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paulogonzalez 's review for:
Contraluz
by Vicente Campos, Thomas Pynchon
Contraluz es una novela compleja, en la que Pynchon entremezcla un gran número de estilos, de personajes y de tramas. No es fácil de seguir, requiere máxima atención para conocer y ubicar a todos los personajes y para para no perderse en los frecuentes cambios de trama, ya que no tiene un hilo principial sino varios secundarios entrelazados. Incluso no tiene un final definitivo, sino varios pequeños cierres histórico-temporales.
Contiene además abundantes referencias que muestran sus vastos conocimientos en materias como la historia y las ciencias. Por deformación profesional me he fijado especialmente en las frecuentes menciones a las matemáticas, que se dan sobre todo durante las apariciones de dos de los (muchos) personajes relevantes, Kit Traverse y Yashmeen Halfcourt, que son precisamente estudiantes de esta disciplina. Esto me ha hecho focalizar parte de mi atención en ellas, intentando relacionarlas y enlazarlas con el resto de la historia: en ocasiones fui capaz de entrever vínculos y nexos, otras veces no parecían tener un significado concreto y en un buen puñado me vi perdido ante parágrafos que ni matemáticamente tenían mucho sentido ni yo conseguía entender el porqué de su aparición en la novela. Y aunque la parte matemática era la que mayor interés me captaba, con el resto de referencias me pasaba igual, variando cada poco mi percepción: de verme lleno de incompresión y estupor a quedar embelesado y maravillado, ya que por momentos es imaginativa, sugerente, extraordinaria, seductora.
Vamos, que me quedo con sensaciones ambivalentes, y no tengo claro, siendo este el primer libro de Pynchon que leo, si quiero dar una oportunidad a otros libros suyos. Seguramente deje pasar un tiempo para que esta lectura repose en mi cabeza, y quizás en algún momento futuro me anime a retomar a este singular autor.
Contiene además abundantes referencias que muestran sus vastos conocimientos en materias como la historia y las ciencias. Por deformación profesional me he fijado especialmente en las frecuentes menciones a las matemáticas, que se dan sobre todo durante las apariciones de dos de los (muchos) personajes relevantes, Kit Traverse y Yashmeen Halfcourt, que son precisamente estudiantes de esta disciplina. Esto me ha hecho focalizar parte de mi atención en ellas, intentando relacionarlas y enlazarlas con el resto de la historia: en ocasiones fui capaz de entrever vínculos y nexos, otras veces no parecían tener un significado concreto y en un buen puñado me vi perdido ante parágrafos que ni matemáticamente tenían mucho sentido ni yo conseguía entender el porqué de su aparición en la novela. Y aunque la parte matemática era la que mayor interés me captaba, con el resto de referencias me pasaba igual, variando cada poco mi percepción: de verme lleno de incompresión y estupor a quedar embelesado y maravillado, ya que por momentos es imaginativa, sugerente, extraordinaria, seductora.
Vamos, que me quedo con sensaciones ambivalentes, y no tengo claro, siendo este el primer libro de Pynchon que leo, si quiero dar una oportunidad a otros libros suyos. Seguramente deje pasar un tiempo para que esta lectura repose en mi cabeza, y quizás en algún momento futuro me anime a retomar a este singular autor.