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Esta novela histórica escrita a mediados del siglo pasado juega a imaginar cómo serían las memorias de unos de los considerados emperadores “buenos” de Roma: Adriano. [a:Marguerite Yourcenar|7732|Marguerite Yourcenar|https://images.gr-assets.com/authors/1613136161p2/7732.jpg] hace un trabajo enorme de documentación cogiendo lo que sabemos a través de muchas de las fuentes clásicas, misivas y descubrimientos históricos y arqueológicos, no solo para narrar la vida y metas alcanzadas por el emperador Adriano, sino también para ver el mundo a través de sus ojos y sus ideas.
No es una lectura rápida si la comparamos con la novela histórica que se escribe en la actualidad: más dinámica, con más acción y con un estilo más cinematográfico. El estilo de Yourcenar es más íntimo, pausado, reflexivo. Con un esfuerzo enorme para ponerse en la piel de un emperador que vivió hace casi dos mil años y contarnos el mundo tal y como ella imagina que lo vivió. Así pues no leeremos sobre batallas, conquistas, conjuras e intrigas. Las hay, por supuesto, pero se las menciona de pasada sin pararse en ellas. El foco se centra más en las reflexiones filosóficas del momento, de los vaivenes de una vida en el que el centro del poder está en tu persona, en los retos y anhelos, en el amor y el desasosiego de la muerte. Una introspección de la persona y no del personaje que da a la obra un carácter muy personal, similar al que [a:Robert Graves|3012988|Robert Graves|https://images.gr-assets.com/authors/1487096604p2/3012988.jpg] hizo en su [b:Yo, Claudio|29921019|Yo, Claudio (Claudius, #1)|Robert Graves|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1460727652l/29921019._SY75_.jpg|4232388] y la segunda parte, [b:Claudio el dios y su esposa Mesalina|4443937|Claudio el dios y su esposa Mesalina (Claudio, #2)|Robert Graves|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1266735164l/4443937._SY75_.jpg|4232163]. Aunque existen diferencias importantes entre ambos escritores. Como la propia autora dice en las notas finales del libro: “[…] este estudio sobre la suerte de un hombre que se llamó Adriano hubiera sido una tragedia en el siglo XVII y un ensayo en el Renacimiento.”
Por ello, “Memorias de Adriano” demuestra el enorme trabajo que hay detrás de la obra y un tacto sin igual para tratar los hechos históricos y de los personajes, reales o ficticios. Obviamente, Yourcenar coge muchas de las fuentes históricas con pinzas, pues es bien sabido que mucho de lo que transmiten no es del todo fiable. Y añade de su cosecha personajes y motivaciones para poder completar la historia y formar esta novela histórica.
Por supuesto, habrá partes del libro en el que se mencionan algunos de los legados más conocidos de la importancia de Adriano que nos han llegado a día de hoy, como la creación del Muro de Adriano en Britania como defensa (o delimitación de los límites) del imperio. La restauración del Panteón, que se quemó y tuvo que ser reconstruido manteniendo la inscripción de Agripa en su frontón. El conflicto y rebeliones en Jerusalén que destruyó la paz por la que tanto había trabajado en Oriente. O su propio mausoleo, que acabó llegando a nuestros días como el famoso castillo Sant’Angelo en Roma.
También tengo que decir que su lectura no me ha enganchado tanto como esperaba. Y es que su texto es muy denso en algunos pasajes. Hay poca acción y el estilo es tan reflexivo, que es fácil distraerse en su lectura. Aún así reconozco el trabajo y los enormes conocimientos tanto culturales como humanos que hay detrás.
Es una perfecta continuación a la historia que narra [a:Santiago Posteguillo|1469075|Santiago Posteguillo|https://images.gr-assets.com/authors/1349802550p2/1469075.jpg] en su trilogía de Trajano, ya que ambas historias se yuxtaponen y complementan. De esta manera podemos comprobar que las personalidades de Trajano y Adriano coinciden en ambos escritores, pero las motivaciones que mueven a Adriano en las novelas de Posteguillo (especialmente en la última, [b:La legión perdida: El sueño de Trajano|27888988|La legión perdida El sueño de Trajano (Trajano #3)|Santiago Posteguillo|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1448347188l/27888988._SY75_.jpg|47895531]) se muestran diferentes en la novela de Yourcenar. Y ojo, esto no es malo, sino que nos ayuda a entender la riqueza del personaje, tener una visión más concreta del momento que le tocó vivir y la situación en la que se encontraba hasta que Trajano no nombrara un heredero. Así que si estáis leyendo o vais a leer la trilogía de Posteguillo, os recomiendo mucho que leáis a continuación “Memoria de Adriano”. Y es que me ha fastidiado un poco que hayan pasado tres años desde que leyera el último libro y reencontrarme aquí a muchos de sus personajes, de los que muchos solo tengo un vago recuerdo, y en el que se les trata de manera diferente según el punto de vista de Adriano.
