A review by mikibooks
Prosperity by Alexis Hall

4.0

Antes que nada, aquellas cosas que no me gustaron tanto de Prosperity no tienen que ver con mis limitaciones idiomáticas. Si bien al principio me tomó un tiempo agarrarle el ritmo, al cabo de algunas páginas el lenguaje fue tomando cierta lógica y pude seguir el criterio del autor detrás de algunas palabras. Decidí avanzar en la lectura con calma y perseverancia, anotando palabras y significados que aparecían con más regularidad. Hasta me armé mi propio diccionario "Piccadilly - Castellano".

Con lo cual, las posibles críticas al libro (que no son muchas) no se explican por mi condición de tercermundista. La creatividad del autor para construir este libro es digna de destacar. Sí, ya sé que la tiene, pero no por eso deja de ser más complejo de leer para un no angloparlante. De hecho los diferentes registros lingüísticos asociados a cada personaje están muy bien pensados y elaborados. Como me dijo alguien muy acertadamente, me gustaría saber quién tendría ganas de darle la misma oportunidad a un libro escrito en castellano de origen latinoamericano, que tuviera las mismas barreras lingüísticas, en el registro usado al escribirlo y en la premisa. Por ejemplo, se me ocurre el Martín Fierro *insertar risita diabólica*

Volviendo al libro, me gustó que me llevara por diversas emociones definidas, aunque me sentí sobre todo angustiada y sofocada la mayor parte del tiempo, aún con su resolución final, que me dejó triste y con cierta pesadumbre en el corazón. Eso es un mérito del libro, claro está, pero igual no me resultó del todo placentero en este caso.

Siempre estoy lista para saltar a una buena historia steampunk y esta en particular logra desarrollar los elementos muy bien.

Me hubiera gustado quizás un poco más de desarrollo del contexto político-social del universo que plantea, que apenas si se vislumbra de a pedazos (quizás se explaye un poco más en los otros libros), y que el eje no girara siempre en torno a los personajes y lo que les sucede. Pero ese supongo que sería otro libro. Sobre ellos, Milord y Byron Kae se llevan todos mis pompones.

Así que se trata desde ya de una obra escrita por una mano talentosa, dedicada a ofrecer material de calidad a sus lectores y que se nota que trabaja conscientemente para ello. Me reconforta haber enfrentado el desafío de leerlo, de superar mis propias trabas y mi ignorancia con el idioma, y poder comprenderlo y sentirlo a pesar de ello. Ha sido un lindo viaje que espero recorrer pronto otra vez.

Él anda siempre juyendo,
siempre pobre y perseguido,
no tiene cueva ni nido,
como si juera maldito,
porque el ser gaucho... barajo!
el ser gaucho es un delito.