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kujicu 's review for:
Nueve cuentos
by J.D. Salinger
5/5
No hay ni un relato malo.
No voy a hacer una reseña por cada relato, al menos ahora, porque desde el móvil me da pereza.
Pero voy a hacer mención especial a Teddy, Un día perfecto para el pez plátano y Para Esmé con amor y sordidez. (En el bote y El periodo azul de Daumier-Smith también me han gustado mucho mucho)
¿Y qué tienen de común estos tres relatos además de ser deprimentes? Niños.
Salinger escribe a niños adultos, a niños que no son niños, pero lo son. Es como a Phoebe de El guardián entre el centeno. Son niños inteligentes, niños que preguntan, niños que son, en fin, niños.
Y es que me flipa como los escribe, porque parece, o al menos siento, que les tiene cariño. Y como leí el otro día en Twitter, odiar a los niños no es una personalidad. A mí no me gustan los niños en especial, pero no los odio, creo que deben ser protegidos, y queridos. Y odio a la gente que los odia. Por eso me gusta tanto que Salinger los escriba tan bien.
Respecto a los relatos en sí, el tono pesimista me encanta. También me gusta la crítica que hace a la guerra y a la sociedad americana de la época. Sus personajes son todos grises y es maravilloso. Y, aunque tenga sus fallos, por los conocimientos de la época (aunque esto no lo veo como excusa) habla de las enfermedades mentales bastante bien. Aunque, más que hablar diría que las trata, pero no acaban bien. Por eso creo que se debería tener cuidado al leerlos, puede herir sensibilidades, a mí algunas relatos aún me rondan la cabeza después de varios días.
En general son unos relatos bastante guays, con tramas sencillas pero que te hacen replantearte muchas cosas con personajes, en su mayoría, grises y rotos.
No hay ni un relato malo.
No voy a hacer una reseña por cada relato, al menos ahora, porque desde el móvil me da pereza.
Pero voy a hacer mención especial a Teddy, Un día perfecto para el pez plátano y Para Esmé con amor y sordidez. (En el bote y El periodo azul de Daumier-Smith también me han gustado mucho mucho)
¿Y qué tienen de común estos tres relatos además de ser deprimentes? Niños.
Salinger escribe a niños adultos, a niños que no son niños, pero lo son. Es como a Phoebe de El guardián entre el centeno. Son niños inteligentes, niños que preguntan, niños que son, en fin, niños.
Y es que me flipa como los escribe, porque parece, o al menos siento, que les tiene cariño. Y como leí el otro día en Twitter, odiar a los niños no es una personalidad. A mí no me gustan los niños en especial, pero no los odio, creo que deben ser protegidos, y queridos. Y odio a la gente que los odia. Por eso me gusta tanto que Salinger los escriba tan bien.
Respecto a los relatos en sí, el tono pesimista me encanta. También me gusta la crítica que hace a la guerra y a la sociedad americana de la época. Sus personajes son todos grises y es maravilloso. Y, aunque tenga sus fallos, por los conocimientos de la época (aunque esto no lo veo como excusa) habla de las enfermedades mentales bastante bien. Aunque, más que hablar diría que las trata, pero no acaban bien. Por eso creo que se debería tener cuidado al leerlos, puede herir sensibilidades, a mí algunas relatos aún me rondan la cabeza después de varios días.
En general son unos relatos bastante guays, con tramas sencillas pero que te hacen replantearte muchas cosas con personajes, en su mayoría, grises y rotos.