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Vastly different from the musical & the Disney movie (obviously). I am intrigued as to why it is titled the Hunchback of Notre Dame considering Quasimodo is only mentioned in the beginning and ending sections of the book. This was a very dark book and not at all what I was expecting to read.
challenging
dark
emotional
mysterious
reflective
sad
tense
medium-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
No
Loveable characters:
Complicated
This book has a lot of ulterior motives from the author. He lived at a time when Notre Dame was in great disrepair and it wasn’t receiving the attention he felt it deserved. As such, he used this book to teach about it’s history, its merit as a piece of art. It really felt like being back in an art history class back in college. While I have learned that this book was instrumental in Notre Dame being made into landmark and one that was deserving of upkeep, the lengthy lessons do take away from the plot of the book itself. This is one classic where I can absolutely see why an abridged version might be well worthwhile. All in all, it is one I am glad to have checked off my TBR, but it isn’t one I forsee revisiting and it isn’t one that I’d particularly recommend.
adventurous
challenging
dark
sad
slow-paced
Un libro que esté bien escrito, que tenga una historia atrapante y que, además, sea entretenido no se encuentra todos los días. El jorobado de Nuestra Señora de París es uno de ellos. Lamentablemente, flaquea en ciertos puntos que contribuyeron a que no me gustara del todo y hasta me decepcionaron, porque mientras leía este libro estaba segura que iba a terminar calificándolo con cinco estrellas y agregándolo a mis favoritos. No sucedió ni una cosa ni la otra, como habrán podido ver. Quedó en 3.5 y en un tibio "read".
El jorobado… es un rompecabezas de historias sueltas que deambulan por París en 1482. Hugo presenta personajes que parecen totalmente desconectados entre sí, pero que con el tiempo convergen (no siempre de una manera muy fluida, por cierto) y hacen avanzar la trama. A grandes rasgos, el libro cuenta las desventuras de Quasimodo, el campanero deforme y solitario de la iglesia, y Esmeralda, una joven doblemente demonizada por su condición de gitana y por ser bella. Así que ambos están ligados al Mal: él por tener una fealdad propia de un demonio, ella por tener una belleza del Infierno. Existen otros dos personajes que pelean por el protagonismo del libro: el poeta Pierre Gringoire y el sacerdote Claude Frollo. Hugo les da el espacio necesario para desarrollarse en capítulos en donde el narrador omnisciente elige en quién enfocarse, según sus necesidades.
El libro está tan bien escrito que sentí envidia prácticamente durante toda la lectura. No es un estilo complejo (así que olviden el famoso “no lo leo porque tengo miedo de que sea difícil”) y hay frases dignas de figurar en una colección de citas, algo que esperaba al saber previamente que Hugo se adhería al romanticismo. Por otro lado, los personajes representan estamentos sociales y hacen que los cambios de perspectiva sean interesantes. Por supuesto, Hugo prefiere a los marginados y hace más hincapié en sus historias que en la de los personajes ligados al poder (como el rey Louis XI) o a alguna fuerza militar (como Phoebus), que suelen estar ridiculizados y aparecen esporádicamente. Hasta ahí mis elogios, porque ahora empiezan mis problemas.
Sé que el romanticismo conlleva que los personajes sean arrastrados por sus pasiones y reflexionen poco. Es comprensible, pero no terminé de deducir (y tal vez una relectura sea útil) por qué algunos personajes son ambivalentes y otros, como Esmeralda, están limitados a un solo lugar. Ella, que es la protagonista que mueve toda la trama, es la más unidimensional de todos. Al principio parece aguerrida e independiente pero se convierte rápidamente en una muchacha pasiva, ingenua, cruel, frágil y con pocas luces. Una lástima. Lo peor es que uno termina admirando a Frollo en ciertos momentos, a pesar de que es un hombre que preferiría tener bien lejos. Por otra parte, algunos capítulos me parecieron innecesarios. Hay uno muy lindo sobre la arquitectura y la literatura, pero se inserta de una forma poco natural. Y las comparaciones entre la París de 1482 y la del tiempo de la composición (se publicó en 1831) se vuelven tediosas y distraen. Esas pausas en la narración de los hechos terminaron provocando que me olvide hasta de algunos personajes y pierda el hilo de lo que se estaba contando.
En resumen (porque esto ya está pasando a ser una pequeña monografía), El jorobado de Nuestra Señora de París es un libro que se disfruta y se lee sin demasiadas complicaciones, exceptuando las digresiones que me molestaron un poco. No hay que pedir demasiado de los personajes porque a veces se vuelven planos e irritantes. La historia es buena y tiene algunos giros predecibles (y muchos golpes bajos), pero no por eso se arruina la lectura. Un consejo: no lo lean pensando en la película de Disney.
El jorobado… es un rompecabezas de historias sueltas que deambulan por París en 1482. Hugo presenta personajes que parecen totalmente desconectados entre sí, pero que con el tiempo convergen (no siempre de una manera muy fluida, por cierto) y hacen avanzar la trama. A grandes rasgos, el libro cuenta las desventuras de Quasimodo, el campanero deforme y solitario de la iglesia, y Esmeralda, una joven doblemente demonizada por su condición de gitana y por ser bella. Así que ambos están ligados al Mal: él por tener una fealdad propia de un demonio, ella por tener una belleza del Infierno. Existen otros dos personajes que pelean por el protagonismo del libro: el poeta Pierre Gringoire y el sacerdote Claude Frollo. Hugo les da el espacio necesario para desarrollarse en capítulos en donde el narrador omnisciente elige en quién enfocarse, según sus necesidades.
El libro está tan bien escrito que sentí envidia prácticamente durante toda la lectura. No es un estilo complejo (así que olviden el famoso “no lo leo porque tengo miedo de que sea difícil”) y hay frases dignas de figurar en una colección de citas, algo que esperaba al saber previamente que Hugo se adhería al romanticismo. Por otro lado, los personajes representan estamentos sociales y hacen que los cambios de perspectiva sean interesantes. Por supuesto, Hugo prefiere a los marginados y hace más hincapié en sus historias que en la de los personajes ligados al poder (como el rey Louis XI) o a alguna fuerza militar (como Phoebus), que suelen estar ridiculizados y aparecen esporádicamente. Hasta ahí mis elogios, porque ahora empiezan mis problemas.
