Take a photo of a barcode or cover
mariespuna 's review for:
Patria
by Fernando Aramburu
3.5
Siendo justa creo que no debo/puedo darle más puntuación a Patria.
El tema está muy bien elegido y la forma de contar la historia, de transmitir la situación en Euskadi en la época más fuerte de ETA, creo que es más que correcta. Tiene un poco de todo: drama rural, social, personal, política, pérdida, familias enfrentadas. Todo lo que suele hacer atractivo a un libro, y además, está situado en una época reciente, que todos recordamos, algunos más que otros.
Como relato sobre la sociedad vasca conviviendo con ETA me parece fascinante, los personajes principales tremendamente bien construidos, la descripción de la tensión y del injusto trato al vecino son impresionantes. Eso sí, me cuesta distinguir si es porque está bien escrito o porque al ser de un conflicto tan reciente, en seguida afloran los sentimientos.
Pasando a lo malo, no es un libro difícil de leer ni mucho menos. Libros mucho más cortos me han costado el doble, pero llega un punto en el que la redacción también cansa. Empiezo por los capítulos. Son capítulos muy cortos, lo que al principio es de agradecer porque en un libro tan extenso te da una sensación muy agradable de que haces avances en la historia, sin embargo, a medida que avanzas y te metes más y más, se hace un poco pesado. Cuando te has metido de lleno en la escena, Aramburu corta, hace un salto temporal y con esas que te quedas. Lo mismo sabes algo más de eso más adelante como te quedas como estás.
Lo cual me lleva al siguiente punto, los saltos temporales. Me gusta una historia con saltos temporales como a la que más, eso si, si pretendes que me entere bien de lo que está pasando, qué menos que decirme en qué punto de la historia estoy, porque de lo contrario termina siendo un batiburrillo en mi cabeza que no hay por dónde cogerlo. Me gusta la idea de los saltos temporales la primera mitad del libro, donde se intercambian momentos antes y después del atentado con bastante claridad, y de vez en cuando, Aramburu nos regala un pequeño vistazo del asesinato del Txato. Pero una vez el Txato está muerto y enterrado eso ya no tiene sentido. Ya hemos visto cómo viven antes y después del atentado todos los personajes excepto Joxe Mari. Creo que habría sido mucho más útil hablar sobre la vida de Joxe Mari en la cárcel que contarnos, por ejemplo, los problemas del novio de Xabier con su hija. La segunda mitad de Patria me parece casi todo relleno. ¿Hay cosas interesantes? Si. ¿Podríamos perder la mitad de la narración porque son cosas sin importancia para la trama y/o ya las sabemos? También.
Y esto me lleva al tercer punto: Joxe Mari. De nuestro querido abertzale sabemos más bien poco. Un pequeño vistazo a cómo entró en ETA y visiones externas de su persona. Habla un poco sobre sus acciones dentro de un pequeño comando, pero tampoco demasiado. Y cuando lo encontramos en la cárcel, reflexivo sobre su vida, ETA y todo lo que ha ganado o perdido... lo único que vemos son más saltos temporales, que complican la comprensión de su cambio. Además, debido a los saltos temporales y a lo poco que se habla de su reflexión dentro de la cárcel, el cambio en Joxe Mari parece muy brusco y poco justificado. No nos da la sensación de que después de tiempo pensando, de pasar tiempo solo en la celda, de ver cómo la vida se le va dentro del tediode la cárcel, Joxe Mari, poco a poco pierda su convicción en ETA. Un día está echando pestes con su madre y al día siguiente decide dejar la organización. Así de simple.
Por último el estilo de redacción. Por lo que he podido comprobar, a mucha gente le encanta cómo está escrito Patria, por lo que diré que no es para mi. Creo que cambiar de tercera a primera persona dentro del narrador, aunque me parece una decisión interesante, es confusa para el lector. Sobre todo cuando estás en una escena con más de un personaje y a veces cuesta distinguir quién te está hablando en ese momento. Luego están los diálogos, que tan pronto son medianamente natuales como todos hablan como si tuvieran un doctorado o estuvieran de gesta con el Cid. Igual me he pasado de exagerada, pero hay alguna construcción de frases que ríete tú. Y luego tengo un problema grande calificando más alto este libro por escenas problemáticas que me he ido encontrando. Una que se me ha quedado marcada es aquella en la que Xabier está hablando con su novia y le pregunta por su primera vez, ella le cuenta sin cortarse que se dejó con un amigo de su hermano porque se dio cuenta de que si no se dejaba iba a violarla. Él le pregunta si no tiene trauma y ella le contesta que ni siquiera le dolió. Punto uno eso es una violación en toda regla, igual Aramburu quería dar a entender algo sobre la negación de la víctima, le puedo dar el beneficio de la duda, pero no lo creo. Punto dos, se pinta, sobretodo desde la perspectiva de Xabier, una imagen de las mujeres poco menos que curiosa. Sinceramente me cansaba que cada vez que salía Aránzazu, el comentario de Xabier fuera que guapa es, que cuerpo tiene, le agarro las tetas, cómo se mueve.
En definitiva, el tema bien, la historia a través de la que se plantea la situación en Euskadi estupenda, pero tiene cosas problemáticas. Te llega y te conmueve, en mi opinión, por ser algo tan reciente y contado con tanta sinceridad. Eso no quita que tenga cosas que no me acaban de gustar/convencer y que crea que hay cosas que sobran.