No es una lectura rápida si la comparamos con la novela histórica que se escribe en la actualidad: más dinámica, con más acción y con un estilo más cinematográfico. El estilo de Yourcenar es más íntimo, pausado, reflexivo. Con un esfuerzo enorme para ponerse en la piel de un emperador que vivió hace casi dos mil años y contarnos el mundo tal y como ella imagina que lo vivió. Así pues no leeremos sobre batallas, conquistas, conjuras e intrigas. Las hay, por supuesto, pero se las menciona de pasada sin pararse en ellas. El foco se centra más en las reflexiones filosóficas del momento, de los vaivenes de una vida en el que el centro del poder está en tu persona, en los retos y anhelos, en el amor y el desasosiego de la muerte. Una introspección de la persona y no del personaje que da a la obra un carácter muy personal, similar al que [a:Robert Graves|3012988|Robert Graves|https://images.gr-assets.com/authors/1487096604p2/3012988.jpg] hizo en su [b:Yo, Claudio|29921019|Yo, Claudio (Claudius, #1)|Robert Graves|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1460727652l/29921019._SY75_.jpg|4232388] y la segunda parte, [b:Claudio el dios y su esposa Mesalina|4443937|Claudio el dios y su esposa Mesalina (Claudio, #2)|Robert Graves|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1266735164l/4443937._SY75_.jpg|4232163]. Aunque existen diferencias importantes entre ambos escritores. Como la propia autora dice en las notas finales del libro: “[…] este estudio sobre la suerte de un hombre que se llamó Adriano hubiera sido una tragedia en el siglo XVII y un ensayo en el Renacimiento.”
Por ello, “Memorias de Adriano” demuestra el enorme trabajo que hay detrás de la obra y un tacto sin igual para tratar los hechos históricos y de los personajes, reales o ficticios. Obviamente, Yourcenar coge muchas de las fuentes históricas con pinzas, pues es bien sabido que mucho de lo que transmiten no es del todo fiable. Y añade de su cosecha personajes y motivaciones para poder completar la historia y formar esta novela histórica.
Por supuesto, habrá partes del libro en el que se mencionan algunos de los legados más conocidos de la importancia de Adriano que nos han llegado a día de hoy, como la creación del Muro de Adriano en Britania como defensa (o delimitación de los límites) del imperio. La restauración del Panteón, que se quemó y tuvo que ser reconstruido manteniendo la inscripción de Agripa en su frontón. El conflicto y rebeliones en Jerusalén que destruyó la paz por la que tanto había trabajado en Oriente. O su propio mausoleo, que acabó llegando a nuestros días como el famoso castillo Sant’Angelo en Roma.
También tengo que decir que su lectura no me ha enganchado tanto como esperaba. Y es que su texto es muy denso en algunos pasajes. Hay poca acción y el estilo es tan reflexivo, que es fácil distraerse en su lectura. Aún así reconozco el trabajo y los enormes conocimientos tanto culturales como humanos que hay detrás.
Es una perfecta continuación a la historia que narra [a:Santiago Posteguillo|1469075|Santiago Posteguillo|https://images.gr-assets.com/authors/1349802550p2/1469075.jpg] en su trilogía de Trajano, ya que ambas historias se yuxtaponen y complementan. De esta manera podemos comprobar que las personalidades de Trajano y Adriano coinciden en ambos escritores, pero las motivaciones que mueven a Adriano en las novelas de Posteguillo (especialmente en la última, [b:La legión perdida: El sueño de Trajano|27888988|La legión perdida El sueño de Trajano (Trajano #3)|Santiago Posteguillo|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1448347188l/27888988._SY75_.jpg|47895531]) se muestran diferentes en la novela de Yourcenar. Y ojo, esto no es malo, sino que nos ayuda a entender la riqueza del personaje, tener una visión más concreta del momento que le tocó vivir y la situación en la que se encontraba hasta que Trajano no nombrara un heredero. Así que si estáis leyendo o vais a leer la trilogía de Posteguillo, os recomiendo mucho que leáis a continuación “Memoria de Adriano”. Y es que me ha fastidiado un poco que hayan pasado tres años desde que leyera el último libro y reencontrarme aquí a muchos de sus personajes, de los que muchos solo tengo un vago recuerdo, y en el que se les trata de manera diferente según el punto de vista de Adriano.
“Little soul, gentle and drifting, guest and companion of my body, now you will dwell below in pallid places, stark and bare; there you will abandon your play of yore. But one moment still, let us gaze together on these familiar shores, on these objects which doubtless we shall not see again....Let us try, if we can, to enter into death with open eyes...”