Sé que el romanticismo conlleva que los personajes sean arrastrados por sus pasiones y reflexionen poco. Es comprensible, pero no terminé de deducir (y tal vez una relectura sea útil) por qué algunos personajes son ambivalentes y otros, como Esmeralda, están limitados a un solo lugar. Ella, que es la protagonista que mueve toda la trama, es la más unidimensional de todos. Al principio parece aguerrida e independiente pero se convierte rápidamente en una muchacha pasiva, ingenua, cruel, frágil y con pocas luces. Una lástima. Lo peor es que uno termina admirando a Frollo en ciertos momentos, a pesar de que es un hombre que preferiría tener bien lejos. Por otra parte, algunos capítulos me parecieron innecesarios. Hay uno muy lindo sobre la arquitectura y la literatura, pero se inserta de una forma poco natural. Y las comparaciones entre la París de 1482 y la del tiempo de la composición (se publicó en 1831) se vuelven tediosas y distraen. Esas pausas en la narración de los hechos terminaron provocando que me olvide hasta de algunos personajes y pierda el hilo de lo que se estaba contando.
En resumen (porque esto ya está pasando a ser una pequeña monografía), El jorobado de Nuestra Señora de París es un libro que se disfruta y se lee sin demasiadas complicaciones, exceptuando las digresiones que me molestaron un poco. No hay que pedir demasiado de los personajes porque a veces se vuelven planos e irritantes. La historia es buena y tiene algunos giros predecibles (y muchos golpes bajos), pero no por eso se arruina la lectura. Un consejo: no lo lean pensando en la película de Disney.
dark
slow-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Yes
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Yes
Flaws of characters a main focus:
Yes
Anmerkungen:
* Die Geschichte des Glöckners von Notre-Dame ist gemeinhin bekannt und schon im Jahre 1831 erschienen. Daher gibt es hier keinen direkten Spoiler-Hinweis; allerdings die lieb gemeinte Anmerkung, dass ich das Werk in seiner Gesamtheit beleuchten und auch einige Vergleiche zum bekannten Disney-Film ziehen werde. Wer also das Buch oder den Film nicht gespoilert bekommen möchte, sollte eventuell von der Lektüre dieses Beitrags absehen. :)
** In diesem Artikel werden Begriffe genutzt, die in der Originalschrift verwendet, aus heutigen Gesichtspunkten allerdings kritisch bewertet werden könnten. Ich möchte darauf hinweisen, dass ich mich von Rassismus, Chauvinismus und allen anderen Arten von Diskrimierung klar distanziere. Um dieses Buch im Stil seiner Veröffentlichungszeit zu bewerten, werden zu eurer Information die Originalwörter benutzt, die allerdings nichts mit meiner persönlichen Gesinnung zu tun haben.
INHALT:
Mir fällt es unglaublich schwer, die Handlung herunterzubrechen, aber ich mag es versuchen. Die Handlung wurde immer wieder durch Kapitel unterbrochen, die zur Haupthandlung nichts beitrugen, weswegen man etwas den roten Faden verloren hat.
Wie ihr in der Charakterbeschreibung schon lesen konntet, werden eine Vielzahl von Handlungssträngen unterschiedlichster Personen verfolgt. Diese kreuzen sich immer wieder mal und laufen dann wieder auseinander.
Am Anfang begegnen wir Gringoire, der wie gesagt sehr deprimiert ist, weil er um seinen Lebensunterhalt als Dichter gebracht wurde. Schuld daran ist die Wahl des Narrenpapstes, zu der auch Quasimodo das erste Mal die Bühne betritt. Er selbst wird Narrenpapst.
Er versucht Esmeralda zu retten, als der Glöckner sie entführen will. Die Entführung geschieht auf Geheiß von Frollo. Gringoire scheitert kläglich an Esmeraldas Rettung und stattdessen hilft Phoebus der schönen Zigeunerin. Als Gringoire der Zigeunerin folgt, gerät er in den sagenumwobenen Hof der Wunder und sieht sich nun dem Galgen gegenüber. Seine einzige Chance ist eine verzweifelte Zigeunerin, die ihn zum Mann will.
Derweil wird Quasimodo aufgrund seiner Tat, Esmeralda entführen zu wollen, zu einer Strafe am Pranger verurteilt. Nach seiner Peinigung taucht Esmeralda selbst auf, um ihm etwas zu Trinken zu geben.
Danach rettet Esmeralda Gringoire das Leben, da sie ihn aus Mitleid zum Mann nimmt. Die beiden werden für vier Jahre verheiratet. Esmeralda will allerdings nichts von Gringoire wissen und träumt nur immerzu von ihrem Retter Phoebus. Außerdem trägt sie ein Zauberamulett, welches ihr helfen soll, ihre Eltern zu finden. Dieses funktioniert aber nur, solange sie Jungfrau bleibt. Sie weist Gringoire mehrmals ab. Daraufhin entwickelt sich zwischen Gringoire und der Ziege Djali eine besondere Zuneigung.
Esmeralda trifft sich schließlich mit ihrem geliebten Phoebus. Dieser ist jedoch nicht auf ihre Liebe, sondern ihren Körper aus. Zudem weiß er nicht, dass Claude Frollo ihn verfolgt. Frollo konfrontiert ihn, will ihn töten, doch schlussendlich treffen sie eine Abmachung. Da Phoebus das Zimmer, in dem er sich mit Esmeralda trifft, nicht bezahlen könnte, übernimmt dies Claude Frollo. Als Gegenleistung darf er den beiden bei ihrem Stelldichein zuschauen. Das allerdings erzeugt in Frollo eine rasende Eifersucht und er sticht Phoebus nieder. Esmeralda fällt in Ohnmacht und wird von Frollo geküsst, welcher daraufhin flieht.
Esmeralda wird anschließend des Mordes an Phoebus und der Hexerei angeklagt. Unter Folter gesteht sie und wird zum Tod durch Erhängen verurteilt. Ihre Ziege wird ebenfalls zu diesem Schicksal verdammt.
