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librukie 's review for:
La casa de cadenas
by Steven Erikson, Marta García Martínez
"El corazón roto del primer Imperio empieza a sangrar, menos de un hilillo de momento, pero pronto se convertirá en una riada"
Durante muchas páginas estaba convencida de que iba a ponerle cuatro estrellas a este libro, porque era en algunas partes algo más denso que los anteriores. Pero ese final, esas últimas 200-300 páginas... Lo muchísimo que me hicieron disfrutar... Esa sensación que me dio ese final es la que adoro de leer, y por eso no puedo ponerle menos.
Admiro muchísimo la capacidad que tiene Steven Erikson para narrar una historia tan compleja, con tantos personajes, tantas subtramas y tantos componentes, dejándote en muchos puntos absolutamente perdido... Y que aún así no puedas parar de leer y disfrutes tanto de la lectura. A día de hoy, con cuatro libros de la saga dejados atrás, puedo decir que todavía hay muchas cosas de esta historia que se me escapan. Hay momentos en los que no sé muy bien qué está pasando, o tengo que mirar quién era cierto personaje. Y es curioso, porque aún así, aún siendo consciente de esto, siento que todo va como tiene que ir y no me estoy perdiendo nada, que todo encajará más adelante. Esto en otros libros me producía bastante frustración, en esta saga no. Y por eso creo que la obra de Erikson tiene tanto valor.
Cuando me leí "Los jardines de la luna" quedé satisfecha, pero a la vez pensé que tampoco me parecía para tanto esa saga que muchos alababan. Ahora he cambiado totalmente de opinión. Cuando más leo Malaz, más me gusta y más disfruto con la historia. Es un auténtico regalo para los lectores de fantasía.
Siento que los personajes cada vez son más redondos, más grises, con más aristas. Que a pesar de estar ambientada en un mundo de fantasía nos muestra grandes realidades y reflexiones de nuestro mundo. Y una cosa que me gusta mucho del autor, creo que es una historia muy inclusiva respecto a los personajes sin siquiera pretenderlo. Los personajes femeninos son muy potentes, y eso a mi me gana mucho.
En esta historia volvemos a Genabackis y al desierto de Raraku con la trama de Sha'ik, a la vez que vamos conociendo un poco más las motivaciones de los dioses y de las distintas casas, así como los movimientos de ascensos y luchas por el poder. Así, además de la lucha entre el Imperio de Malaz y los territorios que luchan contra esa adhesión, también tenemos una lucha superior que abarca y condiciona a todas las especies.
También en este libro se nos presenta el personaje de Karsa Orlong, para mi uno de los puntos fuertes de la novela, y que tendrá un papel decisivo en ambos conflictos.
Es cierto que se trata de un libro algo más pausado que los anteriores, pero para mi no ha habido esa caída de calidad con respecto a los anteriores de la que me han hablado... Es más, como ya he dicho, he disfrutado de esas últimas páginas incluso más que los finales de los anteriores libros.
Y bueno, si esto sigue así ya no sé si con las cinco estrellas bastará para los siguientes.
"De repente, todo aquel asunto parecía carecer de sentido. Ese juego de tiranos asesinos, que empujaban a sus ejércitos hacia un choque inevitable, y que contemplaban con fría indiferencia las vidas que se perderían en el aplacamiento de sus brutales deseos"
Durante muchas páginas estaba convencida de que iba a ponerle cuatro estrellas a este libro, porque era en algunas partes algo más denso que los anteriores. Pero ese final, esas últimas 200-300 páginas... Lo muchísimo que me hicieron disfrutar... Esa sensación que me dio ese final es la que adoro de leer, y por eso no puedo ponerle menos.
Admiro muchísimo la capacidad que tiene Steven Erikson para narrar una historia tan compleja, con tantos personajes, tantas subtramas y tantos componentes, dejándote en muchos puntos absolutamente perdido... Y que aún así no puedas parar de leer y disfrutes tanto de la lectura. A día de hoy, con cuatro libros de la saga dejados atrás, puedo decir que todavía hay muchas cosas de esta historia que se me escapan. Hay momentos en los que no sé muy bien qué está pasando, o tengo que mirar quién era cierto personaje. Y es curioso, porque aún así, aún siendo consciente de esto, siento que todo va como tiene que ir y no me estoy perdiendo nada, que todo encajará más adelante. Esto en otros libros me producía bastante frustración, en esta saga no. Y por eso creo que la obra de Erikson tiene tanto valor.
Cuando me leí "Los jardines de la luna" quedé satisfecha, pero a la vez pensé que tampoco me parecía para tanto esa saga que muchos alababan. Ahora he cambiado totalmente de opinión. Cuando más leo Malaz, más me gusta y más disfruto con la historia. Es un auténtico regalo para los lectores de fantasía.
Siento que los personajes cada vez son más redondos, más grises, con más aristas. Que a pesar de estar ambientada en un mundo de fantasía nos muestra grandes realidades y reflexiones de nuestro mundo. Y una cosa que me gusta mucho del autor, creo que es una historia muy inclusiva respecto a los personajes sin siquiera pretenderlo. Los personajes femeninos son muy potentes, y eso a mi me gana mucho.
En esta historia volvemos a Genabackis y al desierto de Raraku con la trama de Sha'ik, a la vez que vamos conociendo un poco más las motivaciones de los dioses y de las distintas casas, así como los movimientos de ascensos y luchas por el poder. Así, además de la lucha entre el Imperio de Malaz y los territorios que luchan contra esa adhesión, también tenemos una lucha superior que abarca y condiciona a todas las especies.
También en este libro se nos presenta el personaje de Karsa Orlong, para mi uno de los puntos fuertes de la novela, y que tendrá un papel decisivo en ambos conflictos.
Es cierto que se trata de un libro algo más pausado que los anteriores, pero para mi no ha habido esa caída de calidad con respecto a los anteriores de la que me han hablado... Es más, como ya he dicho, he disfrutado de esas últimas páginas incluso más que los finales de los anteriores libros.
Y bueno, si esto sigue así ya no sé si con las cinco estrellas bastará para los siguientes.
"De repente, todo aquel asunto parecía carecer de sentido. Ese juego de tiranos asesinos, que empujaban a sus ejércitos hacia un choque inevitable, y que contemplaban con fría indiferencia las vidas que se perderían en el aplacamiento de sus brutales deseos"