Reviews

A Nest of Nightmares by Lisa Tuttle

ag11's review against another edition

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challenging dark emotional mysterious medium-paced
  • Plot- or character-driven? N/A
  • Strong character development? N/A
  • Loveable characters? N/A
  • Diverse cast of characters? N/A
  • Flaws of characters a main focus? N/A

4.25

stutee's review against another edition

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dark mysterious tense fast-paced
  • Plot- or character-driven? Plot
  • Strong character development? No
  • Loveable characters? No
  • Flaws of characters a main focus? Yes

4.75

etwasinspired's review against another edition

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dark fast-paced

5.0


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ironpetals's review against another edition

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3.0

3,5

sisteray's review against another edition

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5.0

CW: Sexual Assault

This horror collection came out in 1986. At the time, it felt that bookshelves were filling up with mass market horror novels. I can totally see how this might have been buried beneath the white noise, and never got traction. This book really should have a bigger audience. But as someone that lived through the 80s, I can't help but feel that the fact that almost of these stories have female protagonists internalizing their social anxieties might have something to do with it.

These stories are all horrors spun out of the pressures and expectations that are put upon women, the specific dangers that women face and the emotional burdens that become personified or used against them. These masterfully written pieces require an audience that wants to give a crap about what women think/want/desire/fear. I'm not sure that the dudes in the 80s that were picking up random horror paperbacks were going to be the right audience for these stories.

Thankfully now by way of expanded speculative fiction and YA, more women are given the chance to tell their stories, and thus more women are being marketed to.

So I'm hoping that this collection finally has the chance to fall into the right hands.
Reading these stories 25 year after they were released really gives me a lot of perspective. There were a lot of revolutionary approaches to contemporary horror fiction. I feel that a big direction of present day horror is to tell personal stories with the horror as the frosting on the top of the character's internal struggle.

Frequently, while reading these I couldn't help thinking that Laird Barron or John Langan read these and figured they could write these kinds of stories.

This book still feels fresh. I loved almost all of it and what I didn't love, I still really liked, there isn't a dud story here.

So I guess I should talk about the content warning. There is a rape of a character in one of the stories and an observation of a rape in another story. I felt that she included them for specific purposes of storytelling, and they made sense in context. They didn't feel gratuitous or sexually exploitive to me. But if you had been curious to read this, you should be forewarned.

The big standout stories for me were: Flying to Byzantium (an author struggles with her past), Treading the Maze (British folk eeriness), The Horse Lord (Seriously Laird Barron must have read this), The Other Mother (The struggle of a single mother), A Friend in Need (adolescent loneliness), The Nest (sisters trying to patch things up). But really all the stories were quality material.
I can't recommend this enough.

saltyessentials's review against another edition

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dark tense medium-paced

3.75

Enjoyably Good 

__sam__'s review against another edition

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medium-paced
  • Plot- or character-driven? Plot
  • Strong character development? No
  • Loveable characters? No
  • Diverse cast of characters? No
  • Flaws of characters a main focus? Yes

2.5

estherbismarck's review against another edition

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5.0

Necesito más terror escrito por Lisa Tuttle, por favor.

qdony's review

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4.0

Todo un descubrimiento. Nevsky saca una traducción al castellano, una antología a no dejar escapar.

Lo veo clásico y muy bien escrito. Muchas veces tiene moraleja, más o menos, pero sin molestar ni eclipsar la historia. A veces consigue dar muy mal rollo. Es un planteamiento del horror muy psicológico, doméstico.

espectrosocial's review against another edition

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5.0

Nido de bichos

la verdad es que el libro empieza con un relato impactante sobre todo por su agresividad, si lo comparamos con el resto de la antología. Digamos que Lisa pisa fuerte. Lo que más me ha gustado es la atmósfera de extrañeza y opresión que crea en tan solo unas páginas. Casi puedes sentir la soledad de la protagonista como si fuera la tuya propia. El desamparo de no saber adónde ir, la esperanza de haber encontrado un refugio en el que escapar de la miseria la lleva directa a un pozo más oscuro todavía: a una trampa. Por momentos me he imaginado la casa como el motel de Norman Bates, de Psicosis, y lo cierto es que el chico me ha recordado a él, solo que hace gala de una seguridad digna de un playboy irresistible. En el fondo sabe lo que es, sabe que tarde o temprano no podrás resistirte a él, así que ¿para qué fingir?

