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A review by blackcatreading
Romantic Outlaws: The Extraordinary Lives of Mary Wollstonecraft and Her Daughter Mary Shelley by Charlotte Gordon
5.0
5/5 ☆☆☆☆☆
"But the paradox of their success is that most modern readers are unaware of the overwhelming obstacles both women had to overcome. Without knowing the history of the era, the difficulties Wollstonecraft and Shelley faced are largely invisible, their bravery incomprehensible. Both women were what Wollstonecraft termed "outlaws". Not only did they write world-changing books, they broke from the strictures that governed women's conduct, not once but time and again, profoundly challenging the moral code of the day. Their refusal to bow down, to subside and surrender, to be quiet and subservient, to apologize and hide, makes their lives as memorable as the words they left behind. They asserted their right to determine their own destinies, starting a revolution that has yet to end."
Desde la introducción (es decir, las primeras páginas del libro) queda claro de qué va y el mensaje que desea transmitir. Es potente y te deja con esa sensación enardecida de querer más.
Me gustaría mencionar, antes de ir de lleno con Mary W. y Mary S., que hay que darle crédito a Godwin (esposo de la primera, padre de la segunda) por haberse preocupado de mantener viva la memoria de la madre de Mary y enseñarles a sus hijas los textos que ella escribió, como también incentivarlas a buscar el conocimiento (en vez de que ella se conformará, algo que hubiese sido entendible teniendo en cuenta la época en la que vivieron). Durante el transcurso del libro tuve muchos peros con Godwin, pero creo que al menos esto debe salvarse sobre él.
Por otro lado, fue frustrante leer que Godwin fue el primer y principal responsable de la desaparición de Wollstonecraft en el mundo literario. Ella fue una gran filósofa que debió ser reconocida por su talento, sin embargo hasta el día de hoy es poco conocida fuera de los círculos literarios/feministas.
Respecto a cómo esta compuesto el libro, los capítulos están intercalados entre la historia de Mary W. y la de Mary S., con la idea de que quede patente lo interlazadas que estaban sus vidas a pesar de solo haber compartido 10 días juntas, pero para mí como lectora a veces resultaba confuso y por momentos se mezclan en mi cabeza las historias, hasta cierto punto fusionandolas (no ayudaba que ambas se llamaran Mary).
Me resultó realmente impresionante leer como Mary Wollstonecraft, Godwin y, después, Mary Shelley, tuvieron ideas no solo revolucionarias pero futuristas sobre la sociedad y diversos aspectos de la misma (matrimonio, gobierno, etc.). En realidad, todo el círculo que rodeó a lxs Godwin y Wollstonecraft (y después, lxs Shelley) era bastante revolucionario, y mezclado con la era del Romanticismo, yo estaba fascinada y encantada leyendo sobre todxs estxs políticxs, filósofxs, escritorxs y artistas.
Una de las cosas que más me gustó de esta obra es que es contada por una mujer, sobre dos extraordinarias mujeres que tuvieron que sufrir las injusticias de ser una en tiempos donde el hombre estaba socialmente por sobre las mujeres, dándole una visión no solo feminista, si no también empática hacia las vidas de estas increíbles autoras.
Creo que la autora intentó ser lo más leal posible a la información recaudada de lo que ocurrió, y al mismo tiempo intentó no juzgar tan duramente a las protagonistas de la biografía (a diferencia de otras obras). Me gusta este lado empático y simpático que la autora muestra durante el relato, ya que antes, y hoy en día, se tendía a juzgar con más severidad a la mujer, por sus decisiones y acciones, exigiendo una perfección imposible. No es que la autora no reconozca los defectos o equivocaciones de Mary S. y Mary W., sino que no intenta juzgarlas bajo un ojo que busca la intachabilidad y perfección que parecieran buscar otrxs en mujeres influyentes de la historia (en otras palabras, bajo el ojo patriarcal y misógino).
En cada capítulo encontraba ideas que consideraba interesantes y las cuales quería dejar patentes en algún lado, pero eran tantas (y, a veces, detalles en comparación al tema principal del libro), que consideré excesivo poner todo en la reseña.
Respecto a Percy Shelley, él es descrito como un revolucionario, pero también me da la sensación de que su sentido de la libertad es, por momentos, egoísta y personalista, olvidando que sus acciones afectan a otrxs, y que el ideal no se materializa de la nada, y por ende, las mujeres que él desea "liberar" estaban más expuestas a riesgos de los que él nunca iba a estar (por momentos, solo parece un niño aristocrático que nunca ha sufrido pero tiene ideas de justicia social y lucha en la medida que le es cómodo; tiene ideas buenas y muy reales, pero se comporta como alguien que justamente nunca le ha faltado nada).
Como pareja, Percy fue un buen compañero literario, y entre ambos se apoyaban en sus carreras y obras, lo cual encuentro lindo, pero él falló muchas veces tanto con Harriet como con Mary.
Aún así, siento una extraña melancolía cada vez que leo sobre su muerte (la de Percy Shelley).
