A review by llevamoselfuego
Otra vuelta de tuerca by Henry James

5.0

Dualidad, finales abiertos, surrealismo, presencias sobrenaturales con forma de enfermedades mentales y enfermedades mentales con forma de espectros. Lo sugerido por lo evidente, las respuestas en la atmósfera de una realidad que nunca dice la verdad. Así, una institutriz llega a Bly Manor, una mansión imponente, para cuidar de los sobrinos de un misterioso noble que le encarga la más absoluta de las descripciones y un total hermetismo de sus tareas de las que no quiere enterarse de forma alguna.

Sin posibilidades de reportarse con su empleador, se ve a cargo de Flora, de seis años, la más pequeña y Miles, de diez, que regresa de la escuela antes de lo esperado luego de una expulsión de la que nunca sabemos el motivo. Mientras la protagonista se olvida de sus temores, embelesada por los niños a cargo, nuevas amenazas se ciernen a su alrededor en forma de dos apariciones que comienzan a manifestarse frente a ella, buscando atormentarla y apoderarse de los más pequeños de la casa.

Así, la institutriz se enfrenta a lo desconocido mientras busca proteger a los niños de este mal con forma humana y espectral, asistida por la ama de llaves, la Sra. Grosse. Mientras su amistad se va fortaleciendo frente a cada mal que se le presenta, la relación de los niños se va volviendo más íntima y es acá donde la dualidad del libro se hace más presente, cuestionando si la represión sexual de la protagonista es la responsable de su estabilidad mental, que tal vez derive en presenciar estos fenómenos paranormales que ponen en peligro a los niños y acercándola cada vez más a ellos, como si fuera un hada protectora.

Pero es en la relación con Miles que la cosa se vuelve más perversa, bordeando la pedofilia, que también es atribuida a la presencia y el acoso de los fantasmas, personajes de la vida pasada de los niños, tal vez acosadores que vuelven a atormentar a sus antiguas víctimas. Esta dualidad de la que hablaba antes, también tiene que ver con el nexo entre niños y espectros. Los primeros son presentados como poseedores de una inocencia infinita mientras que los fantasmas son una presencia amenazadora y siniestra. Pero a medida que transcurre la novela, dichas características se mezclan y uno comienza a sospechar que las cosas no sean como nos dicen.

Es interesante desde su planteo, su desarrollo y el final, tan abierto que parece el final de una temporada de Twin Peaks, cómo James construye una historia donde siempre se puede obtener un nuevo significado, donde nada está escrito en piedra y cambia de valor constantemente. La obra de James genera cada vez mas preguntas y su naturaleza oculta, llena de intriga, va a asombrar y aterrorizar a más de uno, como ya viene haciendo durante muchísimos años, tantos como los que la tuerca comenzó a girar, y de la que queda mucho más que una vuelta.