Claude Frollo bietet Esmeralda am Tage der Hinrichtung an, ihn zum Mann zu nehmen, dann würde er sie vor dem Galgen bewahren. Sie erkennt in ihm den Mörder von Phoebus und weist ihn ab. In diesem Moment sieht sie aber auf einem Balkon eben diesen Mann, in den sie sich verliebte - Phoebus lebt - aber an seiner Seite ist eine andere Frau.
Quasimodo rettet Esmeralda vor der Hinrichtung und bringt sie nach Notre-Dame, wo sie dem Asylrecht unterliegt und sie somit unantastbar wird. Allerdings wird die Kirche für Esmeralda dadurch auch zu einem Gefängnis. Quasimodo sorgt für Esmeralda - bringt ihr Essen oder Blumen - und versucht immer wieder, mit ihr zu sprechen. Sie lässt sich zwar kurz darauf ein, versinkt aber dennoch wieder in ihrer Sehnsucht nach Phoebus. Auch Quasimodos Hässlichkeit stößt sie zu sehr ab, als dass sie Freunde werden könnten. Eine Pfeife, die sie von ihm erhielt, um ihn zu rufen, warf sie achtlos auf den Boden.
Als Frollo erfährt, dass Esmeralda Unterschlupf in Notre-Dame gefunden hat, schleicht er sich in der Nacht dorthin und überfällt sie geradezu. Er kann seine Begierde nicht mehr zurückhalten. Nur Quasimodos Pfeife verhindert Schlimmeres.
Gringoire wurde von Frollo dazu angestachelt, Esmeralda aus Notre-Dame zu befreien und die gesamte Zahl der Zigeuner ebenfalls dazu zu bewegen. So kommt es, dass alle Zigeuner aus Paris gegen Notre-Dame in den Krieg ziehen. Dabei sterben viele Angehörige und auch Quasimodo verteidigt die Kirche und Esmeralda erbittert. Dennoch kann er es nicht verhindern, dass Esmeralda schließlich doch noch hingerichtet wird. Daraufhin stößt Quasimodo seinen Ziehvater Frollo von Notre-Dame in die Tiefe. Quasimodos Skelett wird später in Esmeraldas Grab eng umschlungen mit ihren Knochen gefunden.
Wie ihr euch vorstellen könnt, war ich vor allem von dem Ende sehr geschockt und auch etwas enttäuscht. Tatsächlich sterben auch viele Nebenfiguren, wie beispielsweise der jüngere Bruder Frollos oder auch Clopin, der König der Zigeuner. Der unerträglich arrogante Phoebus ist neben Gringoire die einzige gewichtige Person, die wirklich überlebt. Gringoire bringt am Ende nochmal etwas Humor in die Geschichte, weil er die liebgewonnene Ziege von Esmeralda vor dem Galgen retten kann und mit ihr fortan zusammenlebt.
Da die Filmumsetzung so komplett anders ist als das Originalwerk, fällt es mir schwer, einen wirklichen Vergleich zu ziehen. Ich kann nur bemerken, wie viel besser mir der Film ausnahmsweise gefällt. Er bringt alles auf den Punkt und vermittelt dabei wichtige Werte. Das Buch konzentriert sich auf sehr viele unterschiedliche Personen und das in einem Detailgrad, der es schwierig macht, eine Bindung zu den Protagonisten aufzubauen.
SCHREIBSTIL:
Victor Hugo schreibt ohne Zweifel meisterhaft. Das sprachliche Niveau ist wirklich sehr hoch. Er beschreibt bildhaft, spielt mit den Worten und findet immer wieder bezaubernde Vergleiche, die einer Situation den letzten Schliff verpassen können.
Leider verstand er es genau so gut, in ewig langen Passagen von der Haupthandlung abzuschweifen. Alles, was ich in der Handlung beschrieben habe, ist eine Zusammenfassung des roten Fadens. Um diesen sind aber etliche Kapitel über Nebenpersonen oder auch einzelne Kapitel mit 30 Seiten Architekturbeschreibung gebaut. Das macht das Lesen sehr schleppend und gibt einem das Gefühl, mit der Handlung nicht voranzukommen, obwohl etwas passiert.
Neben der Architektur, wird auch das Interior oft bis ins kleinste Detail beschrieben. Offensichtlich war der Autor ein großer Liebhaber der Baukunst, denn er wusste nicht nur alle Elemente zu benennen, sondern appellierte bei jeder sich bietenden Gelegenheit an den Leser, um für den Erhalt der Kulturstätten und der Architektur vergangener Zeiten zu werben. Sicherlich muss anerkannt werden, dass gerade auf Bauwerke bezogen, der Text ein wahres historisches Zeugnis ist. Auch die Eigenarten und Ansichten der Zeit des Glöckners sowie von Hugos Zeitalter sind wertvolle Dokumentationen für die Nachwelt, um ein Gefühl für frühere Epochen zu bekommen. Jedoch schreibt Hugo oft aus Sicht des Autors und damit positioniert er sich für einige Ansichten meiner Meinung nach zu klar und leider auch etwas enttäuschend. Von einem Autoren, der Weltliteratur schrieb erwarte ich einfach anderes.
So wie Victor Hugo sich auf das Schreiben von Abschweifungen verstand, so begabt war er auch in der Darstellung von unfassbar unsympathischen Charakteren. Gerade Phoebus ist für Liebhaber des Films im Buch eine moralische Enttäuschung. Selbst Esmeralda ist keine Person, mit der mitgefiebert werden könnte, da sie viel zu einfältig und hörig ist. Noch dazu besitzt sie ein so geringes Selbstbewusstsein, dass es erstaunlich ist, was für eine starke Frau sie in der Filmumsetzung geworden ist.
Man kommt nicht umhin, zu betonen, wie sehr dieses Werk zwischen komödiantischen Einlagen, grotesken Vorkommnissen und Brutalität schwankt. Leider waren die Dialoge zuweilen recht kitschig und überzogen - andererseits wieder furchtbar trocken und fad. Dieses Wechselspiel machte das Leseerlebnis etwas unstet und auch langatmig.
