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3.92 AVERAGE
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I'd forgotten how much this sets the scene for future tales. I also enjoyed the historical aspects of the story. Details of the new (and patently regarded as weird by ACD) Mormon faith but also of pioneering and the opening up of western USA. I like the predictability too its all about the romance and the things we do for love. Onwards to The Sign of the Four
adventurous
informative
mysterious
fast-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
Complicated
A good story that captures the feeling. However it's use of mormon terminology is faulty at best
adventurous
lighthearted
mysterious
medium-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
No
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Complicated
I wasn't sure if I would be into these books, but I enjoyed it and found it an easy read, although the section on the Mormon backstory was very long and not really needed
adventurous
mysterious
medium-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
Complicated
adventurous
mysterious
medium-paced
Plot or Character Driven:
Plot
Strong character development:
No
Loveable characters:
Yes
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
No
adventurous
dark
informative
reflective
fast-paced
Plot or Character Driven:
Character
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
Complicated
Flaws of characters a main focus:
Complicated
Estudio en escarlata no solo es la primera aparición de Sherlock Holmes, sino también el germen de un nuevo paradigma en la ficción detectivesca. Leer esta novela en pleno siglo XXI, tras generaciones de imitaciones, adaptaciones y homenajes, es como viajar al momento fundacional del mito: ese instante exacto en que la inteligencia lógica se convierte en espectáculo narrativo.
La novela tiene algo de doble entrada. Por un lado, presenta el debut del icónico dúo: el meticuloso Holmes y el siempre desconcertado pero entrañable Watson, cuya voz narrativa establece una dinámica que marcará para siempre la literatura de detectives. Y por otro lado, guarda en su estructura un giro inesperado —la digresión a los Estados Unidos, la historia de los mormones, el relato retrospectivo del asesino— que rompe con las convenciones a las que una lectora moderna podría estar acostumbrada.
Confieso que esa segunda parte me sorprendió: pasamos del Londres brumoso al desierto de Utah, de la deducción al drama épico, casi bíblico. Hay algo osado en esa ruptura estructural, que puede parecer torpe para algunas lectoras acostumbradas a la continuidad del thriller contemporáneo, pero que a mí me pareció fascinante en su ambición. Doyle aún no había terminado de esculpir su estilo —Holmes aún es más arrogante que carismático, y Watson todavía se presenta sin su humanidad plena—, pero ya había una voz fuerte, un estilo claro y una intención literaria singular.
Holmes brilla como mente analítica, pero no está todavía domesticado por el cariño de la costumbre. Es más distante, más cortante, más deslumbrante que entrañable. Su razonamiento clínico ya está ahí, intacto, y en cada deducción vemos el nacimiento del método deductivo como arte literario.
Me parece valioso recordar que Estudio en escarlata fue escrita en un momento en que la novela policíaca aún buscaba su forma. Doyle recoge la herencia de Poe —la lógica de Auguste Dupin— y la afila con el rigor de la ciencia moderna y el pulso narrativo de la novela de aventuras. En ese sentido, no solo inventa a Holmes: inventa una nueva forma de leer los crímenes.
Le doy 4 estrellas porque, si bien disfruté la lectura enormemente, reconozco que la novela aún está asentando sus bases. Es en las siguientes entregas —El signo de los cuatro, El sabueso de los Baskerville, los cuentos de Las aventuras— donde Doyle alcanza su madurez narrativa. Pero Estudio en escarlata sigue siendo una pieza clave, un umbral. Y como tal, se lee con placer y con reverencia.
Una lectura deliciosa, ideal para quienes quieren ver nacer a uno de los personajes más influyentes de la literatura universal. El comienzo de una larga y maravillosa amistad... con el crimen.
La novela tiene algo de doble entrada. Por un lado, presenta el debut del icónico dúo: el meticuloso Holmes y el siempre desconcertado pero entrañable Watson, cuya voz narrativa establece una dinámica que marcará para siempre la literatura de detectives. Y por otro lado, guarda en su estructura un giro inesperado —la digresión a los Estados Unidos, la historia de los mormones, el relato retrospectivo del asesino— que rompe con las convenciones a las que una lectora moderna podría estar acostumbrada.
Confieso que esa segunda parte me sorprendió: pasamos del Londres brumoso al desierto de Utah, de la deducción al drama épico, casi bíblico. Hay algo osado en esa ruptura estructural, que puede parecer torpe para algunas lectoras acostumbradas a la continuidad del thriller contemporáneo, pero que a mí me pareció fascinante en su ambición. Doyle aún no había terminado de esculpir su estilo —Holmes aún es más arrogante que carismático, y Watson todavía se presenta sin su humanidad plena—, pero ya había una voz fuerte, un estilo claro y una intención literaria singular.
Holmes brilla como mente analítica, pero no está todavía domesticado por el cariño de la costumbre. Es más distante, más cortante, más deslumbrante que entrañable. Su razonamiento clínico ya está ahí, intacto, y en cada deducción vemos el nacimiento del método deductivo como arte literario.
Me parece valioso recordar que Estudio en escarlata fue escrita en un momento en que la novela policíaca aún buscaba su forma. Doyle recoge la herencia de Poe —la lógica de Auguste Dupin— y la afila con el rigor de la ciencia moderna y el pulso narrativo de la novela de aventuras. En ese sentido, no solo inventa a Holmes: inventa una nueva forma de leer los crímenes.
Le doy 4 estrellas porque, si bien disfruté la lectura enormemente, reconozco que la novela aún está asentando sus bases. Es en las siguientes entregas —El signo de los cuatro, El sabueso de los Baskerville, los cuentos de Las aventuras— donde Doyle alcanza su madurez narrativa. Pero Estudio en escarlata sigue siendo una pieza clave, un umbral. Y como tal, se lee con placer y con reverencia.
Una lectura deliciosa, ideal para quienes quieren ver nacer a uno de los personajes más influyentes de la literatura universal. El comienzo de una larga y maravillosa amistad... con el crimen.
This reads like a really good Lifetime movie. Which is still... a Lifetime movie.
adventurous
mysterious
fast-paced
mysterious
fast-paced
Plot or Character Driven:
A mix
Strong character development:
Complicated
Loveable characters:
Complicated
Diverse cast of characters:
No
Flaws of characters a main focus:
No