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"Due famiglie disarmate di sangue
Si schierano a resa
E per tutti il dolore degli altri
è dolore a metà"
Al leer el resúmen de esta grande obra literaria contemporánea, pronto se me acuerda las letras de "Disamistade", una canción de Fabrizio de André que habla justamente de dos familias divididas por un odio antiguo, tal vez inextinguible.
Visitando Donostia el verano pasado, quise despedirme con esta novela en la maleta. De hecho, había pasado por allí por leer "Fuegos con Limón", una obra no poco estrafalaria, pero muy intensa en su manera, por el mismo autor que más está conocido por la doble saga familiar de "Patria". Pues era lo menos que podía hacer, no solo por apreciar a Aramburu como escritor sino también como "agradecimiento" a la cultura vasca, de la que sabía casi nada e por la que siento un interés y hasta un cariño cada vez más fuerte.
Las relaciones difíciles entre la nación vasca y "El Estado" son representadas en su variedad, de la convivencia más o menos pacífica hasta el nacionalismo más extremo de ambos lados. Eso afecta a una madre de provincia y aún mas a su primer hijo, que se une a ETA y acaba por hacer un daño irreparable a otra familia. Antes y después de esa maldad, cada uno de los miembros de ambas familias se enfrentan a sus propios asuntos, más o menos estrechamente conectados con los de los demás.
La línea del tiempo en la novela, extremadamente arbitraria, no facilita de pronto la comprensión desde el punto de vista racional (me costó más que nada imaginarme la formación política del personaje que se convierte en miembre de ETA), pero sí lo rende más interesante y mucho más conmovedor (algunas escenas casi me hicieron llorar).
Al saber lo que va a ocurrir a cada uno, se acaba simpatizando hasta con los personajes que percibimos más distantes de nuestra manera de ser. Los mismos personajes se muestran en toda su complejidad y en sus contradicciones y secretos, sin que nadie prevalezca sobre los demás; incluso los más duros tienen algo adorable. Que no haya "un" protagonista ni "un" antagonista, que todos puedan ser ambos según como se los miren, es otro punto a favor de esa novela, así como su ironía omnipresente pero nunca exagerada.
Desde el punto de vista político, "Patria", cuyo título no es aleatorio, ayuda a entender el caso vasco (por lo menos, me ayudó a mí que no soy ni vasca, ni española, pero me pregunto como la obra fue acogida por aquellos lados), si así se puede llamar, desde ángulos diferentes, pero no pretende dar respuestas definitivas, puesto que aún no hay. Por lo general, ninguna parte de la historia no tiene una verdadera resolución. Más bien se diría que deje mucho para imaginar, descubrir y conocer sobre sus protagonistas y la realidad (literaria y no) que habitan. De muchas maneras, es un cuento que se queda con quienes lo vayan a leer.
Si schierano a resa
E per tutti il dolore degli altri
è dolore a metà"
Al leer el resúmen de esta grande obra literaria contemporánea, pronto se me acuerda las letras de "Disamistade", una canción de Fabrizio de André que habla justamente de dos familias divididas por un odio antiguo, tal vez inextinguible.
Visitando Donostia el verano pasado, quise despedirme con esta novela en la maleta. De hecho, había pasado por allí por leer "Fuegos con Limón", una obra no poco estrafalaria, pero muy intensa en su manera, por el mismo autor que más está conocido por la doble saga familiar de "Patria". Pues era lo menos que podía hacer, no solo por apreciar a Aramburu como escritor sino también como "agradecimiento" a la cultura vasca, de la que sabía casi nada e por la que siento un interés y hasta un cariño cada vez más fuerte.
Las relaciones difíciles entre la nación vasca y "El Estado" son representadas en su variedad, de la convivencia más o menos pacífica hasta el nacionalismo más extremo de ambos lados. Eso afecta a una madre de provincia y aún mas a su primer hijo, que se une a ETA y acaba por hacer un daño irreparable a otra familia. Antes y después de esa maldad, cada uno de los miembros de ambas familias se enfrentan a sus propios asuntos, más o menos estrechamente conectados con los de los demás.