I had a hard time getting into this book, the first 80 pages or so was a very slow read for me but then something happened and I finished the remaining ~200 pages in one day. Halfway through I wanted to reread it before I had even finished the book.
The language is absolutely beautiful, and I wish my French was good enough to even think of attempting to reread it in its original language.
I had a hard time getting into this book, the first 80 pages or so was a very slow read for me but then something happened and I finished the remaining ~200 pages in one day. Halfway through I wanted to reread it before I had even finished the book.
The language is absolutely beautiful, and I wish my French was good enough to even think of attempting to reread it in its original language.
Perlas de tremenda belleza ocultas en un bosque donde es fácil perderse.
challenging
emotional
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Complicated
"Humanitas, Felicitas, Libertas."
Una grande e complessa opera questa della Marguerite Yourcenar sulla vita di Adriano, imperatore dell'antica Roma.
Ricostruzione che è un mix di saggio, poema e memorie, un lavoro svolto con estrema cura dall'autrice che ha impiegato anni per fare un'opera di enorme prestigio, va letto con attenzione, a volte ho fatto fatica tanti erano i concetti elencati e gli argomenti trattati perché complessi e variegati.
Adriano scrive una lettera aperta al giovane Marco Aurelio, dove racconta la sua vita senza veli alcuni, analizzando la sua opera politica, il suo amore per la bellezza, le sue debolezze, i suoi valori, il rapporto verso Antinoo, l'attrazione per la Grecia e verso tutti i suoi miti e la necessaria adorazione per gli dei che devono proteggere la sua missione: quella di far splendere Roma e tutto il suo impero.
Adriano un imperatore speciale, avanti per quei tempi, che è cosciente che prima o poi l'impero tramonterà, ma lui è chiamato ad agire nel miglior modo possibile, affinché il suo operato venga ricordato per la sua cortesia che è indispensabile, la sua deferenza, la sua compiacenza, la sua fermezza, la sua versatilità, la sua moralità, per creare un impero vastissimo dove i suoi sudditi siano trattati con Umanità, Felicità e Libertà.
"...l'essenziale è che l'uomo, giunto comunque al potere, in seguito abbia dimostrato che meritava di esercitarlo."
Delicato, fragile e poetico l'amore che Adriano prova per Antinoo, un giovane bellissimo che conosce durante le sue campagne in Asia, un fanciullo timido, ma anche ribelle, che non è mai completamente felice, nonostante tutta l'immensa passione che Adriano gli riversa, alla fine muore, suicidandosi e provocandogli un dolore inaccettabile, dal quale non si riprenderà mai più.
"...aveva dovuto credersi amato ben poco per non sentire che perderlo sarebbe stato per me il peggiore dei mali."
Un capolavoro, questo libro, che amplia i confini della cultura, della filosofia, della storia, un'opera necessaria al nostro bagaglio letterario.
"Thahit sua quenque voluptas (ognuno è attratto da ciò che gli piace): ciascuno la sua china; ciascuno il suo fine, la sua ambizione se si vuole, il gusto più segreto, l'ideale più aperto."
Una grande e complessa opera questa della Marguerite Yourcenar sulla vita di Adriano, imperatore dell'antica Roma.
Ricostruzione che è un mix di saggio, poema e memorie, un lavoro svolto con estrema cura dall'autrice che ha impiegato anni per fare un'opera di enorme prestigio, va letto con attenzione, a volte ho fatto fatica tanti erano i concetti elencati e gli argomenti trattati perché complessi e variegati.
Adriano scrive una lettera aperta al giovane Marco Aurelio, dove racconta la sua vita senza veli alcuni, analizzando la sua opera politica, il suo amore per la bellezza, le sue debolezze, i suoi valori, il rapporto verso Antinoo, l'attrazione per la Grecia e verso tutti i suoi miti e la necessaria adorazione per gli dei che devono proteggere la sua missione: quella di far splendere Roma e tutto il suo impero.
Adriano un imperatore speciale, avanti per quei tempi, che è cosciente che prima o poi l'impero tramonterà, ma lui è chiamato ad agire nel miglior modo possibile, affinché il suo operato venga ricordato per la sua cortesia che è indispensabile, la sua deferenza, la sua compiacenza, la sua fermezza, la sua versatilità, la sua moralità, per creare un impero vastissimo dove i suoi sudditi siano trattati con Umanità, Felicità e Libertà.
"...l'essenziale è che l'uomo, giunto comunque al potere, in seguito abbia dimostrato che meritava di esercitarlo."
Delicato, fragile e poetico l'amore che Adriano prova per Antinoo, un giovane bellissimo che conosce durante le sue campagne in Asia, un fanciullo timido, ma anche ribelle, che non è mai completamente felice, nonostante tutta l'immensa passione che Adriano gli riversa, alla fine muore, suicidandosi e provocandogli un dolore inaccettabile, dal quale non si riprenderà mai più.