Die dunklen Seiten des Buches
Das Buch "Der Glöckner von Notre-Dame" spielt zwar im 15. Jahrhundert, wurde von Victor Hugo aber Mitte des 19. Jahrhunderts geschrieben.
In diese Buch werden einige Themen oder auch Ansichten besprochen, die aus heutiger Sicht problematisch sind.
Da wäre zum Einen der offenkundige Rassismus. Hierbei rede ich nicht nur von der Benutzung des Wortes Zigeuner und deren Darstellung als gefährliche, zügellose und hinterhältige Personen, sondern auch von ein paar Andeutungen in andere Richtungen. Es gab da eine Stelle, als der Narrenkönig mit seiner Parade vorüberzieht, da wurden generalisierende Vergleiche und Klischees zu anderen Nationen gezogen. Auch über Menschen jüdischer Abstammung wurde einmal sehr deutlich hergezogen. Natürlich lag mir das während der Lektüre schwer im Magen und es war sehr unangenehm, so etwas zu lesen. Jedoch habe ich es mit einigen Leuten diskutiert und muss zu dem Schluss kommen, dass man Victor Hugo nicht für etwas verurteilen kann, was der damaligen Zeit geschuldet war. Das bedeutet jedoch nicht, dass wir es aus heutiger Sicht nicht kritisch sehen dürfen.
Etwas, was mir das Herz gebrochen hat, waren die Beschreibungen von Quasimodo und anderen körperlich behinderten Menschen. Diese Diskrimierung von Behinderten ist sicherlich historisch gesehen ebenfalls ein Makel der damaligen Zeit, jedoch hatte ich großes Mitleid mit diesen Menschen, weil die Beschreibungen sehr hart waren. Die Hässlichkeit der "Krüppel" war so abstoßend beschrieben und so mitleiderregend, dass mir dabei richtig mulmig wurde. Auch wird gut deutlich, dass diese Menschen zu damaligen Zeiten ausgegrenzt wurden, da sie in eigenen Vierteln bzw. Slums lebten und die Hygiene dort noch katastrophalere Ausmaße hatte.
Damit eng verbunden ist die Darstellung der Kausalität zwischen Attraktivität und Intelligenz sowie Lebensglück. Es wird mehrmals deutlich gemacht, dass ein äußerlich hässlicher Mensch auch nichts erreichen wird. Es wird ein Zusammenhang zwischen den Fähigkeiten und der Attraktivität hergestellt. Das ist etwas, was mich nachhaltig beschäftigte, da das Aussehen eines Menschen noch so tadellos sein kann - er kann trotzdem eine völlig hohle Nuss sein. Offensichtlich herrschte zu damaligen Zeiten ein ganz anderes Bild vor.
Und zum Schluss darf die gute alte Frauenfeindlichkeit nicht fehlen. Das war wirklich eines der Themen, was meine Lesepartnerin und ich oft kommentiert haben - weil es einfach viel zu häufig vorkam. Victor Hugo vermittelt in diesem Buch einfach so oft ein schlechtes Frauenbild, dass der Leser kaum noch aus dem Augenrollen herauskommt. Das reicht von "... weil alle Frauen das so machen" bis hin zu "Ich bin es nur wert, erniedrigt zu werden." und hat uns regelmäßig genervte Seufzer entlockt.
FAZIT:
Wie ihr vielleicht schon erahnen könnt, ist das Buch keines, welches mich vollends begeistern konnte. Mir fiel es noch nie so schwer, meine Gedanken zu einem Buch in Worte zu fassen, wie bei diesem hier. Eine der wichtigsten Erkenntnisse ist aber, dass ich einfach unendlich dankbar bin, dass ich dieses Werk von Hugo im Austausch mit meiner lieben Gabriela von Buchperlenblog lesen durfte. Ich bin mir ziemlich sicher, dass ich dieses Buch ohne den gegenseitigen Ansporn niemals beendet hätte. Auf jeden Fall bin ich stolz, dass ich mal wieder einen Klassiker gelesen, ein Buch von meinem SuB befreit und damit ein großes To-Do erledigt habe.
Ein Buch, welches durch sprachliche Rafinesse glänzt. Allerdings wird der rote Faden zu oft verloren, Abschweifungen auf ganze Kapitel ausgeweitet und damit die Langatmigkeit provoziert. Die zum großen Teil unsympathischen Charaktere tragen ebenfalls ihren Teil dazu bei. Ein historisches Zeugnis, welches leider auch aus diesem Grund oft kritisch zu betrachten ist und zwischen Brutalität, Albernheit und Groteskem schwankt.
* Die Geschichte des Glöckners von Notre-Dame ist gemeinhin bekannt und schon im Jahre 1831 erschienen. Daher gibt es hier keinen direkten Spoiler-Hinweis; allerdings die lieb gemeinte Anmerkung, dass ich das Werk in seiner Gesamtheit beleuchten und auch einige Vergleiche zum bekannten Disney-Film ziehen werde. Wer also das Buch oder den Film nicht gespoilert bekommen möchte, sollte eventuell von der Lektüre dieses Beitrags absehen. :)
** In diesem Artikel werden Begriffe genutzt, die in der Originalschrift verwendet, aus heutigen Gesichtspunkten allerdings kritisch bewertet werden könnten. Ich möchte darauf hinweisen, dass ich mich von Rassismus, Chauvinismus und allen anderen Arten von Diskrimierung klar distanziere. Um dieses Buch im Stil seiner Veröffentlichungszeit zu bewerten, werden zu eurer Information die Originalwörter benutzt, die allerdings nichts mit meiner persönlichen Gesinnung zu tun haben.
INHALT:
" '(...) das wird noch ein schlimmes Ende nehmen.'
' Aber der Anfang war schön gewesen.' " - "Der Glöckner von Notre-Dame" von Victor Hugo, S. 350 -
Mir fällt es unglaublich schwer, die Handlung herunterzubrechen, aber ich mag es versuchen. Die Handlung wurde immer wieder durch Kapitel unterbrochen, die zur Haupthandlung nichts beitrugen, weswegen man etwas den roten Faden verloren hat.
