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axl_oswaldo 's review for:

La taberna by Émile Zola
5.0

Best book I read in June 2021

“Lo que necesitamos es libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentir desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo.” – Fragmento de una carta de Kafka a su amigo Oskar Pollak

La frase anterior define muy acertadamente a La taberna de Émile Zola, una novela que no te permite seguir siendo el mismo que eras antes de leerla. Una historia que te golpea, y que te sigue golpeando incluso cuando ya estás más que derribado; esta es la historia de Gervaise Macquart, una mujer que pasa de tener sueños y aspiraciones en la vida, a verse en la necesidad de desterrarlos debido a sus circunstancias.

Para ser mi primer acercamiento a Zola ha sido mucho mejor de lo que esperaba, y sobre todo porque tenía el temor, en principio, de que fuera una lectura densa o que la forma de escribir del autor representara un obstáculo inicial. En absoluto lo es, de hecho, leer a Flaubert o a Balzac fue más complicado para mí que leer a Zola.

El autor escribe con un lenguaje sencillo, muy cercano a sus personajes, quienes representan a la clase obrera de París durante el segundo imperio francés (1852-1870). De hecho, esta novela forma parte del conjunto de veinte novelas agrupadas bajo el título “Los Rougon-Macquart, historia natural y social de una familia bajo el segundo imperio”, para ser más preciso, es la séptima entrega.

Pero, ¿de qué va La taberna? Esta obra nos presenta a Gervaise como protagonista, su historia, la cual se desarrolla en el barrio de la Goutte-d’Or, donde los personajes, así como los lugares próximos que rodean a Gervaise, conviven en un ambiente lleno de todas las inmundicias y vicios de la sociedad. Desde la pobreza, la carencia de oportunidades, la pérdida de la esperanza y de la razón, hasta males tan destructivos como el alcoholismo, la violencia, el maltrato, la avaricia, entre otros.

Gervaise es toda una heroína dentro de su propia historia, si bien cada quien podría juzgar sus decisiones y acciones de manera diferente; es posible que algunas veces se quisiera ser su apoyo, darle un abrazo para decirle que todo estará bien, y otras solamente ser un simple observador, pero más certeramente, uno desearía que los hechos siguieran un rumbo distinto, o al menos que no fueran tan radicales. Al final, Gervaise es de esos personajes que te marcan, y que al menos en mi caso, será muy difícil expulsar de mi mente.

Si se está familiarizado con el naturalismo (que fue un movimiento instaurado por el autor), se sabe que sus obras retratan lo más real posible el cómo se vive en un sector de la sociedad, en este caso la clase trabajadora, quien día con día debe mantenerse a flote en un mundo que le ha dado la espalda. Si bien esto ocurría en el París del siglo XIX, fácilmente podría darse en cualquier lugar, en cualquier momento de la historia, y por supuesto que también en la actualidad.

Como verán, he decidido no contar nada de la trama porque vale la pena que cada quien lo descubra por sí mismo. Solo quisiera agregar un par de datos más para fortalecer mis comentarios de la obra:
- Por lo que investigué antes de leer La taberna, no es necesario leer los veinte libros en orden, ya que cada uno es autoconclusivo (este definitivamente lo es). Además, en las notas de esta edición se mencionan personajes que pasarán a ser protagonistas de sus propias historias más adelante, un ejemplo sería la novela Germinal, la cual es protagonizada por uno de los hijos de Gervaise.
- La novela arranca poco antes de que dé inicio el segundo imperio, lo cual me lleva a comentar el golpe de estado del 2 de diciembre de 1851; esto lo quiero recalcar porque hace un par de meses leí La educación sentimental de Gustave Flaubert, y ahí se relata (al igual que en la La taberna) este hecho histórico. ¿Qué es lo que destaco? Que en la obra de Flaubert vemos dicho golpe desde la perspectiva y los ojos de la burguesía, y en el caso de La taberna lo vemos desde el punto de vista de los obreros. Yo me impresioné cuando leí esto, aunque fue mucho más breve en una obra que en la otra, no pude evitar comparar cómo cada autor retrata un mismo hecho desde dos puntos de vista diferentes e incluso, contrarios.
- En cuanto a personajes, no hay ninguno, y lo recalco muy bien, ni uno solo que sea posible de olvidar, o que sea fácilmente desechable. Zola crea personajes maravillosos, con características únicas, con sus demonios y con sus virtudes (aunque no todos las posean). En especial menciono tres (además de Gervaise) que se quedan conmigo: por un lado Goujet, que es el personaje al que más le tuve cariño después de la protagonista; es esa clase de mano amiga que cualquiera necesita en los momentos complicados. Por otro lado el tío Bru, un hombre que vive en la calle que te hace reflexionar mucho en cuanto sabes por qué se encuentra así, y por último, la pequeña Lallie, cuya historia es para mí de las más impactantes, la que nunca podré olvidar y la que me ha dejado una huella muy profunda (no miento si digo que la mayoría de las veces que lloré, que fueron muchas, fue debido a la situación de Lallie).

En fin, me dije ayer por la noche que leería una hora máximo, me faltaban cuatro capítulos y comencé a leer a las 11 p.m. y bueno, me dieron las 12 y la 1 y las 2 y las 3 (cálmate Joaquín Sabina), y cuando menos me di cuenta ya eran las 4 a.m. y había terminado la novela. ¿Valió la pena? Valió cada maldito segundo.

Solo me hacía falta leer el prólogo, el cual está bastante completo y habla un poco de la vida del autor y el cómo hizo para que esta novela germinara. Asimismo, menciona la dificultad que tuvo el traductor al traducir ciertas expresiones propias del lenguaje informal y de entrada, el título del francés L'Assommoir a La taberna; en mi opinión, pienso que el título debería mantenerse como en el original, si bien cuando se inicia la lectura no se sabe el por qué, al final, se convierte en uno de los títulos más certeros que he visto en una novela.

En resumen, y para no aburrir más, quiero recomendar total y absolutamente esta obra de ARTE. Si les gusta o no, bueno, podría pasar, pero que deje indiferente a nadie es imposible que suceda.
Me pongo de pie y aplaudo al grande de Zola.

“¡Ay, cuánta agonía de pobres, cuántas entrañas vacías que rugen de hambre, cuántas bestias necesitadas a las que les castañetean los dientes y se apipan de inmundicias en este gran París dorado y flamante!”