La línea del tiempo en la novela, extremadamente arbitraria, no facilita de pronto la comprensión desde el punto de vista racional (me costó más que nada imaginarme la formación política del personaje que se convierte en miembre de ETA), pero sí lo rende más interesante y mucho más conmovedor (algunas escenas casi me hicieron llorar).
Al saber lo que va a ocurrir a cada uno, se acaba simpatizando hasta con los personajes que percibimos más distantes de nuestra manera de ser. Los mismos personajes se muestran en toda su complejidad y en sus contradicciones y secretos, sin que nadie prevalezca sobre los demás; incluso los más duros tienen algo adorable. Que no haya "un" protagonista ni "un" antagonista, que todos puedan ser ambos según como se los miren, es otro punto a favor de esa novela, así como su ironía omnipresente pero nunca exagerada.
Desde el punto de vista político, "Patria", cuyo título no es aleatorio, ayuda a entender el caso vasco (por lo menos, me ayudó a mí que no soy ni vasca, ni española, pero me pregunto como la obra fue acogida por aquellos lados), si así se puede llamar, desde ángulos diferentes, pero no pretende dar respuestas definitivas, puesto que aún no hay. Por lo general, ninguna parte de la historia no tiene una verdadera resolución. Más bien se diría que deje mucho para imaginar, descubrir y conocer sobre sus protagonistas y la realidad (literaria y no) que habitan. De muchas maneras, es un cuento que se queda con quienes lo vayan a leer.
challenging
dark
emotional
informative
sad
fast-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
Un libro con mas de 600 páginas y al que le sobran 300. Hasta las últimas 150 páginas ha sido totalmente soporífero. He tardado mas de dos años en leérmelo, vaya suplicio. Es un libro que destila clasismo, y con prejuicios constantes. Tratan a los abertzales como si fueran ignorantes constantemente. Aramburu me da vergüenza ajena, jamás volveré a tocar un libro suyo. Este es un claro ejemplo de libros llevados al éxito por puro marketing y circunstancias coyunturales, no por mérito del autor.
La historia de las familias de Bittori, viuda de un hombre asesinado por ETA, y de Miren, madre de un miembro de la banda terrorista. Una manera diferente de entender el conflicto político-social desde un punto de vista humano, con todas sus complejidades y contradicciones. Además, las situaciones familiares representando el dolor, el orgullo, el duelo, la frustración, la envidia y otras emociones complejas están bien logradas. Los personajes están construidos de manera clara y la descripción de las presiones sociales, bien lograda. El estilo de escritura, desde diferent los puntos de vista de los 9 miembros de las dos familias y con una secuencia temporal no lineal, hacen la novela más original.
Es difícil encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que “Patria” ha dejado en mí; sin embargo, puedo asegurar que ha calado hondo y estoy agradecido por haberlo leído.
Si se animan a darle una oportunidad (espero que lo hagan), les adelanto que no es una historia sobre terrorismo. Y es que, a pesar de tener muchísimas referencias históricas y sociales a la lucha armada de ETA, el libro va más allá y reflexiona sobre el mundo interior de víctimas y victimarios, no con el afán de justificar, sino por la necesidad de entender.
Para mí, “Patria” habla del perdón, pues es ese el camino que, de una u otra manera, emprenden todos los personajes principales de la historia. Pero el perdón es tan diverso y complejo como la humanidad misma. Por eso, este libro es tan conmovedor, porque evidencia lo difícil que es reconocer que estábamos equivocados y seguir adelante. Además, considero que, en estos tiempos tan convulsos y dolorosos, el perdón es un tema necesario de reflexión.
Y si bien todos los personajes están dotados de una gran y verídica humanidad, quiero resaltar a Arantxa, quien, en mi opinión, es la verdadera protagonista de la historia. ¿Por qué digo esto? Pues ella es la única que se enfrenta al tren de la vida y, aun teniéndolo todo en contra en todo momento, alza su voz de protesta y desafía aquello que es “como debe ser” (un status quo socialmente imperativo), un concepto que tanto daño le ha hecho a la humanidad.
