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schwarzer_elch 's review for:
Los años rotos
by Emir Ibañez
Leer este libro ha tenido un significado muy especial para mí. El texto inicia con el narrador explicando que se animó a contar su historia a raíz del fallecimiento de su abuela, una mujer que, como descubriremos a lo largo de las páginas, tuvo una gran influencia en su vida… Ignorante de estas palabras, yo empecé a leer Los años rotos, un libro que compré algunos meses atrás, un día después de haber enterrado a mi abuela, quien también marcó mi vida en muchos sentidos.
El factor “abuela” no fue el único que me conectó con esta historia. Hay muchísimos elementos que, de una u otra manera, tienen un paralelo en mi vida: la diferencia de edad entre hermanos, la pasión por la lectura, el tiempo invertido en la biblioteca del colegio, los monstruos que aparecen en nuestra niñez y a los cuales nos cuesta mucho superar, etc. Pocas veces me he identificado tanto con un libro, al nivel de sentir que el narrador - protagonista me entendía tan bien como yo a él.
Pero no solo él llega a empatizar con el lector. De hecho, todo el elenco está muy bien construido: son personajes redondos, con historias fuertes y lógicas detrás, con sustentos claros en sus acciones, etc. Agradezco mucho los capítulos narrados por las hermanas y la madre, pues no solo sirvieron para aclarar la historia, sino también para darles ese toque de humanidad que tanto se merecían. Extrañé capítulos narrados por Mauricio y, sobre todo, por el padre (realmente moría por saber más, mucho más, sobre él).
La historia también funciona muy bien: es tan conmovedora como real y está narrada de manera muy ágil y sencilla, lo cual es algo que siempre agradezco (odio las pretensiones literarias, no hay nada mejor que un autor que conoce sus virtudes y limitaciones y le saca el máximo provecho a eso). Además, que estuviera ambientada en Avia Terai, un pueblo argentino, y que hiciera tantas referencias al argot y a las costumbres locales, me entretuvo muchísimo. Realmente disfruté conociendo este otro lado de la realidad argentina, alejada de la gran ciudad y tan cargada de dinámicas sociales propias que al principio me costó entender, pero que, poco a poco, me fueron cautivando… De hecho, muero por ir a visitar Avia Terai en mi próximo viaje a la Argentina(lo siento Buenos Aires, pero hasta ahora he disfrutado más con el interior del país que contigo).
Aplaudo la forma en la que los prejuicios sociales son puestos sobre la mesa. El machismo, la misoginia, la homofobia, la violencia doméstica, el silencio cómplice… Muchas de las taras que tenemos como sociedad se ven reflejadas en esta historia y lo que sucede con sus víctimas también. Realmente quedé muy conmovido y tocado por cómo se describe todo el daño que le pueden causar a una o a varias personas. Lo del rey mariposón me chocó muchísimo, pues describe un abuso colectivo, normado y aceptado no solo en la sociedad de Avia Terai, sino en prácticamente todas las sociedades sudamericanas. Lo leí y no podía dejar de pensar en lo podridos que podemos estar para dañar tanto a otras personas y, encima, verlo como algo normal.
En fin, este libro me ha conmovido de muchas maneras y me ha tocado el alma. Lo ha hecho porque está escrito de manera inteligente, porque es atrevido y se arriesga sin perder el norte. Creo que es una lectura obligada para todos los que se juzgan a sí mismos por culpa de los demás y también para aquellos que no son capaces de entender que ser diferente (ser otro) no está mal. No es un libro pretensioso ni moralista, simplemente es un libro humano y ese es su gran acierto.
El factor “abuela” no fue el único que me conectó con esta historia. Hay muchísimos elementos que, de una u otra manera, tienen un paralelo en mi vida: la diferencia de edad entre hermanos, la pasión por la lectura, el tiempo invertido en la biblioteca del colegio, los monstruos que aparecen en nuestra niñez y a los cuales nos cuesta mucho superar, etc. Pocas veces me he identificado tanto con un libro, al nivel de sentir que el narrador - protagonista me entendía tan bien como yo a él.
Pero no solo él llega a empatizar con el lector. De hecho, todo el elenco está muy bien construido: son personajes redondos, con historias fuertes y lógicas detrás, con sustentos claros en sus acciones, etc. Agradezco mucho los capítulos narrados por las hermanas y la madre, pues no solo sirvieron para aclarar la historia, sino también para darles ese toque de humanidad que tanto se merecían. Extrañé capítulos narrados por Mauricio y, sobre todo, por el padre (realmente moría por saber más, mucho más, sobre él).
La historia también funciona muy bien: es tan conmovedora como real y está narrada de manera muy ágil y sencilla, lo cual es algo que siempre agradezco (odio las pretensiones literarias, no hay nada mejor que un autor que conoce sus virtudes y limitaciones y le saca el máximo provecho a eso). Además, que estuviera ambientada en Avia Terai, un pueblo argentino, y que hiciera tantas referencias al argot y a las costumbres locales, me entretuvo muchísimo. Realmente disfruté conociendo este otro lado de la realidad argentina, alejada de la gran ciudad y tan cargada de dinámicas sociales propias que al principio me costó entender, pero que, poco a poco, me fueron cautivando… De hecho, muero por ir a visitar Avia Terai en mi próximo viaje a la Argentina
Aplaudo la forma en la que los prejuicios sociales son puestos sobre la mesa. El machismo, la misoginia, la homofobia, la violencia doméstica, el silencio cómplice… Muchas de las taras que tenemos como sociedad se ven reflejadas en esta historia y lo que sucede con sus víctimas también. Realmente quedé muy conmovido y tocado por cómo se describe todo el daño que le pueden causar a una o a varias personas. Lo del rey mariposón me chocó muchísimo, pues describe un abuso colectivo, normado y aceptado no solo en la sociedad de Avia Terai, sino en prácticamente todas las sociedades sudamericanas. Lo leí y no podía dejar de pensar en lo podridos que podemos estar para dañar tanto a otras personas y, encima, verlo como algo normal.
En fin, este libro me ha conmovido de muchas maneras y me ha tocado el alma. Lo ha hecho porque está escrito de manera inteligente, porque es atrevido y se arriesga sin perder el norte. Creo que es una lectura obligada para todos los que se juzgan a sí mismos por culpa de los demás y también para aquellos que no son capaces de entender que ser diferente (ser otro) no está mal. No es un libro pretensioso ni moralista, simplemente es un libro humano y ese es su gran acierto.