A review by nuska
Fortunata y Jacinta - Volumen I by Benito Pérez Galdós

5.0

"Por lo bien que decía las cosas y la gracia de sus juicios, aparentaba saber más de lo que sabía, y en su boca las paradojas eran más bonitas que las verdades".

"Juanito acabó por declararse a sí mismo que más sabe el que vive sin querer saber que el que quiere saber sin vivir, o sea, aprendiendo en los libros y en las aulas. Vivir es relacionarse, gozar y padecer, desear, aborrecer y amar. La lectura es vida artificial y prestada, el usufructo, mediante una función cerebral, de las ideas y sensaciones ajenas, la adquisición de los tesoros de la verdad humana por compra o por estafa, no por el trabajo".

"Estupiñá tenía un vicio hereditario y crónico, contra el cual eran impotentes todas las demás energías de su alma; vicio más avasallador y terrible cuanto más inofensivo parecía. No era la bebida, no era el amor, ni el juego, ni el lujo; era la conversación".

"Poco a poco iban llegando los amigos, aquellos hermanos de su alma, que en la soledad en que Plácido estaba le parecían algo como la paloma del arca, pues le traían en el pico algo más que un ramo de oliva: le traían la palabra, el sabrosísimo fruto y la flor de la vida, el alcohol del alma, con que apacentaba su vicio...".

"Hay dos mundos: el que se ve y el que no se ve. La sociedad no se gobierna con las ideas puras".

"Y nada más... ¡Qué desvarío! Por grande que sea un absurdo, siempre tiene cabida en el inconmensurable hueco de la mente humana".

"Siempre que arrojaba un hueso parecía que lanzaba a la inmensidad del pensar general una idea suya, calentita, como se arroja la chispa al montón de paja para que arda".

"¡Pobre razón aplastada por la soberbia! ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde está la vindicta del débil? En ninguna parte".