Finalmente, me gustaría recalcar que, a pesar de ser un libro largo y de estructura un poco compleja (125 capítulos distribuidos en 600 páginas y narrados sin un orden cronológico específico), no es, en absoluto, un texto difícil de leer. Todo lo contrario. Cuando las historias están bien contadas y, además, son verídicamente humanas, atrapan, conmueven y, cuando menos nos lo esperamos, llegan a su punto final.
Si se animan a darle una oportunidad (espero que lo hagan), les adelanto que no es una historia sobre terrorismo. Y es que, a pesar de tener muchísimas referencias históricas y sociales a la lucha armada de ETA, el libro va más allá y reflexiona sobre el mundo interior de víctimas y victimarios, no con el afán de justificar, sino por la necesidad de entender.
Para mí, “Patria” habla del perdón, pues es ese el camino que, de una u otra manera, emprenden todos los personajes principales de la historia. Pero el perdón es tan diverso y complejo como la humanidad misma. Por eso, este libro es tan conmovedor, porque evidencia lo difícil que es reconocer que estábamos equivocados y seguir adelante. Además, considero que, en estos tiempos tan convulsos y dolorosos, el perdón es un tema necesario de reflexión.
Y si bien todos los personajes están dotados de una gran y verídica humanidad, quiero resaltar a Arantxa, quien, en mi opinión, es la verdadera protagonista de la historia. ¿Por qué digo esto? Pues ella es la única que se enfrenta al tren de la vida y, aun teniéndolo todo en contra en todo momento, alza su voz de protesta y desafía aquello que es “como debe ser” (un status quo socialmente imperativo), un concepto que tanto daño le ha hecho a la humanidad.
Finalmente, me gustaría recalcar que, a pesar de ser un libro largo y de estructura un poco compleja (125 capítulos distribuidos en 600 páginas y narrados sin un orden cronológico específico), no es, en absoluto, un texto difícil de leer. Todo lo contrario. Cuando las historias están bien contadas y, además, son verídicamente humanas, atrapan, conmueven y, cuando menos nos lo esperamos, llegan a su punto final.
challenging
dark
emotional
reflective
sad
medium-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
N/A
Flaws of characters a main focus:
Yes
dark
emotional
inspiring
reflective
medium-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Complicated
Para mí ha sido como una especie de radiografía del pueblo vasco durante la época de ETA. Al final se me ha hecho un poco pesado, especialmente con tantos detalles de la vida de cada personaje pero en general, creo que vale la pena darle una oportunidad.
It's a good story. An important story, really.
I just feel it could have been told in about 300 pages instead of 500.
I just feel it could have been told in about 300 pages instead of 500.
“A mí me mataron hace mucho tiempo. Desde entonces no he sido más que un fantasma. Como mucho, media persona. Y eso porque algo le tiene que quedar a una donde sentir el daño que le han hecho y porque, además, con dos hijos, uno aguanta de pie como sea.” Bittori
Este libro es una joya. El autor muestra cómo la violencia perpetrada por la ETA destruyó a dos familias vascas y la amistad entre éstas. A través de Bittori, Xavier, y Nerea, podemos ver y sentir el dolor causado a las víctimas del terrorismo. El libro reflexiona sobre el perdón y lo liberador que es. Pero qué didil sería perdonar en una situación como esa.
El libro me hizo reír y llorar. Bittori, Txato, y Arantxa fueron mis personajes favoritos. Traté de tener simpatía por Miren pero no pude, me daba coraje su forma de actuar/pensar/justificar.
Este libro es una joya. El autor muestra cómo la violencia perpetrada por la ETA destruyó a dos familias vascas y la amistad entre éstas. A través de Bittori, Xavier, y Nerea, podemos ver y sentir el dolor causado a las víctimas del terrorismo. El libro reflexiona sobre el perdón y lo liberador que es. Pero qué didil sería perdonar en una situación como esa.
El libro me hizo reír y llorar. Bittori, Txato, y Arantxa fueron mis personajes favoritos. Traté de tener simpatía por Miren pero no pude, me daba coraje su forma de actuar/pensar/justificar.