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yanina's review
5.0
Creo que hoy más que nunca estamos valorando como corresponde a todas aquellas personas que se dedican a cuidar la salud. La lectura de la biografía de Florence Nightingale (1820-1910), una enfermera británica, no pudo haber sido más adecuada para este momento.
Cecil Woodham-Smith es una historiadora galesa que accedió a la correspondencia de Nightingale y leyó incontables documentos para armar esta biografía. Se nota su dedicación porque es detallista, pone su atención en lo importante y además narra de una forma amena. No “aburre” haciendo una lista de fechas y sucesos. Y Florence Nightingale, por su parte, es una mujer que en plena época victoriana se dedicó a la enfermería, a mejorar el estado de los hospitales, a formar enfermeras, a armar estadísticas y a cambiar el trato hacia los pacientes. Estuvo en la guerra de Crimea y eso la marcó para siempre.
La biografía deja en claro la resistencia que opusieron los Nightingale a los deseos de su hija. Las familias acomodadas preferían que las mujeres no trabajaran y que se dedicaran al matrimonio y a perpetuar esa mini sociedad privada: la familia. Además, ser enfermera implicaba estar en contacto con hombres y eso provocaba que muchas personas las vieran con malos ojos. Woodham-Smith no saltea estos temas, así como tampoco sortea el anti-feminismo de Nightingale (parece que después se arrepintió de haber sido tan dura) y el comportamiento egoísta que tuvo con mucha gente que la ayudó. Las luces y las sombras de alguien muy capaz y muy obstinada están presentes en el libro y eso me parece fantástico, ya que no pone a Nightingale en un pedestal. Simplemente, se la presenta como fue.
Hacia el final, están las fuentes de la investigación de Woodham-Smith, cosa que no hizo más que aumentar mi interés y mi lista de libros por leer.
Admiré a Nightingale y discutí con ella muchas veces, casi en voz alta. Nunca reaccioné tanto a una biografía y tampoco me extraña: Nightingale vivió en una época que me fascina por los cambios sociales y culturales. Trabajó de lo que quiso, se forjó una reputación y vio (pero ignoró) cómo la lucha de las mujeres se volvía imparable.
Cecil Woodham-Smith es una historiadora galesa que accedió a la correspondencia de Nightingale y leyó incontables documentos para armar esta biografía. Se nota su dedicación porque es detallista, pone su atención en lo importante y además narra de una forma amena. No “aburre” haciendo una lista de fechas y sucesos. Y Florence Nightingale, por su parte, es una mujer que en plena época victoriana se dedicó a la enfermería, a mejorar el estado de los hospitales, a formar enfermeras, a armar estadísticas y a cambiar el trato hacia los pacientes. Estuvo en la guerra de Crimea y eso la marcó para siempre.
La biografía deja en claro la resistencia que opusieron los Nightingale a los deseos de su hija. Las familias acomodadas preferían que las mujeres no trabajaran y que se dedicaran al matrimonio y a perpetuar esa mini sociedad privada: la familia. Además, ser enfermera implicaba estar en contacto con hombres y eso provocaba que muchas personas las vieran con malos ojos. Woodham-Smith no saltea estos temas, así como tampoco sortea el anti-feminismo de Nightingale (parece que después se arrepintió de haber sido tan dura) y el comportamiento egoísta que tuvo con mucha gente que la ayudó. Las luces y las sombras de alguien muy capaz y muy obstinada están presentes en el libro y eso me parece fantástico, ya que no pone a Nightingale en un pedestal. Simplemente, se la presenta como fue.
Hacia el final, están las fuentes de la investigación de Woodham-Smith, cosa que no hizo más que aumentar mi interés y mi lista de libros por leer.
Admiré a Nightingale y discutí con ella muchas veces, casi en voz alta. Nunca reaccioné tanto a una biografía y tampoco me extraña: Nightingale vivió en una época que me fascina por los cambios sociales y culturales. Trabajó de lo que quiso, se forjó una reputación y vio (pero ignoró) cómo la lucha de las mujeres se volvía imparable.
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