Take a photo of a barcode or cover
Not one of his best but still good from this author.
A good concept and adequately written. I did get a bit bored with the modern parts of the story, at times, and the ending(s) were predictable. Average.
Ok so this is a good book don’t be fooled by the three stars. Honestly the way it’s written mesmerising and bewitching. The way it flows from one story to another and also through the centuries. But and here’s a big but I really hated and despised the main character. I just didn’t like him at all thought he was a bit stupid at times and a bit too naive even through all the centuries he’s been through. I just felt a bit bored by him at points and thought he was a bit of a fantasist himself. But I did like the use of some historical figures and how it all blends together.
The ending is a little too neatly tied up, but I have to admit that made me kind of happy. I liked this book a lot. Neat premise, interesting characters, and a very interesting storyline.
No sé qué me pasa con John Boyne. Es un escritor competente, un buen narrador, un buen cuentacuentos, sus premisas no están mal, pero a mí siempre me deja un poco indiferente. Creo que es porque pese a que escribe libros entretenidos, se nota que aspira a hacer algo más que entretener, a desarrollar una idea, pero nunca lo consigue. Lo intenta, sin llegar a conseguirlo. Al menos a mí me da esa sensación.
En esta historia, por ejemplo, Boyne nos narra la historia de Matthieu Zéla, un hombre que nació a principios del siglo XVIII y que ha llegado al año 1999 sin envejecer. Sin envejecer, pero más viejo. Todos los acontecimientos que le ocurrieron en dos siglos de vida lo han ido marcando. Y Boyne lo cuenta bien, de manera entretenida, haciendo flashbacks adelante y atrás, mezclando historias de diferentes épocas para hacerlo más dinámico, incluso teniendo una trama con el tataratataranieto de su hermano Thomas para que exista una fuerza motora que te haga interesarte por el Matthieu del presente, que sabes que sobrevivió a todas sus andanzas pasadas. Incluso notas que el autor es hábil, en cuanto a que la estructura tiene cierta complejidad, por los contínuos saltos en el tiempo, que en ningún momento te o se confunden. John Boyne no se pierde nunca y no permite que el lector se pierda. Y sin embargo... al final el tema sobre la inmortalidad y que la historia se repite constantemente y que las personas se caen contínuamente y se levantan de nuevo, suena un poco trillado. Un poco cliché. Boyne no consigue ir más allá en ello, nada más que dejarte algunas pinceladas. El libro es muy entretenido y fácil de leer, pero nada más.
Ahora bien, tengo que agradecer al autor que el protagonista inmortal no es un emo depresivo, sino un hombre vital que entiende que su "rareza" es un don que le ha permitido asistir a momentos e innovaciones que jamás hubiera soñado siquiera. Normalmente a mí los personajes con inmortalidad no me gustan precisamente porque son unos amargados de la vida, pero Matthieu es diferente y eso me gustó.
En definitiva, un libro entretenido de John Boyne, bien escrito, bien narrado y que tiene algunos momentos inspirados, pero que no creo que aproveche todo el potencial del tema que trata.
En esta historia, por ejemplo, Boyne nos narra la historia de Matthieu Zéla, un hombre que nació a principios del siglo XVIII y que ha llegado al año 1999 sin envejecer. Sin envejecer, pero más viejo. Todos los acontecimientos que le ocurrieron en dos siglos de vida lo han ido marcando. Y Boyne lo cuenta bien, de manera entretenida, haciendo flashbacks adelante y atrás, mezclando historias de diferentes épocas para hacerlo más dinámico, incluso teniendo una trama con el tataratataranieto de su hermano Thomas para que exista una fuerza motora que te haga interesarte por el Matthieu del presente, que sabes que sobrevivió a todas sus andanzas pasadas. Incluso notas que el autor es hábil, en cuanto a que la estructura tiene cierta complejidad, por los contínuos saltos en el tiempo, que en ningún momento te o se confunden. John Boyne no se pierde nunca y no permite que el lector se pierda. Y sin embargo... al final el tema sobre la inmortalidad y que la historia se repite constantemente y que las personas se caen contínuamente y se levantan de nuevo, suena un poco trillado. Un poco cliché. Boyne no consigue ir más allá en ello, nada más que dejarte algunas pinceladas. El libro es muy entretenido y fácil de leer, pero nada más.
Ahora bien, tengo que agradecer al autor que el protagonista inmortal no es un emo depresivo, sino un hombre vital que entiende que su "rareza" es un don que le ha permitido asistir a momentos e innovaciones que jamás hubiera soñado siquiera. Normalmente a mí los personajes con inmortalidad no me gustan precisamente porque son unos amargados de la vida, pero Matthieu es diferente y eso me gustó.
En definitiva, un libro entretenido de John Boyne, bien escrito, bien narrado y que tiene algunos momentos inspirados, pero que no creo que aproveche todo el potencial del tema que trata.