Burke hace una historia de los polímata, desde la antigüedad hasta nuestros días. De fácil lectura. Hay momentos en los que casi se vuelve una mera enumeración de personajes, que poco se diferencia del apéndice con 500 personas polímatas del final. Algunos sesgos, como que la mayoría de los polímatas citados sean europeos y estadounidenses, o el criterio de considerar polímata a los escritores con diversos intereses y que escribían no ficción —como si escribir ficción ya imposibilitara a una persona para que se le considerara polímata—; y aunque señala que estas personas son producto de las sociedades en las que vivieron, el énfasis que hace en que son personalidades particulares contradice esa tesis.