Siendo justa creo que no debo/puedo darle más puntuación a Patria.
El tema está muy bien elegido y la forma de contar la historia, de transmitir la situación en Euskadi en la época más fuerte de ETA, creo que es más que correcta. Tiene un poco de todo: drama rural, social, personal, política, pérdida, familias enfrentadas. Todo lo que suele hacer atractivo a un libro, y además, está situado en una época reciente, que todos recordamos, algunos más que otros.
Como relato sobre la sociedad vasca conviviendo con ETA me parece fascinante, los personajes principales tremendamente bien construidos, la descripción de la tensión y del injusto trato al vecino son impresionantes. Eso sí, me cuesta distinguir si es porque está bien escrito o porque al ser de un conflicto tan reciente, en seguida afloran los sentimientos.
Pasando a lo malo, no es un libro difícil de leer ni mucho menos. Libros mucho más cortos me han costado el doble, pero llega un punto en el que la redacción también cansa. Empiezo por los capítulos. Son capítulos muy cortos, lo que al principio es de agradecer porque en un libro tan extenso te da una sensación muy agradable de que haces avances en la historia, sin embargo, a medida que avanzas y te metes más y más, se hace un poco pesado. Cuando te has metido de lleno en la escena, Aramburu corta, hace un salto temporal y con esas que te quedas. Lo mismo sabes algo más de eso más adelante como te quedas como estás.
Lo cual me lleva al siguiente punto, los saltos temporales. Me gusta una historia con saltos temporales como a la que más, eso si, si pretendes que me entere bien de lo que está pasando, qué menos que decirme en qué punto de la historia estoy, porque de lo contrario termina siendo un batiburrillo en mi cabeza que no hay por dónde cogerlo. Me gusta la idea de los saltos temporales la primera mitad del libro, donde se intercambian momentos antes y después del atentado con bastante claridad, y de vez en cuando, Aramburu nos regala un pequeño vistazo del asesinato del Txato. Pero una vez el Txato está muerto y enterrado eso ya no tiene sentido. Ya hemos visto cómo viven antes y después del atentado todos los personajes excepto Joxe Mari. Creo que habría sido mucho más útil hablar sobre la vida de Joxe Mari en la cárcel que contarnos, por ejemplo, los problemas del novio de Xabier con su hija. La segunda mitad de Patria me parece casi todo relleno. ¿Hay cosas interesantes? Si. ¿Podríamos perder la mitad de la narración porque son cosas sin importancia para la trama y/o ya las sabemos? También.
Y esto me lleva al tercer punto: Joxe Mari. De nuestro querido abertzale sabemos más bien poco. Un pequeño vistazo a cómo entró en ETA y visiones externas de su persona. Habla un poco sobre sus acciones dentro de un pequeño comando, pero tampoco demasiado. Y cuando lo encontramos en la cárcel, reflexivo sobre su vida, ETA y todo lo que ha ganado o perdido... lo único que vemos son más saltos temporales, que complican la comprensión de su cambio. Además, debido a los saltos temporales y a lo poco que se habla de su reflexión dentro de la cárcel, el cambio en Joxe Mari parece muy brusco y poco justificado. No nos da la sensación de que después de tiempo pensando, de pasar tiempo solo en la celda, de ver cómo la vida se le va dentro del tediode la cárcel, Joxe Mari, poco a poco pierda su convicción en ETA. Un día está echando pestes con su madre y al día siguiente decide dejar la organización. Así de simple.
Por último el estilo de redacción. Por lo que he podido comprobar, a mucha gente le encanta cómo está escrito Patria, por lo que diré que no es para mi. Creo que cambiar de tercera a primera persona dentro del narrador, aunque me parece una decisión interesante, es confusa para el lector. Sobre todo cuando estás en una escena con más de un personaje y a veces cuesta distinguir quién te está hablando en ese momento. Luego están los diálogos, que tan pronto son medianamente natuales como todos hablan como si tuvieran un doctorado o estuvieran de gesta con el Cid. Igual me he pasado de exagerada, pero hay alguna construcción de frases que ríete tú. Y luego tengo un problema grande calificando más alto este libro por escenas problemáticas que me he ido encontrando. Una que se me ha quedado marcada es aquella en la que Xabier está hablando con su novia y le pregunta por su primera vez, ella le cuenta sin cortarse que se dejó con un amigo de su hermano porque se dio cuenta de que si no se dejaba iba a violarla. Él le pregunta si no tiene trauma y ella le contesta que ni siquiera le dolió. Punto uno eso es una violación en toda regla, igual Aramburu quería dar a entender algo sobre la negación de la víctima, le puedo dar el beneficio de la duda, pero no lo creo. Punto dos, se pinta, sobretodo desde la perspectiva de Xabier, una imagen de las mujeres poco menos que curiosa. Sinceramente me cansaba que cada vez que salía Aránzazu, el comentario de Xabier fuera que guapa es, que cuerpo tiene, le agarro las tetas, cómo se mueve.
En definitiva, el tema bien, la historia a través de la que se plantea la situación en Euskadi estupenda, pero tiene cosas problemáticas. Te llega y te conmueve, en mi opinión, por ser algo tan reciente y contado con tanta sinceridad. Eso no quita que tenga cosas que no me acaban de gustar/convencer y que crea que hay cosas que sobran.