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celiarm3 's review for:
Los abismos
by Pilar Quintana
(Ya que lo escribo para clase pues lo pongo por aquí también)
Pilar Quintana nos presenta la historia de una familia desde la perspectiva de Claudia, la hija. Con su voz de adulta, Claudia nos narra un momento crucial en su vida pero manteniéndose fiel a las impresiones de su yo de 8 años.
Adentrándonos en esa visión infantil, vivimos con ella la relación de sus padres, sus pasados, sus historias, sus fragilidades… Permitiéndonos entender cómo todo ello es decisivo en la elaboración de sus convicciones sobre el mundo.
El punto de vista inocente pero perspicaz, hace que no haya tantos juicios de valor, encontramos un tono sincero, crudo y simple. De hecho, Claudia no se posiciona ni a favor ni en contra de ninguno de sus padres, pero sí nos muestra el dolor que en ella infligen ciertas de sus acciones.
Me ha marcado especialmente la soledad que la protagonista vive. En una casa en la que se ignora que la madre tiene depresión y con un padre extremadamente silencioso, su única acompañante es su muñeca Paulina.
Es muy significativa la manera en la que muestra cómo Claudia, a pesar del daño que le producen los comentarios y acciones de su madre, siempre intenta protegerla y cuidarla. Muchas veces descuidándose a sí misma.
Los abismos están en todas partes, constantemente mezclados entre los físicos y los internos. Conectando precipicios, escaleras que miran a un mar de plantas y edificios altísimos, con la oscuridad abismal que uno siente dentro de sí. Quintana hace que la naturaleza y el entorno cobren vida y sean también personajes principales.
Camuflada o más bien diluida por el tono aparentemente ingenuo, la crudeza de la realidad domina la novela. La maternidad no deseada, el rechazo de los padres, la depresión desatendida, la ideación suicida, las mentiras, el machismo, el silencio, el miedo y la soledad, son protagonistas gracias a la voz que les da una niña.
Y es éste el elemento que más subversivo me parece, Quintana coge la infantilización tantas veces empleada para desprestigiar a las mujeres y le da la vuelta. Nos da a una narradora-niña, capaz de desenmascarar los vertiginosos abismos de la vida.
Pilar Quintana nos presenta la historia de una familia desde la perspectiva de Claudia, la hija. Con su voz de adulta, Claudia nos narra un momento crucial en su vida pero manteniéndose fiel a las impresiones de su yo de 8 años.
Adentrándonos en esa visión infantil, vivimos con ella la relación de sus padres, sus pasados, sus historias, sus fragilidades… Permitiéndonos entender cómo todo ello es decisivo en la elaboración de sus convicciones sobre el mundo.
El punto de vista inocente pero perspicaz, hace que no haya tantos juicios de valor, encontramos un tono sincero, crudo y simple. De hecho, Claudia no se posiciona ni a favor ni en contra de ninguno de sus padres, pero sí nos muestra el dolor que en ella infligen ciertas de sus acciones.
Me ha marcado especialmente la soledad que la protagonista vive. En una casa en la que se ignora que la madre tiene depresión y con un padre extremadamente silencioso, su única acompañante es su muñeca Paulina.
Es muy significativa la manera en la que muestra cómo Claudia, a pesar del daño que le producen los comentarios y acciones de su madre, siempre intenta protegerla y cuidarla. Muchas veces descuidándose a sí misma.
Los abismos están en todas partes, constantemente mezclados entre los físicos y los internos. Conectando precipicios, escaleras que miran a un mar de plantas y edificios altísimos, con la oscuridad abismal que uno siente dentro de sí. Quintana hace que la naturaleza y el entorno cobren vida y sean también personajes principales.
Camuflada o más bien diluida por el tono aparentemente ingenuo, la crudeza de la realidad domina la novela. La maternidad no deseada, el rechazo de los padres, la depresión desatendida, la ideación suicida, las mentiras, el machismo, el silencio, el miedo y la soledad, son protagonistas gracias a la voz que les da una niña.
Y es éste el elemento que más subversivo me parece, Quintana coge la infantilización tantas veces empleada para desprestigiar a las mujeres y le da la vuelta. Nos da a una narradora-niña, capaz de desenmascarar los vertiginosos abismos de la vida.