Hamburguesa de carne de muñeca:

la premisa es simple, parte de una escena que podría ser cotidiana, pero que en el contexto de la infancia y los terrores ligados a ella, se convierte en algo espantoso. Recuerdo cómo mi madre me contaba todavía con miedo en los ojos, cómo se había quedado traumatizada porque de niña, los mayores le contaron que si no se iba pronto a la cama venía 'el hombre del saco' y se llevaba a los pequeños desobedientes para comérselos. El miedo siempre ha sido una de las mejores armas para doblegar al ser humano, y causa estragos sobre todo en aquellos que tienen un gran poder imaginativo. Me parece significativo el hecho de que el relato se llame hamburguesa de 'carne' de muñeca, porque esa sola palabra reviste a las muñecas de una cualidad más humana. Y es que para la niña no se trata, obviamente, de muñecas de plástico, sino de compañeras de juego a las que cuida y con las que mantiene una relación (todas y cada una de ellas tienen nombre). No nos importa si el relato es todo una ficción desarrollada en la mente atemorizada de la pequeña, sentimos su miedo como algo palpable.

Bienes compartidos:

este relato me ha parecido espeluznante por comprender hasta qué punto son capaces de llegar dos personas que se odian con tanta fuerza. Más horroroso es, si tienes o has tenido alguna vez un perro y has experimentado el amor desinteresado que te dan. Literalmente, puedes hacer lo que quieras con ellos porque se entregan totalmente a ti. ¿Cómo puede ser el odio un sentimiento tan fuerte que pase por encima de una clase de amor así? La (ex)pareja no tiene ningún tipo de escrúpulos a la hora de pedirle al veterinario que acabe con la vida del animal, llegando a ser hasta intimidantes. El horror está realmente en el corazón y las mentes de esos dos envenenados por el odio mutuo que se profesan. No me sorprende que al tener un hijo y volver a sentir ese odio, uno de los dos se plantee asesinarlo. Por desgracia, se han visto casos así en la vida real...

Volando a Bizancio:

no sé por qué, pero de todos los cuentos este es el que más me ha resultado pesadillesco. ¿Puede ser porque tenga tintes autobiográficos y la autora consiga transmitir tan efectivamente sus miedos? Desde que la protagonista se baja del avión se siente un poco desorientada y duda de sus propias motivaciones para viajar a la convención. Esas dudas se van incrementando a medida que transmite el relato y toda su firmeza o decisión se van desinflando como un globo poco a poco. Y esto no solo se ve en sus palabras y su manera de actuar, sino que se refleja en su propio aspecto físico. Una de las dos chicas que la recoge en el aeropuerto se va adueñando poco a poco de la situación hasta que se impone a la protagonista por completo, llega a aterrorizarla y le recuerda a la relación que tenía con su madre. Veo en muchas de las historias de Lisa Tuttle el retorno de los recuerdos de la infancia unas veces como refugio al que acudir o como pesadilla de la que escapar, siempre con tintes oníricos, como envueltos en niebla.

Recorriendo el laberinto:

bajo mi punto de vista, uno de los mejores relatos de esta antología. ¿Por qué? Por su tono melancólico, de ensoñación, ese presagio de desgracia inminente y la fuerza mítica de un elemento como el laberinto, presente desde tiempos inmemoriales en las culturas más antiguas de la humanidad. Una sola figura perdida en medio de un campo de cultivo bajo la luz de la luna, realmente hay que imaginar la escena y los pelos se le ponen a una de punta. No hace falta que la autora nos diga lo que va a ocurrir, en el momento en que el hombre descubre el laberinto y decide recorrerlo, sabemos que va a terminar mal. ¿Muere por causas naturales o es debido a sus pasos hasta el centro del laberinto que pierde más tarde la vida? Nada sabemos, pero algo intuimos (la señora Tuttle es a veces muy sutil)... Cuando él muere, tiempo después la chica vuelve al mismo punto y da unos pasos en el laberinto, pero consigue separarse del camino a tiempo, pues nota que unas manos huesudas la alcanzan. ¿A tiempo de qué? De convertirse en otra caminante espectral más del laberinto.

El señor de los caballos:

la verdad es que al principio arranca muy bien, la leyenda que envuelve los terrenos de la casa y el establo que en ellos se encuentra consigue atraparme desde el primer minuto. Pero poco a poco la historia va perdiendo fuelle y no puedo evitar sentir que podría haber dado mucho más de sí, puesto que el material inicial era bueno. El final sobre todo es lo que me ha dejado un sabor más agridulce, creo que le ha faltado un par de vueltas. La escena final en la que aparecen los niños con dentaduras de caballo... no lo puedo evitar, me produce más risa que otra cosa, y le resta todo el encanto a la historia.

