A review by llevamoselfuego
La maldición de Hill House by Shirley Jackson, Carles Andreu Saburit

5.0

Ominoso: adjetivo formal.
Que es abominable y merece ser condenado y aborrecido.

Si hay un adjetivo que se le puede endilgar a la mansión de Hill House es “ominosa” Su construcción altera el paraje de grandes colinas que se alzan como olas a su alrededor y aterra a los habitantes del pueblo vecino. Es que hay algo en sus cimientos, en los ladrillos mismos, que se alza sobre la tierra como algo que no es de este lugar.

Y ahí es donde llega el Doctor Montague, filósofo y habitué de las cuestiones paranormales con tres acompañantes: Eleonor, Theodora y Luke, las dos primeras con una sensibilidad sobrenatural a estos elementos, vinculadas a hechos de su pasado y Luke con el vínculo de la casa como heredero de la misma. Allí están esperándolos los Dudley, un matrimonio de mayordomos que se encargan de la casa hasta que el sol se oculta, momento en que Hill House pasa de ser extraña a ser completamente terrorífica.

Es interesante cómo Shirley Jackson escribe, con la excusa de una casa embrujada, una historia de soledad, depresión, de necesidad de pertenencia y de los peligros del aislamiento. La historia traspasa a Eleonor, mientras todos comienzan a mirar con sospecha a la casa y la influencia que ejerce sobre ellos, ella se siente bienvenida, aún en los terroríficos rincones de la casona y mientras más conoce sobre los oscuros detalles de su historia. ¿Es realmente así? ¿La casa se conecta con ella? ¿O es la desesperación de una mujer que ha perdido cualquier lugar en el mundo?

Shirley Jackson también se basa mucho en la dualidad de la relación de Eleonor y Theodora, una amistad con tintes homosexuales y una atracción y rechazo constantes, que incrementan su tensión a medida que la casa se abalanza sobre sus visitantes. Esta relación silenciosa, donde lo subliminal reina y lo dicho siempre se oculta bajo una bruma de doble sentido, le dan otro sabor a esta novela de 1959.

Muy alejada de su adaptación de Netflix, y mucho más cerca de la (cutre) adaptación cinematográfica de 1999 dirigida por Jan de Bont con Lily Taylor, Catherine Zeta Jones, Owen Wilson y Liam Nesson, la novela no hace uso alguno de fantasmas y apariciones, sino del aura de maldad que irradia la casa, de sonidos extraños, de puertas que se abren y se cierran, pero que nunca parecen atribuirse a entidades invisibles sino al corazón mismo del edificio, un corazón oscuro y siniestro.

Una gran novela de terror gótico en tiempos modernos, The Haunting Of Hill House nos mete en la piel de una chica que lo ha perdido todo, frente a un lugar en el mundo que quiere reclamar como propio sin saber qué Hill House está loca desde su creación, que sus cimientos malditos seguirán en pie mucho tiempo después que todos hayamos partido y que todo lo que camina por sus pasillos, camina solo.