A review by paula_s
Apricot Sky by Ruby Ferguson

4.0

El año es 1948 y los protagonistas de la historia son la familia MacAlvey que vive en el oeste de las Highlands. El señor y la señora MacAlvey, las dos chicas de cuatro hijos que tuvieron y tres nietos huérfanos, hijos del chico que se les murió en combate. A ellos se suman dos primos un poco snobs de los niños y unas cuantas criadas. Cerca viven los jóvenes hermanos Garvine, Neil y Ian, terratenientes y granjeros. La trama comienza cuando Cleo, la mayor de las hijas, vuelve de haber trabajado tres años en Estados Unidos y coincide que su hermana va a casarse con el menor de los Garvine, Ian. Curiosamente Cleo lleva toda la vida enamorada de Neil Garvine, y esta cercana boda le pone un poquito nerviosa.

Es la historia del tiempo que transcurre entre la llegada de Cleo a casa y la boda de Raine con Ian. El libro se compone de escenas entrañables y no tan entrañables que le dan emoción al relato, en términos generales no pasa nada relevante: es un recuento de la vida de los MacAlvey, los Garvine, sus amigos y sus no tan amigos. En la trama, por supuesto, hay enredos y confusiones que luego llevan a una conclusión satisfactoria.

A mí me ha parecido una delicia, aunque hubo pequeñas partes que me sobraban un poco. Algunas escenas que me parecían un poco de relleno o algún conflicto que no venía a cuento. Además se da un conflicto que dura toda la novela que no es, ni mucho menos, la trama principal, que llega al desenlace de una forma muy precipitada, muy en el último minuto. Sin embargo no es algo de lo que se pueda acusar a Ruby Ferguson sin acusar a otras autoras de su estilo y época. Este tipo de desenlaces se producían bastante a menudo en las novelas de entreguerras y posteriores a la II Guerra Mundial: la misión de las mismas era entretener y aliviar el día a día de lectores que, como también refleja el libro, vivían pensando en cuartillas de racionamiento y en la escasez, además de la tristeza y la pérdida, aunque esto último el libro evita recordarlo. Así pues, autoras como Ruby Ferguson o D.E. Stevenson enfocaban sus novelas más hacia el bienestar general que hacia el de uno o dos personajes en concreto.