Take a photo of a barcode or cover
dani_saavd 's review for:
El murmullo de las abejas
by Sofía Segovia
Desde que inicié el libro, siempre sentí cierto parecido con Cien años de soledad. No por la trama ni los personajes, sino más bien por ese estilo de escritura tan maravilloso y por esa ambientación tan mística.
Ya les he hablado de los libros que me recuerdan y me hacen sumamente consciente del pasar del tiempo y el transcurso de la vida. Este es uno de ellos, es una sublime representación de lo real y maravilloso de nuestros pueblos. El libro teje a nuestro alrededor una magia tan poderosa que nos sentimos atrapados en ella, y hubo momentos donde quise salir a la calle y en verdad escuchar hablar a las abejas. Fueron muchos años en este libro, pasaron muchas cosas, acontecimientos alegres, otros no tanto. Pero el viaje fue alucinante, y valió la pena. Los personajes se sentían tan vividos, como si en verdad hubieran existido y escucharamos su historia. Me duele hablar ahora de Simonopio, porque siento que si lo hago sería como una despedida, y quiero que el personaje se quede conmigo mucho más tiempo.
Siempre hablo de la importancia que debe tener un final, y así como recuerdo que en Cien años de soledad, el final me puso la piel de gallina, puedo decir que el final de El murmullo de las abejas fue exquisito, repleto y cargado de emociones, recuerdos, ese volver a la infancia, recordar y maravillarse de lo vivido, saber que nunca olvidaremos nuestras raíces, pues siempre nos acompañan a donde sea que vayamos.
...Caminamos sin mirar atrás, porque en este viaje lo único que nos importa es nuestro destino...
Ya les he hablado de los libros que me recuerdan y me hacen sumamente consciente del pasar del tiempo y el transcurso de la vida. Este es uno de ellos, es una sublime representación de lo real y maravilloso de nuestros pueblos. El libro teje a nuestro alrededor una magia tan poderosa que nos sentimos atrapados en ella, y hubo momentos donde quise salir a la calle y en verdad escuchar hablar a las abejas. Fueron muchos años en este libro, pasaron muchas cosas, acontecimientos alegres, otros no tanto. Pero el viaje fue alucinante, y valió la pena. Los personajes se sentían tan vividos, como si en verdad hubieran existido y escucharamos su historia. Me duele hablar ahora de Simonopio, porque siento que si lo hago sería como una despedida, y quiero que el personaje se quede conmigo mucho más tiempo.
Siempre hablo de la importancia que debe tener un final, y así como recuerdo que en Cien años de soledad, el final me puso la piel de gallina, puedo decir que el final de El murmullo de las abejas fue exquisito, repleto y cargado de emociones, recuerdos, ese volver a la infancia, recordar y maravillarse de lo vivido, saber que nunca olvidaremos nuestras raíces, pues siempre nos acompañan a donde sea que vayamos.
...Caminamos sin mirar atrás, porque en este viaje lo único que nos importa es nuestro destino...