A review by aitorfmg
Beastars, vol. 5 by Paru Itagaki

emotional funny lighthearted reflective tense medium-paced
  • Plot- or character-driven? A mix
  • Strong character development? Yes
  • Loveable characters? Yes
  • Diverse cast of characters? Yes
  • Flaws of characters a main focus? Yes

4.25

Hasta ahora, el tomo más sólido. Su trama se mueve por causalidad y cada personaje juega un rol esencial en el desarrollo del volumen. El worldbuilding se ata a los temas principales de la obra, de manera que funciona a dos niveles: uno, como alegoría de nuestro mundo, y dos, como evolución lógica de un mundo animal civilizado. En ese punto se encuentran hechos como la cirugía del alcalde, cuyo deseo por aparentar amabilidad lo lleva a cambiar por completo su imagen para ser la baliza de su especie en un lugar dominado por el especismo hacia carnívoros.

Hal y Legoshi engrasan los engranajes del volumen, cada uno evolucionando a su particular manera o revelando nuevas aristas. La exploración del líder shishigumi a Hal es, hasta cierto punto, una alegoría del abuso: un hombre amparado por una sociedad patriarcal que encuentra el placer en la humillación de la mujer, especialmente si muestra un físico frágil. Aquí se aplica lo dicho del worldbuilding: al ser un mundo dominado por carnívoros y herbívoros, Itagaki se permite ahondar en la alegoría de una mujer viviendo en una sociedad masculina, siempre dardo de los intintos primarios de los hombres. Al colocar a Legoshi en medio de esta trama, la autora deja claro que lo patriarcal es universal, pero no particular. Él representa una masculinidad cambiante, que emplea la violencia solo como defensa ante la crueldad de su tipo animal y para proteger a sus seres queridos. Al ser un mundo animal, no es del todo transponible al nuestro, pero sigue funcionando.

Hal es físicamente débil y sufre constantes humillaciones por su fragilidad, y por eso mismo encuentra en el sexo un espacio seguro. Sin importar si su acompañante es herbívoro o carnívoro, en la cama puede sentirse empoderada no por dominar al otro, sino por ser tratada de igual. Ningún carnívoro rebaja la violencia de sus embestidas; Hal no es tratada con la lástima que todos le brindan en su día a día. El sexo la iguala al resto. Itagaki podría haber forzado un empoderamiento de Hal para demostrar su valía como hembra, pero esta revelación la lleva, a mi juicio, mucho más allá. Ahonda en su psicología al tiempo que señala los problemas sociales de su mundo y el nuestro.

Legoshi y Hal son simbióticos. La fuerza del primero anima a la coneja a alzarse contra las vejaciones del líder shishigumi, y el amor por Hal hace de Legoshi un carnívoro pacifista, que ni siquiera en momentos de violencia asesta un golpe mortal. Controla sus instintos. Hay un desarrollo astuto de los acontecimientos: tomos atrás, Hal decía a Legoshi que "no tienes ni idea de lo que es ser un animal permanentemente amenazado por la muerte"; aquí, Legoshi decide usar sus instintos para ser el guardían de Hal y, así, ser él amenazado siempre por la muerte. Tiende un puente para el entendimiento entre ambos a través de la empatía. No se me ocurre mejor momento para la escena del love hotel, donde todo escala al modo de la metáfora con las escaleras mecánicas. Puede que la relación no se consume todavía (esa duda queda para el siguiente tomo), pero ya está habiendo avances y nada parece forzado. Incluso la locura de Rouis, derrotado por el sentido protector de Legoshi, sirve para probar todavía más el avance orgánico de la relación.