"...aveva dovuto credersi amato ben poco per non sentire che perderlo sarebbe stato per me il peggiore dei mali."
Un capolavoro, questo libro, che amplia i confini della cultura, della filosofia, della storia, un'opera necessaria al nostro bagaglio letterario.
"Thahit sua quenque voluptas (ognuno è attratto da ciò che gli piace): ciascuno la sua china; ciascuno il suo fine, la sua ambizione se si vuole, il gusto più segreto, l'ideale più aperto."
Yo, Hadrian
When I learned the author spent over twenty years writing this book, I stopped feeling guilty that I took so long to finish it.
Hadrian, as I vaguely remember from Architecture school expands the Roman empire all the way to England.
At the beginning I really loved it. The emperor Hadrian is writing an end of life letter to his young protégé. He writes beautiful reflections about life and human relationships:
"Already certain portions of my life are like dismantled rooms of a palace too vast for an impoverished owner to occupy in its entirety. I can no hunt no longer...." (p.5)
But then, it is immersion in wars, invasions. Strange sounding lands, but many are not so strange, Alexandria, Jerusalem.
Hadrian's tactics of invasion and visionary leadership are just barely enough to keep me engaged. “…the clear-sightedness of Tiberius, without his harshness; the learning of Claudius, without his weakness; Nero’s taste for the arts, but stripped of all foolish vanity; the kindness of Titus, stopping short of his sentimentality; Vespian’s thrift, but not his absurd miserleness." (p. 167)
There is political good press of how he tried to be fair to slaves. There is love for other men.
The illustrations are weak black and white photos of old sculptures and murals.
I kept with it. When Hadrian’s beloved Antonius dies tragically, it becomes absorbing. Hadrian repeats sadly over and over A. is dead, A. is dead. Being an emperor, he can build cities and monuments and statues to this lost icon. It is a painful account, told from decades later. For me, this is when the narrative becomes a wide river and you can relax and experience it. Human sadness is the same now as then. In this way, the book is depressing because there is no peace in the middle east, not then when Hadrian fights wars with the Jewish tribes, or now.
In summary, I liked this book, but I found parts of it a bit slow going. Still, there were always great sentences to sustain:
"From time to time a servant would dip a great jar of porous clay into the cooling waters; even the most limpid verse lacked the sparkle of that clear stream." (p155)
When I learned the author spent over twenty years writing this book, I stopped feeling guilty that I took so long to finish it.
Hadrian, as I vaguely remember from Architecture school expands the Roman empire all the way to England.
At the beginning I really loved it. The emperor Hadrian is writing an end of life letter to his young protégé. He writes beautiful reflections about life and human relationships:
"Already certain portions of my life are like dismantled rooms of a palace too vast for an impoverished owner to occupy in its entirety. I can no hunt no longer...." (p.5)
But then, it is immersion in wars, invasions. Strange sounding lands, but many are not so strange, Alexandria, Jerusalem.
Hadrian's tactics of invasion and visionary leadership are just barely enough to keep me engaged. “…the clear-sightedness of Tiberius, without his harshness; the learning of Claudius, without his weakness; Nero’s taste for the arts, but stripped of all foolish vanity; the kindness of Titus, stopping short of his sentimentality; Vespian’s thrift, but not his absurd miserleness." (p. 167)
There is political good press of how he tried to be fair to slaves. There is love for other men.
The illustrations are weak black and white photos of old sculptures and murals.
I kept with it. When Hadrian’s beloved Antonius dies tragically, it becomes absorbing. Hadrian repeats sadly over and over A. is dead, A. is dead. Being an emperor, he can build cities and monuments and statues to this lost icon. It is a painful account, told from decades later. For me, this is when the narrative becomes a wide river and you can relax and experience it. Human sadness is the same now as then. In this way, the book is depressing because there is no peace in the middle east, not then when Hadrian fights wars with the Jewish tribes, or now.
In summary, I liked this book, but I found parts of it a bit slow going. Still, there were always great sentences to sustain:
"From time to time a servant would dip a great jar of porous clay into the cooling waters; even the most limpid verse lacked the sparkle of that clear stream." (p155)
I want to give this five stars, but it was a little slow and ponderous at times. Highlights obviously were Antinous, Yourcenar’s musings in beauty and love, and surprisingly, the notes about the writing of the book at the end. Very interesting, thinking of the lines between poetry and history (as she put it). Comparisons to Julian by Gore Vidal and Augustus by John Williams but I think she wrote a different kind of book, not better or worse, but quite distinct.
emotional
informative
reflective
relaxing
slow-paced
Plot or Character Driven:
A mix