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A review by patrocinioempresa
Un Lugar Para Mungo / Young Mungo by Douglas Stuart
dark
reflective
sad
medium-paced
- Plot- or character-driven? Character
- Strong character development? It's complicated
- Loveable characters? Yes
- Diverse cast of characters? No
- Flaws of characters a main focus? Yes
5.0
Es muy difícil que un libro te haga sentir algo, y más difícil todavía es que ese sentimiento que genera te acompañe después de cerrarlo; pero es que 'Un lugar para Mungo' consigue eso y más. Durante la semana que he tardado en leerlo he pensado en él día y noche, y lo que es peor (mejor) es que los sentimientos que me ha generado estaban ahí haciéndome compañía con cada paso que daba. Es un libro infinitamente triste, y por ello, me ha arrastrado a unos bucles extremadamente deprimentes. A través de sus páginas pinta con una serie de colores que cambian a lo largo de la novela, que evolucionan, y con ello se desarrolla lo que uno puede llegar a sentir a lo largo de sus páginas. Siento que se me ha hecho un libro largo, no porque lo sea (en la edición que conseguí apenas tiene 400 páginas), sino porque tenía que ir tomando descansos para procesar todo lo que estaba pasando. Ciertas partes se sienten como navajazos, como heridas profundas que se clavan en lo más hondo, y que son muy difíciles de curar. Al principio estos ataques llegan a cada mucho, quizá a cada 50 o 100 páginas. Los primeros días pude leerme las 200 primeras páginas sin mucho problema, de hecho tengo escrito en una actualización que: "ya había llorado 2 veces". Es gracioso verlo en perspectiva, porque definitivamente no sabía lo que me esperaba. Creo que hay una marca alrededor de la página 200 donde el libro toma un matiz más oscuro si cabe. Las maldades que suceden para con Mungo se multiplican, aceleran, exponencialmente, y cada vez es más difícil avanzar por sus páginas. Sentir que se te acaba el aire, sentir miedo al girar la página, sentir que se te va romper algo por dentro son de los sentimientos más comunes que he llegado a sentir durante las últimas páginas de la novela. Y con ello no quiero decir que sea todo triste; creo que la peor (mejor) parte es que tiene sus momentos dulces, tiene sus momentos de sosiego, en los que te relajas, en los que como Mungo, te confías pensando en que habrá cosas que salgan bien, y quizás no siempre es así.
Me pasa una cosa curiosa cuando conozco a alguien, y es que los rasgos de su cara parecen ir evolucionando a medida que paso tiempo con ellos. La persona más guapa del mundo se puede tornar en la menos agraciada si no me cae bien. Algo parecido me ha pasado con este libro. Siento que me ha mostrado muchas caras distintas. Siento que ha pintado en mi mente con un montón de colores. Siento que me ha transformado por dentro a medida que se transformaba a sí mismo. Siento que empieza siendo algo tranquilo, un tono de un verde oliva o un azul profundo; y a medida que avanza, por la forma en la que colisionan sus personajes y suceden sus tramas, estos colores varían. Un negro, un rojo, un rosa, un marrón. Todo lo que el libro me ha hecho sentir evoluciona constantemente también. Algunas cosas son más dolorosas en retrospectiva. Y lo que quiero resaltar con esto es la dificultad de crear algo así, de poder hacer sentir a cualquiera de formas tan diversas, sin que uno se de cuenta. 'Un lugar para Mungo' se siente un libro muy distinto en sus primeras y últimas páginas, no porque no esté bien conectado o porque sean dos cosas radicalmente distintas, sino porque la propia novela cambia la forma en la que la has estado viendo.
En cuanto a aspectos más técnicos, el libro tiene una prosa extraordinaria. Es simple, sencilla y va directa al grano, a la vez que se mezcla con unas metáforas completamente desgarradoras que intentan acudir siempre que pueden a elementos cotidianos para realizar sus comparaciones. La manera en la que el libro cuenta dos líneas temporales de Mungo a la vez es un poco cansina al principio, pero sobre la mitad cobra mucho sentido, porque sabes cómo va a repercutir lo que estás leyendo del pasado del chico en su futuro, y eso solo hace que todo sea aún más descorazonador. Los personajes son de los mejores que he leído en bastante tiempo. Están bien delimitados, bien construidos, y lo que dicen y hacen siempre tiene sentido para con ellos. Quizá mi única (pequeñísima) queja es la división por capítulos, ya que hay algunos en los que esa división no tiene mucho sentido; pero tampoco es un problema grave. Los dos primeros capítulos son de los más largos, pero una vez atraviesas eso, la lectura no es demasiado complicada.