Wie ihr in der Charakterbeschreibung schon lesen konntet, werden eine Vielzahl von Handlungssträngen unterschiedlichster Personen verfolgt. Diese kreuzen sich immer wieder mal und laufen dann wieder auseinander.
Am Anfang begegnen wir Gringoire, der wie gesagt sehr deprimiert ist, weil er um seinen Lebensunterhalt als Dichter gebracht wurde. Schuld daran ist die Wahl des Narrenpapstes, zu der auch Quasimodo das erste Mal die Bühne betritt. Er selbst wird Narrenpapst.
Er versucht Esmeralda zu retten, als der Glöckner sie entführen will. Die Entführung geschieht auf Geheiß von Frollo. Gringoire scheitert kläglich an Esmeraldas Rettung und stattdessen hilft Phoebus der schönen Zigeunerin. Als Gringoire der Zigeunerin folgt, gerät er in den sagenumwobenen Hof der Wunder und sieht sich nun dem Galgen gegenüber. Seine einzige Chance ist eine verzweifelte Zigeunerin, die ihn zum Mann will.
Derweil wird Quasimodo aufgrund seiner Tat, Esmeralda entführen zu wollen, zu einer Strafe am Pranger verurteilt. Nach seiner Peinigung taucht Esmeralda selbst auf, um ihm etwas zu Trinken zu geben.
Danach rettet Esmeralda Gringoire das Leben, da sie ihn aus Mitleid zum Mann nimmt. Die beiden werden für vier Jahre verheiratet. Esmeralda will allerdings nichts von Gringoire wissen und träumt nur immerzu von ihrem Retter Phoebus. Außerdem trägt sie ein Zauberamulett, welches ihr helfen soll, ihre Eltern zu finden. Dieses funktioniert aber nur, solange sie Jungfrau bleibt. Sie weist Gringoire mehrmals ab. Daraufhin entwickelt sich zwischen Gringoire und der Ziege Djali eine besondere Zuneigung.
Esmeralda trifft sich schließlich mit ihrem geliebten Phoebus. Dieser ist jedoch nicht auf ihre Liebe, sondern ihren Körper aus. Zudem weiß er nicht, dass Claude Frollo ihn verfolgt. Frollo konfrontiert ihn, will ihn töten, doch schlussendlich treffen sie eine Abmachung. Da Phoebus das Zimmer, in dem er sich mit Esmeralda trifft, nicht bezahlen könnte, übernimmt dies Claude Frollo. Als Gegenleistung darf er den beiden bei ihrem Stelldichein zuschauen. Das allerdings erzeugt in Frollo eine rasende Eifersucht und er sticht Phoebus nieder. Esmeralda fällt in Ohnmacht und wird von Frollo geküsst, welcher daraufhin flieht.
Esmeralda wird anschließend des Mordes an Phoebus und der Hexerei angeklagt. Unter Folter gesteht sie und wird zum Tod durch Erhängen verurteilt. Ihre Ziege wird ebenfalls zu diesem Schicksal verdammt.
Claude Frollo bietet Esmeralda am Tage der Hinrichtung an, ihn zum Mann zu nehmen, dann würde er sie vor dem Galgen bewahren. Sie erkennt in ihm den Mörder von Phoebus und weist ihn ab. In diesem Moment sieht sie aber auf einem Balkon eben diesen Mann, in den sie sich verliebte - Phoebus lebt - aber an seiner Seite ist eine andere Frau.
Quasimodo rettet Esmeralda vor der Hinrichtung und bringt sie nach Notre-Dame, wo sie dem Asylrecht unterliegt und sie somit unantastbar wird. Allerdings wird die Kirche für Esmeralda dadurch auch zu einem Gefängnis. Quasimodo sorgt für Esmeralda - bringt ihr Essen oder Blumen - und versucht immer wieder, mit ihr zu sprechen. Sie lässt sich zwar kurz darauf ein, versinkt aber dennoch wieder in ihrer Sehnsucht nach Phoebus. Auch Quasimodos Hässlichkeit stößt sie zu sehr ab, als dass sie Freunde werden könnten. Eine Pfeife, die sie von ihm erhielt, um ihn zu rufen, warf sie achtlos auf den Boden.
Als Frollo erfährt, dass Esmeralda Unterschlupf in Notre-Dame gefunden hat, schleicht er sich in der Nacht dorthin und überfällt sie geradezu. Er kann seine Begierde nicht mehr zurückhalten. Nur Quasimodos Pfeife verhindert Schlimmeres.
Gringoire wurde von Frollo dazu angestachelt, Esmeralda aus Notre-Dame zu befreien und die gesamte Zahl der Zigeuner ebenfalls dazu zu bewegen. So kommt es, dass alle Zigeuner aus Paris gegen Notre-Dame in den Krieg ziehen. Dabei sterben viele Angehörige und auch Quasimodo verteidigt die Kirche und Esmeralda erbittert. Dennoch kann er es nicht verhindern, dass Esmeralda schließlich doch noch hingerichtet wird. Daraufhin stößt Quasimodo seinen Ziehvater Frollo von Notre-Dame in die Tiefe. Quasimodos Skelett wird später in Esmeraldas Grab eng umschlungen mit ihren Knochen gefunden.
Wie ihr euch vorstellen könnt, war ich vor allem von dem Ende sehr geschockt und auch etwas enttäuscht. Tatsächlich sterben auch viele Nebenfiguren, wie beispielsweise der jüngere Bruder Frollos oder auch Clopin, der König der Zigeuner. Der unerträglich arrogante Phoebus ist neben Gringoire die einzige gewichtige Person, die wirklich überlebt. Gringoire bringt am Ende nochmal etwas Humor in die Geschichte, weil er die liebgewonnene Ziege von Esmeralda vor dem Galgen retten kann und mit ihr fortan zusammenlebt.
Da die Filmumsetzung so komplett anders ist als das Originalwerk, fällt es mir schwer, einen wirklichen Vergleich zu ziehen. Ich kann nur bemerken, wie viel besser mir der Film ausnahmsweise gefällt. Er bringt alles auf den Punkt und vermittelt dabei wichtige Werte. Das Buch konzentriert sich auf sehr viele unterschiedliche Personen und das in einem Detailgrad, der es schwierig macht, eine Bindung zu den Protagonisten aufzubauen.
