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A review by selenemoonbooks
El castillo de Otranto by Horace Walpole
4.0
He de decir que, tras toda mi vida leyendo a Mary W. Shelley, Poe, Stoker, Lovecraft, Anne Rice y otros grandes autores y autoras del género, esperaba algo más del libro. Sin embargo, comprendo que al ser el primero de este estilo literario, Walpole sentó con él las bases que más tarde otros escritores fueron desarrollando y haciendo propias.
A pesar de echar en falta un mayor peso de los elementos góticos ya tan conocidos, he disfrutado mucho esta lectura tan amena y sencilla, a excepción del segundo prólogo, que me pareció excesivamente largo (el primero me pareció simplemente genial).
En lo que a la leyenda se refiere, considero que ésta hubiera tenido un mayor golpe de efecto si hubiera estado más presente desde el comienzo y durante toda la trama, mencionándose en alguna otra ocasión y dividiendo así en más partes la información que de ella se iba proporcionando, para que el lector fuera descubriéndola poco a poco.
En cuanto a la historia en sí, quedan más que patentes la misoginia y el machismo de la época, así como la idealización de la figura femenina virtuosa y sumisa, pero también aparecen mujeres fuertes que se rebelan de ese papel que la sociedad les ha dado.
Otro aspecto a destacar es la importancia de la religión y la Iglesia como institución, siempre interviniendo y entrometiéndose para obtener su propio beneficio y el de los párrocos, obispos, etc, esto es, sus "humildes siervos".
A pesar de echar en falta un mayor peso de los elementos góticos ya tan conocidos, he disfrutado mucho esta lectura tan amena y sencilla, a excepción del segundo prólogo, que me pareció excesivamente largo (el primero me pareció simplemente genial).
En lo que a la leyenda se refiere, considero que ésta hubiera tenido un mayor golpe de efecto si hubiera estado más presente desde el comienzo y durante toda la trama, mencionándose en alguna otra ocasión y dividiendo así en más partes la información que de ella se iba proporcionando, para que el lector fuera descubriéndola poco a poco.
En cuanto a la historia en sí, quedan más que patentes la misoginia y el machismo de la época, así como la idealización de la figura femenina virtuosa y sumisa, pero también aparecen mujeres fuertes que se rebelan de ese papel que la sociedad les ha dado.
Otro aspecto a destacar es la importancia de la religión y la Iglesia como institución, siempre interviniendo y entrometiéndose para obtener su propio beneficio y el de los párrocos, obispos, etc, esto es, sus "humildes siervos".