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A review by sofs
La vida privada de los árboles by Alejandro Zambra
hopeful
reflective
sad
fast-paced
- Plot- or character-driven? Character
- Strong character development? Yes
- Loveable characters? Yes
- Diverse cast of characters? No
- Flaws of characters a main focus? No
5.0
Como criterio general en mi vida, me encantan los finales abiertos. Intentar encontrar respuestas inciertas a preguntas jamás resueltas me permite quedarme, por más pequeño que sea, un ratito más con los libros. Y lis libros de Alejandro Zambra son, particularmente, algunos de los libros con los que más decididamente quiero quedarme por mucho tiempo.
Este es un final abierto pero un final más o menos claro, casi clarísimo. Y un pesimista lo adivina en seguida, pero alguien con más esperanza ignora con esmero las señales más obvias. Yo, creyendo ser la primera, empecé siendo la segunda. Ahora no lo tengo tan claro, pero sí tengo muy claro cuál quiero que sea el final. Aunque, de todas formas, sea cual sea el final de este libro, es irrelevante.
Zambra confeccionó un argumento para engancharnos con una historia que se trata de la espera. No se trata de qué sucede al final de esa espera, o cuándo termina, o si alguna vez lo hace. Trata de los escenarios que quien espera crea en su cabeza, de los miedos que afloran en medio del pasar del tiempo, de los planes a futuro, en caso suceda una cosa u otra.
Es, tristemente, casi decepcionante no saber cuál es el final. Pero al menos compartimos algo de la incertidumbre de Julián, que en este momento, en este presente eterno que es este libro, tampoco sabe cuál será el final.
«Quiere entrever un futuro que prescinda del presente; acomoda los hechos con voluntad, con amor, de manera que el futuro permanezca a salvo del presente.”
Este es un final abierto pero un final más o menos claro, casi clarísimo. Y un pesimista lo adivina en seguida, pero alguien con más esperanza ignora con esmero las señales más obvias. Yo, creyendo ser la primera, empecé siendo la segunda. Ahora no lo tengo tan claro, pero sí tengo muy claro cuál quiero que sea el final. Aunque, de todas formas, sea cual sea el final de este libro, es irrelevante.
Zambra confeccionó un argumento para engancharnos con una historia que se trata de la espera. No se trata de qué sucede al final de esa espera, o cuándo termina, o si alguna vez lo hace. Trata de los escenarios que quien espera crea en su cabeza, de los miedos que afloran en medio del pasar del tiempo, de los planes a futuro, en caso suceda una cosa u otra.
Es, tristemente, casi decepcionante no saber cuál es el final. Pero al menos compartimos algo de la incertidumbre de Julián, que en este momento, en este presente eterno que es este libro, tampoco sabe cuál será el final.
«Quiere entrever un futuro que prescinda del presente; acomoda los hechos con voluntad, con amor, de manera que el futuro permanezca a salvo del presente.”