SCHREIBSTIL:
"An diesen lichten, lauen Tagen voll verhaltener Weihe, gibt es einen Moment, wo das Portal von Notre-Dame zu noch größerer Schönheit aufblüht als sonst, dann nämlich, wenn die schon westwärts sinkende Sonne der Kathedrale fast gegenübersteht und sie aus dieser Sicht bescheint." - "Der Glöckner von Notre-Dame" von Victor Hugo, S. 303 -
Victor Hugo schreibt ohne Zweifel meisterhaft. Das sprachliche Niveau ist wirklich sehr hoch. Er beschreibt bildhaft, spielt mit den Worten und findet immer wieder bezaubernde Vergleiche, die einer Situation den letzten Schliff verpassen können.
Leider verstand er es genau so gut, in ewig langen Passagen von der Haupthandlung abzuschweifen. Alles, was ich in der Handlung beschrieben habe, ist eine Zusammenfassung des roten Fadens. Um diesen sind aber etliche Kapitel über Nebenpersonen oder auch einzelne Kapitel mit 30 Seiten Architekturbeschreibung gebaut. Das macht das Lesen sehr schleppend und gibt einem das Gefühl, mit der Handlung nicht voranzukommen, obwohl etwas passiert.
Neben der Architektur, wird auch das Interior oft bis ins kleinste Detail beschrieben. Offensichtlich war der Autor ein großer Liebhaber der Baukunst, denn er wusste nicht nur alle Elemente zu benennen, sondern appellierte bei jeder sich bietenden Gelegenheit an den Leser, um für den Erhalt der Kulturstätten und der Architektur vergangener Zeiten zu werben. Sicherlich muss anerkannt werden, dass gerade auf Bauwerke bezogen, der Text ein wahres historisches Zeugnis ist. Auch die Eigenarten und Ansichten der Zeit des Glöckners sowie von Hugos Zeitalter sind wertvolle Dokumentationen für die Nachwelt, um ein Gefühl für frühere Epochen zu bekommen. Jedoch schreibt Hugo oft aus Sicht des Autors und damit positioniert er sich für einige Ansichten meiner Meinung nach zu klar und leider auch etwas enttäuschend. Von einem Autoren, der Weltliteratur schrieb erwarte ich einfach anderes.
So wie Victor Hugo sich auf das Schreiben von Abschweifungen verstand, so begabt war er auch in der Darstellung von unfassbar unsympathischen Charakteren. Gerade Phoebus ist für Liebhaber des Films im Buch eine moralische Enttäuschung. Selbst Esmeralda ist keine Person, mit der mitgefiebert werden könnte, da sie viel zu einfältig und hörig ist. Noch dazu besitzt sie ein so geringes Selbstbewusstsein, dass es erstaunlich ist, was für eine starke Frau sie in der Filmumsetzung geworden ist.
Man kommt nicht umhin, zu betonen, wie sehr dieses Werk zwischen komödiantischen Einlagen, grotesken Vorkommnissen und Brutalität schwankt. Leider waren die Dialoge zuweilen recht kitschig und überzogen - andererseits wieder furchtbar trocken und fad. Dieses Wechselspiel machte das Leseerlebnis etwas unstet und auch langatmig.
Die dunklen Seiten des Buches
Das Buch "Der Glöckner von Notre-Dame" spielt zwar im 15. Jahrhundert, wurde von Victor Hugo aber Mitte des 19. Jahrhunderts geschrieben.
In diese Buch werden einige Themen oder auch Ansichten besprochen, die aus heutiger Sicht problematisch sind.
Da wäre zum Einen der offenkundige Rassismus. Hierbei rede ich nicht nur von der Benutzung des Wortes Zigeuner und deren Darstellung als gefährliche, zügellose und hinterhältige Personen, sondern auch von ein paar Andeutungen in andere Richtungen. Es gab da eine Stelle, als der Narrenkönig mit seiner Parade vorüberzieht, da wurden generalisierende Vergleiche und Klischees zu anderen Nationen gezogen. Auch über Menschen jüdischer Abstammung wurde einmal sehr deutlich hergezogen. Natürlich lag mir das während der Lektüre schwer im Magen und es war sehr unangenehm, so etwas zu lesen. Jedoch habe ich es mit einigen Leuten diskutiert und muss zu dem Schluss kommen, dass man Victor Hugo nicht für etwas verurteilen kann, was der damaligen Zeit geschuldet war. Das bedeutet jedoch nicht, dass wir es aus heutiger Sicht nicht kritisch sehen dürfen.
Etwas, was mir das Herz gebrochen hat, waren die Beschreibungen von Quasimodo und anderen körperlich behinderten Menschen. Diese Diskrimierung von Behinderten ist sicherlich historisch gesehen ebenfalls ein Makel der damaligen Zeit, jedoch hatte ich großes Mitleid mit diesen Menschen, weil die Beschreibungen sehr hart waren. Die Hässlichkeit der "Krüppel" war so abstoßend beschrieben und so mitleiderregend, dass mir dabei richtig mulmig wurde. Auch wird gut deutlich, dass diese Menschen zu damaligen Zeiten ausgegrenzt wurden, da sie in eigenen Vierteln bzw. Slums lebten und die Hygiene dort noch katastrophalere Ausmaße hatte.
Damit eng verbunden ist die Darstellung der Kausalität zwischen Attraktivität und Intelligenz sowie Lebensglück. Es wird mehrmals deutlich gemacht, dass ein äußerlich hässlicher Mensch auch nichts erreichen wird. Es wird ein Zusammenhang zwischen den Fähigkeiten und der Attraktivität hergestellt. Das ist etwas, was mich nachhaltig beschäftigte, da das Aussehen eines Menschen noch so tadellos sein kann - er kann trotzdem eine völlig hohle Nuss sein. Offensichtlich herrschte zu damaligen Zeiten ein ganz anderes Bild vor.
