A review by karsgm
El último pasajero by Manel Loureiro

3.0

3 estrellas

Este libro tenía tanto potencial, tanto…

El principio fue fenomenal, incluso hasta la mitad seguía siéndolo… hasta que pasaron cosas que me volaron la cabeza, y no en el buen sentido. Intentaré reseñar sin caer en spoiler, pero ufff… no sé si lo logre.

Primero nos encontramos con una narrativa de 1939, de un buque carbonero que encuentra un trasatlántico en el medio del atlántico, rodeado por un banco de niebla súper creepy. Lo revisan y pareciera que sus pasajeros se esfumaron de la nada, menos un bebé y con la ambientación pone la pauta para saber qué es lo que vamos a encontrar a lo largo del libro: miedo y algo más, aunque todavía no sabemos qué es.

Comienza con mucha fuerza, capítulos cortos y un ritmo fenomenal, y poco a poco te va haciendo devorar la lectura, porque eso sí, lo he leído en poco menos de 3 días porque necesitaba saber qué era lo que estaba pasando.

Hay muchos pasajes de mucha, muchísima tensión y madre de Dios, vaya que logra hacer que te lata fuerte el corazón; sin embargo, eso se pierde, como ya comenté al inicio, pasada la mitad. Muchos personajes pasan a ser casi inexistentes (incluso uno casi principal) y la trama se torna súper rara y poco plausible (por más que sea un libro paranormal y fantasioso, todo debe llevar cierta lógica según de lo que se esté escribiendo), haciendo que de verdad, al menos en mi caso, me parezca tedioso y quiera leerlo solo por terminarlo, con la esperanza de que mejore.

Pues no, amigos, no mejora. En realidad encontré el uso de deus ex machina en más de una ocasión, con una protagonista que resulta ser bastante inútil para lo aparentemente inteligente que la pintan en el principio y unas escenas de sexo completamente innecesarias que me parecieron chocantes y me hicieron cringear durísimo.

Hay varios cabos sueltos que no se explican (¿, y la razón de lo que está sucediendo se explica en el último minuto con algo que parece más brujería que otra cosa. Bastante decepcionante.

Lástima, ojalá se hubiera mantenido igual de bien que la primera mitad.