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camilazm 's review for:
Notes on Heartbreak
by Annie Lord
“when we were together, it was hard to tell where he ended and I began”
Annie Lord, the woman you are…
Sentí que leí la autobiografía de un duelo, que se conoce bien, que se recuerda bien, que se duele bien. Se escribe a sí mismo, se descubre mientras se va olvidando a sí mismo también. Me tardé casi todo un año en leerlo, lo empecé en Octubre del 2024, dolía y me sacaba de mi centro horrible. Desde la primera página ya lloraba y contaba el número de las similitudes que tenía con mi(s) historia(s). Tenía que pausar mucho la lectura porque resonaba tanto con mis agujeros negros, con mis vacíos abandonados y poco explorados.
Amar a alguien, soltarle la rienda, soltarle la vida. Vivir después del paso de una persona por tu vida; una persona incrustada, clavada, hundida en tus días, en tus hábitos, en ti misma. Tan acomodada que ya no eres tú. Porque la gente cambia en el amor y después de la pérdida del amor.
El libro te hace reflexionar, ¿qué tantas cosas dejamos atrás por amar?, ¿qué tantos dolores surgen cuando dejamos al amor atrás? Te abraza las culpas por decidir pausar, por decidir ya no estar. Te abraza el dolor de cuando ya no te quiere(n/s). Fue refrescante y leerlo fue una experiencia que validó cada uno de mis sentires. El sentirte la peor persona por ya no amar, el sentirte la peor persona porque ya no te aman, el sentirte la peor persona por no haberte amado más. Me identifiqué demasiado, me identifiqué con la paz de recuperarte a ti misma después de perderte en alguien y después de hacer que alguien se perdiera en ti. Me gustó que retratara el dolor pero que se enfocara más en el sanar. Porque cuando una vuelve a sí misma, cuando una decide ver el amor de una forma muy diferente, alejado de las películas, de los libros, alejado del bien y el mal, incluso alejado del amor de pareja, es cuando de verdad conoce al amor; la verdadera cara de este -la cual amo- y la cual siempre se nutre de más cosas… por eso siento que se muestra ante
mi más completa cada día. Me alivia saber que las personas que aparecen, incluyendo la protagonista, son reales. Es una historia real, sin cambiar nombres, porque este libro es honesto y se muestra a sí mismo como es. Amo que se reconozca que se puede amar a una persona que estuvo contigo aún después de irse, pero no es un amor romántico, es el amor que les tienes por dejar su huella (no sólo hablo de parejas). Porque lo que dejan algunas personas, es lo que te va a permitir amar y entregarte a otros. “Maybe out of the mess we made they can make something perfect together, like building a house out of bones” (pos.3833-3834)
Me encantó que exploró lo que en algún momento ignoré por miedo de ser insuficiente y poco romántica: que el amor no es como en las películas, nunca lo fue (no sé por qué me dejé llevar por esa idea alguna vez); el amor es mejor que en las películas, no es un concepto construido por el imaginario colectivo, es algo que hacemos, que creamos, que construimos cada uno de nosotros con la otredad. “Love it’s a verb, not a noun” (pos. 3907-3907)
Termino con lo más valioso que aprendí todo este año y que confirmó todo este libro. Es importante encontrarte y saber quién eres, compartirte, no fusionarte. Y que siempre que des una parte de ti por/a alguien, debes dejar algo para ti también.
“You never quite give so much of yourself the second time, you always keep a part of yourself back” lo cual no está mal
Annie Lord, the woman you are…
Sentí que leí la autobiografía de un duelo, que se conoce bien, que se recuerda bien, que se duele bien. Se escribe a sí mismo, se descubre mientras se va olvidando a sí mismo también. Me tardé casi todo un año en leerlo, lo empecé en Octubre del 2024, dolía y me sacaba de mi centro horrible. Desde la primera página ya lloraba y contaba el número de las similitudes que tenía con mi(s) historia(s). Tenía que pausar mucho la lectura porque resonaba tanto con mis agujeros negros, con mis vacíos abandonados y poco explorados.
Amar a alguien, soltarle la rienda, soltarle la vida. Vivir después del paso de una persona por tu vida; una persona incrustada, clavada, hundida en tus días, en tus hábitos, en ti misma. Tan acomodada que ya no eres tú. Porque la gente cambia en el amor y después de la pérdida del amor.
El libro te hace reflexionar, ¿qué tantas cosas dejamos atrás por amar?, ¿qué tantos dolores surgen cuando dejamos al amor atrás? Te abraza las culpas por decidir pausar, por decidir ya no estar. Te abraza el dolor de cuando ya no te quiere(n/s). Fue refrescante y leerlo fue una experiencia que validó cada uno de mis sentires. El sentirte la peor persona por ya no amar, el sentirte la peor persona porque ya no te aman, el sentirte la peor persona por no haberte amado más. Me identifiqué demasiado, me identifiqué con la paz de recuperarte a ti misma después de perderte en alguien y después de hacer que alguien se perdiera en ti. Me gustó que retratara el dolor pero que se enfocara más en el sanar. Porque cuando una vuelve a sí misma, cuando una decide ver el amor de una forma muy diferente, alejado de las películas, de los libros, alejado del bien y el mal, incluso alejado del amor de pareja, es cuando de verdad conoce al amor; la verdadera cara de este -la cual amo- y la cual siempre se nutre de más cosas… por eso siento que se muestra ante
mi más completa cada día. Me alivia saber que las personas que aparecen, incluyendo la protagonista, son reales. Es una historia real, sin cambiar nombres, porque este libro es honesto y se muestra a sí mismo como es. Amo que se reconozca que se puede amar a una persona que estuvo contigo aún después de irse, pero no es un amor romántico, es el amor que les tienes por dejar su huella (no sólo hablo de parejas). Porque lo que dejan algunas personas, es lo que te va a permitir amar y entregarte a otros. “Maybe out of the mess we made they can make something perfect together, like building a house out of bones” (pos.3833-3834)
Me encantó que exploró lo que en algún momento ignoré por miedo de ser insuficiente y poco romántica: que el amor no es como en las películas, nunca lo fue (no sé por qué me dejé llevar por esa idea alguna vez); el amor es mejor que en las películas, no es un concepto construido por el imaginario colectivo, es algo que hacemos, que creamos, que construimos cada uno de nosotros con la otredad. “Love it’s a verb, not a noun” (pos. 3907-3907)
Termino con lo más valioso que aprendí todo este año y que confirmó todo este libro. Es importante encontrarte y saber quién eres, compartirte, no fusionarte. Y que siempre que des una parte de ti por/a alguien, debes dejar algo para ti también.
“You never quite give so much of yourself the second time, you always keep a part of yourself back” lo cual no está mal