que sufrieron ella y su marido, sus hermanos, amigos y demás conocidos a causa de ser judíos y antifascistas.
Los Levi no son una familia perfecta, no son particularmente cariñosos y discuten bastante; sin embargo, terminan convirtiéndose en personajes entrañables que casi siento como si hubiera conocido de verdad. Y si bien Natalia Ginzburg no escribe dominada por las emociones ni recurre al sentimentalismo, cuando llegué a la última página no pude evitar sonreír y sentir nostalgia por recuerdos que ni siquiera son míos.
Si bien mi preferido sigue siendo Los Sorrentinos, disfruté mucho Léxico Familiar y se nota que ha tenido una fuerte influencia dentro del género de las novelas autobiográficas o la autoficción.
En la nota de autora, Ginzburg escribe: "Todos los lugares, hechos y personas que aparecen en este libro son reales. Nada es ficticio. (...) Sólo he escrito lo que recordaba. Por eso, quien intente leerlo como si fuera una crónica, encontrará grandes lagunas. Y es que este libro, aunque haya sido extraído de la realidad, debe leerse como se lee una novela, es decir, sin pedir más ni menos de lo que una novela puede ofrecer". Como deja bien en claro, Léxico Familiar es una serie de hechos reales protagonizados por sujetos reales, pero relatados como si fueran un novela, como si fuera la historia de una gran familia italiana que inventó algún escritor. Pero no, es la familia Levi, la familia de Natalia, que antes de su primer matrimonio era Natalia Levi.
Con un estilo austero y sencillo, Ginzburg nos cuenta, como una testigo omnipresente, sobre las vidas de sus padres y sus hermanos, de su abuela, de familiares que nunca llegó a conocer, de cuñados y amigos. Científicos, intelectuales, escritores, pintores, militantes políticos; todo un círculo de personas que van y vienen a lo largo de los años, dejando a su paso recuerdos que por alguna razón u otra quedaron marcados en la memoria de la autora. Léxico Familiar no sigue necesariamente una trama, es más bien como un álbum de fotos que se mueve de recuerdo en recuerdo como si fueran imágenes congeladas en el tiempo.
La autora no se limita a relatar momentos "importantes", como bodas, nacimientos o muertes, sino que se enfoca en lo cotidiano, en las discusiones familiares, en las anécdotas del pasado, en las frases, expresiones y chistes que caracterizan a su familia. Es realmente simpático y hasta gracioso presenciar las conversaciones que se dan entre los Levi, sobre todo las ocurrencias de sus padres, Beppino y Lidia. El libro también documenta la situación sociopolítica de Italia, pasando del fascismo de los años 20 y 30, a la Segunda Guerra Mundial, la persecución racial hacia los judíos y la ocupación nazi. Ginzburg escribe sobre la persecución que sufrieron ella y su marido, sus hermanos, amigos y demás conocidos a causa de ser judíos y antifascistas.
Los Levi no son una familia perfecta, no son particularmente cariñosos y discuten bastante; sin embargo, terminan convirtiéndose en personajes entrañables que casi siento como si hubiera conocido de verdad. Y si bien Natalia Ginzburg no escribe dominada por las emociones ni recurre al sentimentalismo, cuando llegué a la última página no pude evitar sonreír y sentir nostalgia por recuerdos que ni siquiera son míos.
"Somos cinco hermanos. Vivimos en distintas ciudades y algunos en el extranjero, pero no solemos escribirnos. Cuando nos vemos, podemos estar indiferentes o distraídos los unos de los otros, pero basta que uno de nosotros diga una palabra, una frase, una de aquellas antiguas frases que hemos oído y repetido infinidad de veces en nuestra infancia, nos basta con decir: «No hemos venido a Bérgamo a hacer campamento» o «¿A qué apesta el ácido sulfhídrico?», para volver a recuperar de pronto nuestra antigua relación y nuestra infancia y juventud, unidas indisolublemente a aquellas frases, a aquellas palabras. (...) Esas frases son nuestro latín, el vocabulario de nuestros días pasados, son como jeroglíficos de los egipcios o de los asirio-babilonios: el testimonio de un núcleo vital que ya no existe, pero que sobrevive en sus textos, salvados de la furia de las aguas, de la corrosión del tiempo."
Content Warnings
Graphic: Antisemitism
Moderate: Genocide and Suicide
More...