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cerilla 's review for:
Cosmética del enemigo
by Amélie Nothomb
Lo bueno: me repugna el Textor Texel y eso es claramente lo que pretendía la autora, así que mis dieces. El diálogo es muy dinámico, muy bueno para que como lector también te angustie la verborrea de Txtxl.
Lo malo: el final me decepcionó bastante. Siento que lo más interesante es el debate moral que se plantea a mitad del relato: matar o no matar al asesino de tu mujer, sabiendo que si te vengas le estás dando una satisfacción.
Luego la autora revela que es todo un desdoble de personalidad que elimina de golpe ese factor moral (de pronto solo importa si el prota asume la verdad o no, lo que haga con la información pierde peso) y encima parece una solución fácil y blandengue para todo lo anterior. La rocambolesca historia de Textor se justifica con que el prota fantaseó con o se inventó incluso los detalles más rarunos e innecesarios como lo de la comida de gato y ese nombre tan txtxt. Y la explicación de porqué se inventa ciertos detalles es tan perezosa... ¿Por qué holandés? Ni la autora lo sabe. ¿Por qué jainaista? Literalmente dice que quizá el prota, que no es religioso, quiera serlo. Casi me lo creería de no ser porque Textor dice en otra ocasión que 'sabe' que Jerôme quiere comerse perritos calientes, así que si no sabe esto, o está mintiendo o tan omnipotente (dice que nunca olvida nada) no es.
En fin, que si nunca pasaron las cosas que se cuentan durante la mitad del relato, el malo pierde fuelle, ya no me importa tanto lo que le pase y siento que perdí el tiempo leyendo la interpretación de los hechos de dos maneras distintas para que al final la verdadera versión sea otra tercera opción mucho más aburrida.
Es un plot twist que me hizo sentir la misma frustración que cuando te dicen que todo fue un sueño, vaya.
Lo malo: el final me decepcionó bastante. Siento que lo más interesante es el debate moral que se plantea a mitad del relato: matar o no matar al asesino de tu mujer, sabiendo que si te vengas le estás dando una satisfacción.
Luego la autora revela que es todo un desdoble de personalidad que elimina de golpe ese factor moral (de pronto solo importa si el prota asume la verdad o no, lo que haga con la información pierde peso) y encima parece una solución fácil y blandengue para todo lo anterior. La rocambolesca historia de Textor se justifica con que el prota fantaseó con o se inventó incluso los detalles más rarunos e innecesarios como lo de la comida de gato y ese nombre tan txtxt. Y la explicación de porqué se inventa ciertos detalles es tan perezosa... ¿Por qué holandés? Ni la autora lo sabe. ¿Por qué jainaista? Literalmente dice que quizá el prota, que no es religioso, quiera serlo. Casi me lo creería de no ser porque Textor dice en otra ocasión que 'sabe' que Jerôme quiere comerse perritos calientes, así que si no sabe esto, o está mintiendo o tan omnipotente (dice que nunca olvida nada) no es.
En fin, que si nunca pasaron las cosas que se cuentan durante la mitad del relato, el malo pierde fuelle, ya no me importa tanto lo que le pase y siento que perdí el tiempo leyendo la interpretación de los hechos de dos maneras distintas para que al final la verdadera versión sea otra tercera opción mucho más aburrida.
Es un plot twist que me hizo sentir la misma frustración que cuando te dicen que todo fue un sueño, vaya.