Reviews

The Seed Man: Testimony by Violette Ailhaud

alternbruno's review against another edition

Go to review page

3.0

Relato corto sobre un pueblo que se queda sin hombres. Basado en eventos históricos. La guerra ha dejado a las mujeres sin hombres.

Ellas acuerdan compartir el siguiente hombre que llegue. En menos de 50 páginas transmite las sutilezas y lo explícito de ese pacto abierto y transparente.

Un relato contundente.

motnostalgique's review against another edition

Go to review page

5.0

brillante, da leggere assolutamente
tanto breve quanto intenso

dajna's review against another edition

Go to review page

3.0

Tratto da una storia vera. O meglio: è una storia vera. In un paese dove la guerra ha rapito tutti gli uomini le donne fanno un patto: il primo che arriverà al villaggio diventerà il marito di tutte. Una bella storia scritta con uno stile eccellente.

kat__books's review against another edition

Go to review page

fast-paced

2.0

kokeshi8's review against another edition

Go to review page

5.0

Relectura 2018

Debo decir que la primera vez que leí El hombre semen me gustó mucho más. Sin embargo, sigue siendo uno de mis libros favoritos de todos los tiempos.

(En esta relectura le quitaría una estrella eso sí)


----


Sangre en cada luna, del viente demasiado y del corazón constantemente.

¡Pero qué maravilla de novela testimonio!

Un pueblo donde solo hay mujeres y niños; tierra fértil pero sin semillas. La guerra les ha arrebatado todo, menos las ganas de vivir, gozar, amar, vibrar. El pacto es simple: el primer hombre que llegue será de la que toque primero, luego deberá ser compartido por el resto.
Finalmente, el hombre llega.

Es un pedazo de relato. Hay dolor y pasión en cada de sus frases. Totalmente estremecedor.

La vida daba vueltas. Había sido dura y bella para nosotros. Aún sería todo eso.


---


Frases para el bronce

El dialecto provenzal –la jerga, dicen los escupidores- es mi idioma materno y lo admiro por su resistencia. No obstante, decidí escribir nuestra historia en francés para que mi testimonio se propague más allá de nuestra región y porque amo también este segundo idioma. Lo aprendí, lo adopté como se adopta una patria, lo enseñé.

Nuestro sueño está en camino, helándose de pavor e hirviendo de deseo.

Y he aquí que la cercanía de este hombre empuja nuestra paciencia y la transforma de la buena perra que era, acostada a nuestros pies, en una loba hambrienta.

Yo, después de días de gritos y llantos, había transformado mi dolor en odio y en violencia.

Nuestro pueblo de mujeres vive bajo la mirada de esta pareja que nunca fue y cuyas siluetas inmóviles dan la espalda al valle. Es nuestra señal para decir que aquí hay vida.

Acaricio esta manzana que hago brillar y pienso en Eva. De pronto tengo ganas de creer en ese mito y ser la primera mujer.

Lo miro y desde ese momento sé que le pertenezco. Sé, al mismo tiempo, que deberé compartirlo.

Habíamos previsto todo ante la venida de un hombre. Nuestro primer objetivo era su semen, luego su fuerza de trabajo y, por último, su presencia. Nunca su amor.

Siento vergüenza y miedo. Vergüenza de estar atraída por el primer hombre aparecido después de Martín, vergüenza de ya estar tentada a traicionar el juramento que me une a las otras mujeres del pueblo. Miedo de no saber compartir, miedo de sufrir.

Era felicidad de una parte y era herida de otra. Una herida que se esforzaba en cicatrizar, pero rascábamos la costra sin pausa para hacerla sangrar, para que vinieran aún más ideas, pensamientos, otros recuerdos del futuro que vendría.

Pero este placer es siempre infértil. Mi corazón y mi cuerpo están vacíos. El primero llora al hombre perdido. El segundo al hombre que no viene.

Sangro en cada luna, del vientre demasiado y del corazón constantemente.

El hombre lee. Es lo que descubro de él cuando le llevo la cena. Lee, algo poco común. Este descubrimiento hace latir mi corazón. Para mí, un hombre que lee no puede ser otra cosa que un hombre bueno. Y también es una cosa que tenemos en común.

Recuerdo el placer de leer y releer, de saborear los sonidos de los poemas leídos en voz alta, sola en los campos, cuando el viento soplaba fuerte.

Desde pequeña mi padre me enseñó a cuidar lo que me presentó como “unos platillos frágiles en los cuales las palabras e ideas se ordenan” cuando hice la infantil pregunta: “¿Qué es un libro?”. Extraigo de ahí y de allá una frase que saboreo.

Cada mujer guarda en ella ese secreto que no comparte pero que las otras adivinan, porque ese nacimiento condiciona su vida de mujer en su relación con el hombre.

Haré este trabajo. Haré este trabajo porque es trabajo de hombres y no veo más hombres acá. Haré este trabajo con consciencia porque me gusta el trabajo bien hecho. Haré este trabajo con también placer porque siempre siento placer al hacer lo que debe hacerse. Pero haré este trabajo sin amor, porque el amor lo guardo para nosotros.

La vida daba vueltas. Había sido dura y bella para nosotros. Aún sería todo eso.

marilupignetta's review against another edition

Go to review page

challenging emotional hopeful informative inspiring lighthearted reflective tense fast-paced

4.0

alexaperdomo's review against another edition

Go to review page

4.0

Un testimonio breve sobre un pequeño pueblo francés que se quedó, de repente y a causa de una revolución, sin hombres.

Violette, la autora y protagonista de tal testimonio, relata con mucha sensibilidad y humanidad femenina, cómo ella y las otras mujeres se sentaban a debatir sobre el futuro, sobre sus vientres vacíos y sobre la posibilidad de un hombre.

La necesidad de reproducirse, de tener hijos se hace cada vez más pesada e insoportable en la villa, pero también, en silencio, cada mujer siente la necesidad del amor, de darlo y recibirlo.

"Sangro en cada luna, del vientre demasiado y del corazón constantemente".

Los cálculos, matemáticos y fríos, se caen con violencia cuando aparece Juan, el primer hombre, después de muchos meses.

Entonces el amor vuelve a florecer, y Violette da cuentas de la importancia de amar y ser amado, del placer de la pareja, del amor entregado, sin pensar en el dolor del abandono o el fin.

Porque la soledad es dolorosa, más cuando es obligada. Pero la dicha de la compañía, cuando llega, borra todo el dolor con un colchón de esperanza para el porvenir en la vida de una mujer.

"La vida daba vueltas. Había sido dura y bella para nosotros. Aún sería todo eso".

mar_0820's review against another edition

Go to review page

informative relaxing fast-paced

3.0

marinels's review against another edition

Go to review page

adventurous emotional funny informative medium-paced

3.5

acciooguitar's review against another edition

Go to review page

emotional fast-paced

5.0