Siento que si hubiera nacido en Glasgow este libro me hubiera pesado (para bien, me refiero al dolor que me ha provocado) incluso el doble; pero el caso es que incluso perdiendo un montón de referencias culturales la novela es muy disfrutable. Creía que me iba a encontrar con una tonta historia de amor con algo de drama; y en realidad lo que ha acabado en mis manos es una novela que habla sobre abuso, homofobia, y las relaciones con nuestros más queridos. Y no me puedo quejar.
Mis reseñas suelen ser de lo más negativas, normalmente utilizando la mayor parte de ellas para despotricar de lo que no me ha gustado; así que, que en esta reseña no tenga más que cosas positivas que decir, habla mucho mejor del libro de lo que yo podría haberlo hecho conscientemente. Si alguien está buscando la razón para llorar desconsoladamente y no salir de la cama en una semana, este libro es para ellos. !
Me pasa una cosa curiosa cuando conozco a alguien, y es que los rasgos de su cara parecen ir evolucionando a medida que paso tiempo con ellos. La persona más guapa del mundo se puede tornar en la menos agraciada si no me cae bien. Algo parecido me ha pasado con este libro. Siento que me ha mostrado muchas caras distintas. Siento que ha pintado en mi mente con un montón de colores. Siento que me ha transformado por dentro a medida que se transformaba a sí mismo. Siento que empieza siendo algo tranquilo, un tono de un verde oliva o un azul profundo; y a medida que avanza, por la forma en la que colisionan sus personajes y suceden sus tramas, estos colores varían. Un negro, un rojo, un rosa, un marrón. Todo lo que el libro me ha hecho sentir evoluciona constantemente también. Algunas cosas son más dolorosas en retrospectiva. Y lo que quiero resaltar con esto es la dificultad de crear algo así, de poder hacer sentir a cualquiera de formas tan diversas, sin que uno se de cuenta. 'Un lugar para Mungo' se siente un libro muy distinto en sus primeras y últimas páginas, no porque no esté bien conectado o porque sean dos cosas radicalmente distintas, sino porque la propia novela cambia la forma en la que la has estado viendo.
En cuanto a aspectos más técnicos, el libro tiene una prosa extraordinaria. Es simple, sencilla y va directa al grano, a la vez que se mezcla con unas metáforas completamente desgarradoras que intentan acudir siempre que pueden a elementos cotidianos para realizar sus comparaciones. La manera en la que el libro cuenta dos líneas temporales de Mungo a la vez es un poco cansina al principio, pero sobre la mitad cobra mucho sentido, porque sabes cómo va a repercutir lo que estás leyendo del pasado del chico en su futuro, y eso solo hace que todo sea aún más descorazonador. Los personajes son de los mejores que he leído en bastante tiempo. Están bien delimitados, bien construidos, y lo que dicen y hacen siempre tiene sentido para con ellos. Quizá mi única (pequeñísima) queja es la división por capítulos, ya que hay algunos en los que esa división no tiene mucho sentido; pero tampoco es un problema grave. Los dos primeros capítulos son de los más largos, pero una vez atraviesas eso, la lectura no es demasiado complicada.
Siento que si hubiera nacido en Glasgow este libro me hubiera pesado (para bien, me refiero al dolor que me ha provocado) incluso el doble; pero el caso es que incluso perdiendo un montón de referencias culturales la novela es muy disfrutable. Creía que me iba a encontrar con una tonta historia de amor con algo de drama; y en realidad lo que ha acabado en mis manos es una novela que habla sobre abuso, homofobia, y las relaciones con nuestros más queridos. Y no me puedo quejar.
Mis reseñas suelen ser de lo más negativas, normalmente utilizando la mayor parte de ellas para despotricar de lo que no me ha gustado; así que, que en esta reseña no tenga más que cosas positivas que decir, habla mucho mejor del libro de lo que yo podría haberlo hecho conscientemente. Si alguien está buscando la razón para llorar desconsoladamente y no salir de la cama en una semana, este libro es para ellos. !