Und zum Schluss darf die gute alte Frauenfeindlichkeit nicht fehlen. Das war wirklich eines der Themen, was meine Lesepartnerin und ich oft kommentiert haben - weil es einfach viel zu häufig vorkam. Victor Hugo vermittelt in diesem Buch einfach so oft ein schlechtes Frauenbild, dass der Leser kaum noch aus dem Augenrollen herauskommt. Das reicht von "... weil alle Frauen das so machen" bis hin zu "Ich bin es nur wert, erniedrigt zu werden." und hat uns regelmäßig genervte Seufzer entlockt.
FAZIT:
"Der Stamm des Baumes wandelt sich nicht, das Laub dagegen sprießt nach eigener Lust und Laune." - "Der Glöckner von Notre-Dame" von Victor Hugo, S.150 -
Wie ihr vielleicht schon erahnen könnt, ist das Buch keines, welches mich vollends begeistern konnte. Mir fiel es noch nie so schwer, meine Gedanken zu einem Buch in Worte zu fassen, wie bei diesem hier. Eine der wichtigsten Erkenntnisse ist aber, dass ich einfach unendlich dankbar bin, dass ich dieses Werk von Hugo im Austausch mit meiner lieben Gabriela von Buchperlenblog lesen durfte. Ich bin mir ziemlich sicher, dass ich dieses Buch ohne den gegenseitigen Ansporn niemals beendet hätte. Auf jeden Fall bin ich stolz, dass ich mal wieder einen Klassiker gelesen, ein Buch von meinem SuB befreit und damit ein großes To-Do erledigt habe.
Ein Buch, welches durch sprachliche Rafinesse glänzt. Allerdings wird der rote Faden zu oft verloren, Abschweifungen auf ganze Kapitel ausgeweitet und damit die Langatmigkeit provoziert. Die zum großen Teil unsympathischen Charaktere tragen ebenfalls ihren Teil dazu bei. Ein historisches Zeugnis, welches leider auch aus diesem Grund oft kritisch zu betrachten ist und zwischen Brutalität, Albernheit und Groteskem schwankt.
What do you even say about a book it took you a year to read? This was a big project for me, reading the entire thing in the original French. I fell off the wagon for a while and at parts this book is very slow and very dense. Not to mention that the vocabulary can be a little outside of the ordinary. I'm proud of myself for having finished, and on the whole I enjoyed it (much more so than Les Mis), but I don't have a lot of thoughts beyond that, at least for now.
As far as French gothic narratives go, you will be hard-pressed to find one as iconic as Victor Hugo’s [b:The Hunchback of Notre-Dame|30597|The Hunchback of Notre-Dame|Victor Hugo|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1388342667l/30597._SY75_.jpg|3043569]. Hard to describe, this book is so many things that encapsulates the drama at the very heart of Paris.
Growing up as a kid in the 90’s, the 1996 Disney film adaptation was my introduction to this material, and now I know it was pretty much all lies. Not unlike Sleeping Beauty, many liberties were taken to adapt the text into a family-friendly tale that could be marketed at large, and much of the dark absurdism of the original piece was lost in the process. Not to mention that this book is also wholly inappropriate for young children.
Admittedly, many of the story elements really do not hold up. This includes the representation of the “hunchback” Quasimodo, the Romani as baby snatchers, the 16-year-old Esmerelda as a naïve fool, her mother as a ragging lunatic, who are all rounded out by an additional cast of terrible, self-interested individuals. While there was certainly plenty of drama here, this story read like a slow-moving soap opera. I really did not feel invested in anyone’s outcome after all the twists and turns were done unravelling.
What is interesting and noteworthy about this novel though, is Victor Hugo’s incorporation of the Notre-Dame cathedral almost as more of a character than a setting. In general, his thoughts on the importance and resonance of architecture are infinitely more insightful than the actual plot of the book. This includes his musings that:
“…the greatest products of architecture are less the works of individuals than of society; rather the offspring of a nation’s effort, than the inspired flash of a man of genius; the deposit left by a whole people; the heaps accumulated by centuries; the residue of successive evaporations of human society – in a word, species of formations. Each wave of time contributes its alluvium, each race deposits its layer on the monument, each individual brings his stone. Thus do the beavers, thus do the bees, thus do men. The great symbol of architecture, Babel, is a hive.”
This seems to be particularly relevant with the 2019 fire that broke out at the Norte-Dame cathedral, as well as the subsequent national response. I have long felt that it is a people that give cultural meaning to any landmark, rather than vice-versa. Each generation shapes and gives life to a city and its buildings, that go beyond the artistic assembly of a stack of bricks. My New York sensibilities may be shining through here, as every building in the city has a long and complicated history (and I don’t just mean the haunted ones). So, it was fascinating to see Hugo use this premise within a crazy soap opera narrative.
He also expands on how the role of books can shape public perception about key architectural structures, somewhat breaking the fourth wall if you will:
“…which constantly superposes itself without a break, without a gap, upon the human race, which walks a monster with a thousand legs?—Architecture or printing? It is printing. Let the reader make no mistake; architecture is dead, irretrievably slain by the printed book,—slain because it endures for a shorter time,—slain because it costs more. Every cathedral represents millions…A book is so soon made, costs so little, and can go so far!...The grand poem, the grand edifice, the grand work of humanity will no longer be built: it will be printed. And henceforth, if architecture should arise again accidentally, it will no longer be mistress. It will be subservient to the law of literature, which formerly received the law from it. The respective positions of the two arts will be inverted.”
This twisted tale of how the disenfranchised are exploited and crushed by those in power, all under the eye of grand church, I think is quite telling of how grandeur means nothing if the spirituality of those worshiping inside does not represent true justice. It’s just so sad that this kinda boring story is what comes from such a promising seed of thought.
Overall, I mostly enjoyed this book and am happy that I (finally) read it. Feel free to pick up a copy and decide for yourself!
Growing up as a kid in the 90’s, the 1996 Disney film adaptation was my introduction to this material, and now I know it was pretty much all lies. Not unlike Sleeping Beauty, many liberties were taken to adapt the text into a family-friendly tale that could be marketed at large, and much of the dark absurdism of the original piece was lost in the process. Not to mention that this book is also wholly inappropriate for young children.
