4.0

Pues... leído por recomendación. Y acertada. Quitando varios detalles que delatan la moralina y la antiguedad del libro (primera mitad del s. XX), podría perfectamente haber sido escrito en la actualidad.

Una lírica profusa, que intenta enredar al lector en una repetición constante de figuras, tramas y obsesiones para desembocar en un largo suspiro de alivio al terminar (al menos yo lo solté). Especial mérito para las joyas que son la descripción de Montecarlo y la pornografía de manos a la que dedica varias páginas.