La otra madre:

aquí hay muchos temas que se podrían analizar, pero el más importante a mi entender, es el sentimiento de que la maternidad ha arrancado a la protagonista una parte de su propia individualidad. El espectro, espíritu o como se le quiera llamar que encuentra al otro lado del lago, no es sino una manifestación de ese aspecto creativo y femenino que ha visto desterrado de su ser. En un momento determinado, un pájaro blanco que adivinamos como parte de la dama de blanco, intenta picotear los ojos de los niños. Y yo me pregunto, ¿no hay veces en los que la madre se arrepiente de tener que dedicarles todo su tiempo? ¿No podría ser este otro aspecto de una parte de sí misma que no quiere reconocer? Obviamente no quiere matar a sus hijos, pero ¿no sueña indirectamente con deshacerse de ellos y disponer de tiempo para ella? Ese sentimiento de culpa, de no haber sido una mala madre para ellos, es lo que me ha transmitido el desenlace del relato... He de decir que me ha parecido un poco confuso el final, mi hipótesis es que es la causante de la muerte de sus propios hijos...

Curioso e interesante que muchos relatos de esta autora envuelvan aspectos como la maternidad, el matrimonio, el rol de género... y los una al terror. Acostumbrada como estoy al terror de autores como Lovecraft, Poe u otros autores más "canónicos", la presencia permanente de la mujer me ha ofrecido otra perspectiva sobre el género, más rica y original.

Necesidad:

otra visión acerca de la culpa, el arrepentimiento. Esta vez con la pesadísima carga de saber que no podrá ser reparada de forma alguna. La chica del relato es al principio casi insolente con el joven que se encuentra en el cementerio y, en parte, lo puedo entender. El chico es cuanto menos 'creepy', pero está desesperado, se siente solo y busca otra alma afín que le haga sentir vivo. Es por ello quizás por lo que hasta que no avanza la historia, yo dudo seriamente de si se trata de un fantasma que pulula por el cementerio o existe de verdad. Solo cuando la chica experimenta la pérdida y la soledad en la misma medida que el joven, puede entender su desesperación y se lamenta de haberle dado la espalda en el momento más crucial. Claro está que no ha de sentirse responsable por algo tan drástico y grave como un suicidio, pero sí vemos la dificultad de empatizar con la soledad del otro cuando tenemos a alguien a nuestro lado... hasta que lo perdemos y miramos a nuestro alrededor preguntándonos ¿Cómo me he quedado tan solo?

Lisa Tuttle me ha tocado la fibra sensible con este cuento, y por momentos he sentido una punzada de dolor en el pecho al pensar en las veces en las que damos por sentado el valor de nuestra compañía, sobre todo cuando nos sentimos cobijados por la seguridad de tener una pareja estable, amigos de confianza o una familia. Recordemos que al inicio del relato la chica no se quiere relacionar con absolutamente nadie, ni siquiera sus propios compañeros de piso. ¿Para qué?, no tienen nada que ofrecerle. El suicidio es un caso extremo, desde luego, pero recuerdo cuántas veces me sentaba sola en el parque a la hora del recreo porque no tenía muchos amigos. Casi siempre compartía asiento con algún anciano o anciana y tarde o temprano surgía la conversación. Ese momento que para mí podría ser intrascendente, pudo aliviar quizás la soledad y la tristeza de personas mayores que se sienten aisladas de la sociedad, y para las que una simple charla pudo ser reconfortante, necesaria. Y no solo pienso en ancianos, sino en tanta gente que se siente al margen de la sociedad, chicos que sufren de bullying, vagabundos... Nadie es inmune a la enfermedad de la soledad. Tenemos "necesidad" de contacto humano.

La memoria de la madera:

no sé por qué, pero me ha recordado mucho a los cuentos de M. R. James. ¿Quizás porque era anticuario y se nota en la temática de sus cuentos? La presencia de un olor extraño que solo aparece en relación con el fantasma, tiene el tinte de los cuentos de terror más clásicos. Esos que se cuentan como entretenimiento en una noche de tormenta alrededor de la chimenea, con un toque más moderno, eso sí. De nuevo puedo sentir la soledad de la madre al verse incomprendida por el marido. Ella tiene la certeza de que pasa algo raro con el arcón que han comprado, y que el olor a putrefacción que desprende desde el primer momento en que abren la tapa proviene de él, por muy misteriosamente que desaparezca. Sin embargo, el marido no la cree y no es capaz de oír los llantos de bebé que se oyen por la noche. Percibo mucha de esta incomprensión entre marido y mujer en la mayoría de los relatos. Ellas se sienten como invisibles; hablan, pero no llegan a comunicarse con los demás, cada uno encerrado en su propia visión de la realidad. El final no me ha sorprendido en absoluto porque parecía previsible lo que iba a suceder, pero eso no le ha restado encanto.