Admittedly, many of the story elements really do not hold up. This includes the representation of the “hunchback” Quasimodo, the Romani as baby snatchers, the 16-year-old Esmerelda as a naïve fool, her mother as a ragging lunatic, who are all rounded out by an additional cast of terrible, self-interested individuals. While there was certainly plenty of drama here, this story read like a slow-moving soap opera. I really did not feel invested in anyone’s outcome after all the twists and turns were done unravelling.
What is interesting and noteworthy about this novel though, is Victor Hugo’s incorporation of the Notre-Dame cathedral almost as more of a character than a setting. In general, his thoughts on the importance and resonance of architecture are infinitely more insightful than the actual plot of the book. This includes his musings that:
“…the greatest products of architecture are less the works of individuals than of society; rather the offspring of a nation’s effort, than the inspired flash of a man of genius; the deposit left by a whole people; the heaps accumulated by centuries; the residue of successive evaporations of human society – in a word, species of formations. Each wave of time contributes its alluvium, each race deposits its layer on the monument, each individual brings his stone. Thus do the beavers, thus do the bees, thus do men. The great symbol of architecture, Babel, is a hive.”
This seems to be particularly relevant with the 2019 fire that broke out at the Norte-Dame cathedral, as well as the subsequent national response. I have long felt that it is a people that give cultural meaning to any landmark, rather than vice-versa. Each generation shapes and gives life to a city and its buildings, that go beyond the artistic assembly of a stack of bricks. My New York sensibilities may be shining through here, as every building in the city has a long and complicated history (and I don’t just mean the haunted ones). So, it was fascinating to see Hugo use this premise within a crazy soap opera narrative.
He also expands on how the role of books can shape public perception about key architectural structures, somewhat breaking the fourth wall if you will:
“…which constantly superposes itself without a break, without a gap, upon the human race, which walks a monster with a thousand legs?—Architecture or printing? It is printing. Let the reader make no mistake; architecture is dead, irretrievably slain by the printed book,—slain because it endures for a shorter time,—slain because it costs more. Every cathedral represents millions…A book is so soon made, costs so little, and can go so far!...The grand poem, the grand edifice, the grand work of humanity will no longer be built: it will be printed. And henceforth, if architecture should arise again accidentally, it will no longer be mistress. It will be subservient to the law of literature, which formerly received the law from it. The respective positions of the two arts will be inverted.”
This twisted tale of how the disenfranchised are exploited and crushed by those in power, all under the eye of grand church, I think is quite telling of how grandeur means nothing if the spirituality of those worshiping inside does not represent true justice. It’s just so sad that this kinda boring story is what comes from such a promising seed of thought.
Overall, I mostly enjoyed this book and am happy that I (finally) read it. Feel free to pick up a copy and decide for yourself!
C'était une épreuve.
Tout d'abord, parce que Victor Hugo est le roi de la description (un peu) inutile, qui freine l'action, et porte sur des sujets pas très très intéressants. Je dois avouer que les descriptions de monument me laissent de marbre (j'adore l'humour), et donc, j'ai beaucoup souffert en lisant certains chapitres. Cependant, je connais ces petites manies de l'ami Hugo, ce n'est pas ma première rencontre avec le bonhomme.
Ce qui est difficile avec ce monument (j'adore les blagues vous dis-je) de la littérature française, c'est que les personnages ne sont pas super attachants. Ou bien j'ai un cœur de pierre (l'art de la gaudriole).
Esméralda est mignonne, mais complètement naïve. Phoebus est un "sale con" (c'est ma mamie qui le dit). Quasimodo, le pauvre, n'a pas grand chose pour lui. Gringoire est un bavard épuisant. Frollo... Frollo est un monstre. C'est, je trouve, le personnage le plus fascinant. A première vue, il a tout du fanatique austère. Mais plus on progresse, plus le masque se fend. Ce qui meut Frollo, c'est la passion. Non pas une passion humaine, une passion à laquelle on pourrait adhérer (ou que l'on pourrait pardonner, voire comprendre), mais une passion démoniaque. Frollo est un personnage glaçant, un monstre comme on en fait peu. C'est vraiment lui qui rend le roman passionnant, qui pétrifie (j'ai presque fini mes jeux de mots) le lecteur et l'accroche jusqu'au bout.
Il faut avoir du temps devant soi pour lire ce pavé (haha), et surtout, avoir l'esprit léger. C'est une lecture que j'ai trouvée difficile, mais que je reprendrai probablement plus tard.
Tout d'abord, parce que Victor Hugo est le roi de la description (un peu) inutile, qui freine l'action, et porte sur des sujets pas très très intéressants. Je dois avouer que les descriptions de monument me laissent de marbre (j'adore l'humour), et donc, j'ai beaucoup souffert en lisant certains chapitres. Cependant, je connais ces petites manies de l'ami Hugo, ce n'est pas ma première rencontre avec le bonhomme.
Ce qui est difficile avec ce monument (j'adore les blagues vous dis-je) de la littérature française, c'est que les personnages ne sont pas super attachants. Ou bien j'ai un cœur de pierre (l'art de la gaudriole).
Esméralda est mignonne, mais complètement naïve. Phoebus est un "sale con" (c'est ma mamie qui le dit). Quasimodo, le pauvre, n'a pas grand chose pour lui. Gringoire est un bavard épuisant. Frollo... Frollo est un monstre. C'est, je trouve, le personnage le plus fascinant. A première vue, il a tout du fanatique austère. Mais plus on progresse, plus le masque se fend. Ce qui meut Frollo, c'est la passion. Non pas une passion humaine, une passion à laquelle on pourrait adhérer (ou que l'on pourrait pardonner, voire comprendre), mais une passion démoniaque. Frollo est un personnage glaçant, un monstre comme on en fait peu. C'est vraiment lui qui rend le roman passionnant, qui pétrifie (j'ai presque fini mes jeux de mots) le lecteur et l'accroche jusqu'au bout.
Il faut avoir du temps devant soi pour lire ce pavé (haha), et surtout, avoir l'esprit léger. C'est une lecture que j'ai trouvée difficile, mais que je reprendrai probablement plus tard.