A review by lauravials
The High Lord by Trudi Canavan

4.0

Un año después de empezarla, finalmente puedo decir que terminé las Crónicas del Mago Negro. La yo que se leyó el primer libro nunca lo hubiera adivinado, pero me gusta pensar que soy una persona más constante de lo que fui.
Le tengo que dar cuatro estrellas al libro, porque a pesar de que tuvo un principio bueno y un medio excelente, decayó en el final, alargando la acción y haciendo que el clímax de la historia se volviera lento. Este es uno de los mayores problemas que tengo con Trudi Canavan, su afición por distender las cosas innecesariamente hizo que su serie nunca pasara de lo "bueno" e "interesante" a "espectacular" y "fascinante". A decir verdad, tengo muchos sentimientos encontrados con esta trilogía y este libro en particular que me gustaría desarrollar, porque me vienen molestando desde hace algún tiempo.
A pesar de los problemas de ritmo de la acción, la trama es distinta y bastante novedosa. Nunca sabía mucho hacia dónde iban a ir las cosas, excepto en lo concerniente a Akkarin. Por alguna razón adiviné todos y cada unos de los puntos claves de su arco, lo que me hizo sentir muy bien conmigo misma, pero le quita puntos al libro. Lo que quiero decir, al final, es que a pesar de que en las cosas chicas me sorprendía constantemente y la trama en sí no tiene la estructura típica, muchos de los plot twists eran muy predecibles. Lo que es una contradicción bastante importante y no la primera que tiene la serie.
El hecho de que Sonea tuviera varios intereses románticos a medida que la serie avanzaba me gustó mucho. Fue refrescante ver a alguien creciendo y explorando sus sentimientos por más de una persona sin que tuviera que haber un triángulo amoroso. Pero a pesar de que al principio la shipeaba con Akkarin con pasión, cuando finalmente estuvieron juntos se me hizo raro. No estoy muy segura por qué, pero probablemente tiene que ver con que dio a un contraste demasiado grande con el Akkarin que habíamos visto antes, que no computaba en mi cabeza. También me dio rabia que todas las parejas tuvieran sus escenas de sexo poco explícitas excepto Dannyl, lo encuentro una patente discriminación hacia su persona. ¡Ni siquiera de da un beso con Tayend en toda la serie! Como si nos fuéramos a morir porque dos hombres hacen algo más que hablar de su a penas explícita relación romántica...
Otra cosa que me molestó de la serie y a la que nunca me pude acostumbrar fue al lenguaje de las Barriadas. Se me hizo forzado y a veces hasta cheesy, así como también el innecesario vocabulario inventado. ¿Cuál es la idea de darle un nombre extraño a un animal que es básicamente una vaca? ¿O a una fruta que a literalmente nadie le importa? No me parecieron más que intentos fallidos de Trudi Canavan de separar su mundo del resto. Lo que hace a un mundo especial no son palabras extrañas inventadas, sino que una estructura social, política y mágica novedosa, lo que consiguió de manera decente. No hay necesidad de agregar vocabulario superfluo que lo único que hace es complicar la lectura.
Aunque, como pueden apreciar, muchas veces me hizo rabiar, las Crónicas del Mago Negro es una serie de fantasía entretenida que vale la pena leer, y El Gran Lord fue una buena forma de terminarla. No es un libro perfecto (bastante lejos, de hecho), pero me dejó conforme, que es más que muchos finales de libros mejores pueden decir.