A review by llevamoselfuego
No es país para viejos by Cormac McCarthy

5.0

Cormac McCarthy es un hombre viejo y sabio, y también es un hombre cruel. Y esas tres cosas brillan como el cromo de una ametralladora bajo el sol del desierto en esta obra. “No Country For Old Man” que muchos conocimos antes por la adaptación de los hermanos Coen, es un neo western donde un veterano de Vietnam encuentra un maletín con dos millones de dólares luego de un trato narco que sale mal. Y ahí, toda su vida se va a la mierda, porque el maletín sirve como el agujero del conejo para que Llewelyn Moss descienda a un submundo que existe a espaldas del nuestro, donde la sangre no vale nada y la violencia genera monstruos que andan sueltos por ahí sin responder a nadie.


La trama se bifurca entre la historia de Moss y los monólogos de Ed Tom Bell, el sheriff del pueblo, un hombre, que como el título de la obra lo indica, está demasiado viejo para vivir en lo que sea que se haya transformado Estados Unidos. El trío de protagonistas lo completa Anton Chigurh, un sicario trabajando para los dueños del dinero que más que un asesino es una fuerza de la naturaleza con un extraño código de conducta y honor, una retorcida lección de filosofía andante que mata gente con una pistola de aire, sin remordimiento alguno. 


“No Country For Old Men” es una historia sin héroes, donde la miseria humana es un mar que ahoga a todos y donde la poca gente íntegra que aún queda, termina sepultada debajo de una economía de sangre y muerte que predomina en un mundo que ha adaptado una nueva forma caníbal que deja atrás toda prueba de civilización. Los buenos son buenos hasta que pueden y una vez que la sangre comienza a mojarles los talones, tienen que dar un paso al costado para no perderse en el horror. 


 Este libro es aún más sombrío que The Road, ambientado en un mundo post apocalíptico, porque a pesar de estar viviendo el fin de los días, rodeados de salvajismo, los protagonistas de The Road se permiten la idea de la sociedad, la civilización como la luz que trae la paz y el progreso, pero en “No Country…” la sociedad misma es la razón de la oscuridad, un fin del mundo mientras los días corren con normalidad, los monstruos a los que nos acostumbramos, mientras vamos perdiendo la sangre con el paso de los años, fríos, convirtiéndonos a semejanza de lo que nos helaba las venas.