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Voces de Chernóbil: Crónica del futuro
by Svetlana Alexiévich
El accidente del reactor #4 de la central nuclear de Chernóbil es un hecho bastante conocido y difundido hoy en día. Personalmente, me ha llamado la atención desde la adolescencia, pero nunca me imaginé todas las consecuencias que surgieron a partir de él. Jamás me imaginé cómo las autoridades de esa época habían reaccionado, cómo habían ocultado la verdad o los riesgos a los que estaban expuestos los habitantes de la zona y las personas que trabajaron para disminuir esos efectos, o mas bien, como decidieron exponer a la población a la zona radioactiva sin darles mayores elementos de protección personal. Jamás me imaginé que habría gente viviendo ahí después del accidente.
Es tremendo y no puedo hacer otra cosa que cuestionarme el régimen en el que vivían los soviéticos.
En Voces de Chernóbil tenemos muchos tipos de testimonios, de las viudas de los bomberos que trabajaron cuando inició el incendio, de doctores, de científicos, de políticos, de gente que fue evacuada de la zona y más sorprendentemente aun, de personas que decidieron vivir ahí.
En este libro no les van a contar cómo sucedió el accidente o de quién fue la culpa. Les van a mostrar las partes más crudas en relación a este hecho histórico.
La gente que vive o vivió en Chernóbil ( o más bien en los pueblos cercanos) está enferma o ha tenido una muerte de las más horrorosas que se puedan imaginar y en este libro se van a enterar con detalles. Es fuerte.
De los testimonios que más me sorprendio y me enrabió fue el de un científico, un físico nuclear que intentó por todos los medios alertar a la población, incentivar a las autoridades a hacer algo por cuidar a la gente y la impotencia que me dio ver cómo le cerraban las puertas, cómo lo censuraban, maldita sociedad en la que vivían esos pobres seres humanos, ellos confiaban en sus autoridades, como nadie (ninguna autoridad, ya sea en la radio o en la TV) les dijo que estaban en peligro, pues no hicieron nada, se quedaron ahí mismo, siguieron comiendo alimentos contaminados, siguieron bañandose en los ríos radioactivos. Van a quedar pa' dentro leyendo esto.
En este libro se aprende bastante, incluso sobre la idiosincracia de los soviéticos, algo que, al menos yo, no me había detenido a cuestionar o imaginar siquiera. Tuve que investigar un poco para entender mejor el contexto, qué era un koljos por ejemplo.
Después de leer Voces de Chernóbil (que por supuesto, recomiendo un montón), tengo ganas de seguir leyendo a Svetlana Alexiévich.
Es tremendo y no puedo hacer otra cosa que cuestionarme el régimen en el que vivían los soviéticos.
En Voces de Chernóbil tenemos muchos tipos de testimonios, de las viudas de los bomberos que trabajaron cuando inició el incendio, de doctores, de científicos, de políticos, de gente que fue evacuada de la zona y más sorprendentemente aun, de personas que decidieron vivir ahí.
En este libro no les van a contar cómo sucedió el accidente o de quién fue la culpa. Les van a mostrar las partes más crudas en relación a este hecho histórico.
La gente que vive o vivió en Chernóbil ( o más bien en los pueblos cercanos) está enferma o ha tenido una muerte de las más horrorosas que se puedan imaginar y en este libro se van a enterar con detalles. Es fuerte.
De los testimonios que más me sorprendio y me enrabió fue el de un científico, un físico nuclear que intentó por todos los medios alertar a la población, incentivar a las autoridades a hacer algo por cuidar a la gente y la impotencia que me dio ver cómo le cerraban las puertas, cómo lo censuraban, maldita sociedad en la que vivían esos pobres seres humanos, ellos confiaban en sus autoridades, como nadie (ninguna autoridad, ya sea en la radio o en la TV) les dijo que estaban en peligro, pues no hicieron nada, se quedaron ahí mismo, siguieron comiendo alimentos contaminados, siguieron bañandose en los ríos radioactivos. Van a quedar pa' dentro leyendo esto.
En este libro se aprende bastante, incluso sobre la idiosincracia de los soviéticos, algo que, al menos yo, no me había detenido a cuestionar o imaginar siquiera. Tuve que investigar un poco para entender mejor el contexto, qué era un koljos por ejemplo.
Después de leer Voces de Chernóbil (que por supuesto, recomiendo un montón), tengo ganas de seguir leyendo a Svetlana Alexiévich.