Cuando te necesita un amigo:

aquí Tuttle juega constantemente con la neblina de los recuerdos de la infancia. Es difícil estar seguro de cosas que nos han sucedido a tan temprana edad. La mente se debate buscando pistas (sonidos, olores, conversaciones, lugares) que den sustancia a esos recuerdos, pero a veces es complicado distinguirlos de simples sueños (sobre todo a medida que avanzamos en el camino de la vida). Durante todo el relato me he preguntado ¿es una de ellas un espectro? ¿Y si es así, cuál de las dos? ¿Está teniendo una alucinación y no hay nadie en el aeropuerto? En este caso me ha venido a la mente algún que otro capítulo de Twilight Zone, esa misma sensación de extrañeza, confusión mental, ese quiebro de la aparente cordura que rige las leyes de nuestro mundo. Personalmente, me gusta que se deje al lector a la deriva, a merced de sus propias conclusiones.

La extraña:

el argumento me ha parecido igualito al de un capítulo de Twilight Zone llamado 'A tiro de piedra'. En él, un ejecutivo regresa a su pueblo y contempla asombrado como todo está tal cual recuerda en su infancia, su familia, su casa... incluido él mismo cuando era pequeño. Comparte con el cuento de Lisa el sentimiento de la nostalgia por la una época ya perdida, pero en el último caso, se añade a ello la necesidad de la protagonista de escapar de un presente que odia. Quiere tener la oportunidad de empezar de nuevo, de reescribir la historia de su vida, borrar el fracaso de sus matrimonios fallidos. ¿Cuántos no hemos imaginado dar marcha atrás en el tiempo? ¿Cuántas cosas hubiéramos dicho o callado? En ocasiones sentimos que las etapas de nuestra vida son como capítulos que van quedando escritos en un libro, sin posibilidad de eliminarlos. ¿Escaparía al mundo de la infancia, lleno de nuevas posibilidades, borraría los errores cometidos junto con las alegrías? Magnífico relato para reflexionar sobre todas estas cosas.

Sun City:

quizá es este, junto con el dios-caballo, el relato que me ha dejado más indiferente. Supongo que pensar en que el deseo de la protagonista de erigir un muro en la frontera de Mexico, podría verse realizado des-gracias a Trump, me ha sacado de contexto. Y es que con el resto de protagonistas he podido empatizar sin problemas; no es algo que necesite, pero suelo meterme más en el relato. Sin emabrgo, quien podría sentir aprecio por una chica sin escrúpulos, que ve cómo violan a otra mujer y no da parte a las autoridades, que ve malas intenciones en personas que tratan de ayudarla solo por el hecho de que son latinos. ¿En serio? Parece una especie de ironía que sea un dios mexicano quien acabe con ella, ¿no? Creo que una historia puede ser fantástica y al mismo tiempo creíble. No sé cómo explicarlo mejor, puede que se escape a las leyes de nuestra realidad conocida, pero tener coherencia dentro del hilo argumental. Pero en este caso me ha faltado ese 'algo' que conectara los puntos, simplemente no he podido tomármela en serio.

El nido:

todavía no sé muy bien qué he leído. ¡Pero me encanta! Mi subconsciente detecta tanta simbología encerrada en esta historia. Parece simple, ¿no? Dos hermanas se van a vivir juntas a una casa perdida en el monte, ambas están plenamente convencidas de adquirirla, la casa necesita una reparación urgente en el tejado porque hay un agujero, pero se demora más y más por diversos motivos. Descubren que la habitación de la hermana pequeña comunica con el desván por una trampilla en el techo, y las ausencias de ésta son cada vez más evidentes... La mayor no se atreve a subir porque le da miedo, pero una vez que se va sola a pasear le parece ver un enorme pajarraco negro apoyado en una rama frente al tejado e introducirse por el agujero en el desván.

Es muy simple y muy extraño a la vez. Lo más extraño parece ser la relación que mantienen estas dos hermanas. La mayor dice proteger a la pequeña de los peligros que al parecer siempre son hombres, pero la pequeña no parece necesitar de ella, sino que va directa a ellos. En algunos diálogos se hace patente que la menor ejerce una especie de dominación sobre la mayor, precisamente porque es sabedora del miedo que en el fondo siente la otra. ¿Se aprovecha quizás de ese miedo para llegar a sitios en los que ella nunca se adentraría? Estos sitios son, a mi parecer, oscuros, ocultos, envueltos en la noche y en el misterio, están vedados a la luz... Y lo primero que me viene a la mente es el sexo, simbolizado por la autora como la criatura alada, negra, que se cuela por el tejado y anida en el altillo. Nunca la vemos del todo, solo sabemos que es del tamaño de un ser humano, y muy negro. Suponemos que el nido es suyo, y fijémonos que está hecho de basura, de las cosas que deshechamos, que no queremos ver, de lo impuro...

Es el sexo lo que separa a una hermana de la otra, es el sexo lo que le falta y lo que la otra no le puede proporcionar, lo que la arranca de su lado, por no aceptarlo como parte de la naturaleza de su hermana.