A review by julietaricci
Niebla by Mario J. Valdés, Miguel de Unamuno

4.0

Ya venía con expectativas no porque conociera el libro, lo cual no era así, sino porque mi profesora (lo leí para el colegio) creía que me iba a gustar, por lo que me condicione desde un principio y quizá haya ayudado un poquito a que me gustara más no voy a mentir.

La historia sigue a Augusto, un hombre rico pero solitario, el cual se verá ¿enamorado? de una mujer y comenzará a vivir lo que hasta ese momento no experimentó. Siendo sincera, no creo que sea una obra que se caracterice particularmente por la gran cantidad de hechos que ocurren, y me encantó por eso. Al pertenecer a la corriente existencialista, es un constante cuestionamiento de la vida, su sentido y sus percepciones, y si bien puede ser denso por momentos, las reflexiones me intrigaron y gustaron en igual medida. Creo que el poder analizarla desde una mirada más académica, contextual y “seria” logró que entendiese aún más hacia dónde apunta esta obra. Vemos una España remontándose a sus raíces y buscando innovar para redefinir, luego de las crisis, quienes eran y quienes querían ser.

Son justamente estas experimentaciones que hace el autor al denominar en un nuevo género la novela, ponerse a sí mismo como personaje, el cual entablará conversaciones existenciales con su propio protagonista (??), crear discusiones irónicas referenciales a la misma obra, escribir un epílogo narrado desde la mascota de Augusto, poner notas dirigidas al lector cortando totalmente la ficción y demás, lo que marcaron la diferencia para mí. Cumplieron el claro objetivo de la historia, confundir y hacer dudar a quien lee sobre la realidad que le presentan y sobre su propia realidad. Tiene muchas similitudes con The Truman Show y dios, me fascinó y me voló la cabeza. Realmente fue una lectura que agradezco haber leído de esta manera, no solo porque creo que de otra forma no me hubiese encontrado con ganas de adentrarme, sino porque me permitió analizar y comprender lo que sola no hubiese podido. La super super super recomiendo <3

“¡Comprar yo su cuerpo... su cuerpo! ¡Si me sobra el mío, Orfeo, me sobra el mío! Lo que yo necesito es alma, alma, alma. Y una alma de fuego, como la que irradia de los ojos de ella, de Eugenia. ¡Su cuerpo... su cuerpo... sí, su cuerpo es magnífico, espléndido, divino; pero es que su cuerpo es alma, alma pura, todo él vida, todo él significación, todo él idea! A mí me sobra el cuerpo, Orfeo, me sobra el cuerpo porque me falta alma. O ¿no es más bien que me falta alma porque me sobra cuerpo? Yo me toco el cuerpo, Orfeo, me lo palpo, me lo veo, pero ¿el alma?, ¿dónde está mi alma?, ¿es que la tengo? Sólo la sentí resollar un poco cuando tuve aquí abrazada, sobre mis rodillas, a Rosario, a la pobre Rosario; cuando ella lloraba y lloraba yo. Aquellas lágrimas no podían salir de mi cuerpo; salían de mi alma. El alma es el manantial que sólo se revela en lágrimas. Hasta que se llora de veras no se sabe si se tiene o no alma.”

“Sólo a solas se sentía él; sólo a solas podía decirse a sí mismo, tal vez para convencerse, ¡yo soy yo!; ante los demás, metido en la muchedumbre atareada o distraída, no se sentía a sí mismo.”

“Y pensar es dudar y nada más que dudar. Se cree, se sabe, se imagina sin dudar; ni la fe, ni el conocimiento, ni la imaginación suponen duda y hasta la duda las destruye, pero no se piensa sin dudar. Y es la duda lo que de la fe y del conocimiento, que son algo estático, quieto, muerto, hace pensamiento, que es dinámico, inquieto, vivo.”

“(...) el segundo nacimiento, el verdadero, es nacer por el dolor a la conciencia de la muerte incesante, de que estamos siempre muriendo.”

“-Sí, burlarse de otros o ser burlado.
-No; cabe otro término tercero y es devorarse a sí mismo, burlarse de sí mismo uno. ¡Devórate! El que devora goza, pero no se harta de recordar el acabamiento de sus goces y se hace pesimista; el que es devorado sufre, y no se harta de esperar la liberación de sus penas y se hace optimista. Devórate a ti mismo, y como el placer de devorarte se confundirá y neutralizará con el dolor de ser devorado, llegarás a la perfecta ecuanimidad de espíritu, a la ataraxia; no serás sino un mero espectáculo para ti mismo”


“(...) lo más liberador del arte es que le hace a uno dudar de que exista.”