Es irónico que el libro apunte a que Wollstonecraft no le gustaba adornar su escritura (era directa, escribió tal cual como hablaba), y que una de las críticas que hice a su libro (en el primer párrafo de mi reseña) "Vindicación de los derechos de la mujer" fue que sentí que adornaba mucho lo que decía... aunque debo admitir que fui algo injusta con mi crítica en aquel entonces, ya que hace poco había leído "Un cuarto propio" de Virginia Woolf y lo amé, entonces inconscientemente comparé ambas obras, lo cual es un error mío y no de los libros o sus autoras. Aprovecho de mencionar que, además, otra de las críticas que le hice a dicho libro por aquel entonces, era que no me quedaba claro el tipo de mujer que ella describía, y si pertenecía a la clase alta de la sociedad, o también incluía a la mujer trabajadora (o clase baja). Ahora que leo su biografía, sé que su experiencia personal fue de pobreza, y que efectivamente habla de toda mujer, ya que en ese entonces las mujeres prácticamente no tenían derechos, no importaba la clase a la que pertenecieran, por lo cual me gustaría apuntar lo importante que es saber la biografía de quien escribe para entender en mayor profundidad desde dónde y por qué dice lo que dice.
No pude evitar simpatizar mucho con Mary S. (aunque por momentos me daban ganas de decirle "amiga, date cuenta", cuando Percy se comportaba como un completo idiota y ella ahí toda embobada por él).
Las ideas políticas de Mary W. Son profundamente interesantes de leer, y casi puedes sentir la misma rabia e indignación que ella sintió en su momento. Además, su fuerza para ir en contra de todas las convenciones para vivir feliz bajo sus propios términos es admirable.
Me resultó triste y doloroso ver la necesidad de amor y atención que necesitaban varias de las personas mencionadas en esta biografía, sobre todo las propias Mary Shelley y Mary Wollstonecraft. Podías ver que la falta de apego seguro les hacía dependientes en gran medida de otrxs. También, fue muy frustrante ver como ambas mujeres (Mary Shelley y Mary Wollstonecraft) lucharon con todas sus fuerzas por la independencia de la mujer, pero debido a lo abandonadas que fueron cuando pequeñas, se aferraran tanto a sus parejas masculinas cuando se enamoraban.
Al final pareciera que todxs (o la mayoría) de estos auto denominados "hombres liberales" son hipócritas, liberales para su conveniencia no más en cuanto a la liberación de las mujeres (son como los "aliades" de hoy en día en muchos aspectos). Claire, ya en la vejez, apunta precisamente al daño causado por Byron y Shelley en nombre del "amor libre" que practicaban en aquel entonces, y que solo hizo daño a las mujeres que ellos decían amar.
Me resultó extremadamente frustrante leer las constantes injusticias que estas dos mujeres vivieron y que no pudieran hacer nada más al respecto excepto denunciarlo abiertamente (lo cual también les significaba problemas).
En esta obra, Charlotte Gordon reivindica la vida y obra de las famosas autoras Mary Wollstonecraft y Mary Shelley.
Al final del libro, resultó muy evidente los cimientos autobiográficos que después se reflejarían en las obras de ambas autoras.
En conclusión, ame esta biografía dual de principio a fin, la autora Charlotte Gordon reivindica, sin censura ni tapujos, la vida de estas extraordinarias autoras y libre pensadoras, que lucharon por los derechos de la mujer, pusieron en práctica su filosofía y sufrieron el castigo social por ello, como también el histórico, donde sus vidas, tan valiosas como sus obras, han sido tergiversadas y/u olvidadas. Esperemos que futuras generaciones puedan elevar sus imágenes al reconocimiento que se merecen por cimentar nuevas ideas y prácticas literarias.
Frases que llamaron mi atención:
"Most of their contemporaries considered the concept of women's rights to be as absurd as the rights of chimpanzees. In fact, chimpanzees (and other animals) would gain legal protection in 1824, twenty years before the first law was passed that limited, but did not prohibit, violence against women."
"They sustained themselves by dreaming of the day, long after they were dead, when readers would agree with their ideas: that women are equal to men; that all people deserve the same rights; that human reason and the capacity for love can reform the world; that the great enemies of happiness are ignorance, poverty, cruelty, and tyranny; and that every person is entitled to justice and freedom."
"In fact, Locke's social contract made protest seem the only rational response to injustice; it was humanity's obligation to overthrow tyranny; a government that does not protect the people's freedom is illegitimate."
"Marriage, as now understood, is a monopoly, and the worst of monopolies. So long as two humans beings are forbidden, by positive institution, to follow the dictates of their own mind, prejudice will be alive and vigorous."
"But our church shall be the starry night, / Our altar the grassy earth outspread, / And our priest the muttering wind."
"But she rejected the idea that her feelings clouded her ability to make logical decisions. She believed that she was as capable of rational thought as any man and wanted to read and write books that were worthy of her intellect."
"No political issue was free of personal implications. No reasonable cause was free of emotions. Logical discourse was important, but passion was even more so. If dishonest sentimentality made for poor writing, so did dry reason. Reason and sentiment. Passion and logic. The two had to be combined."
"The entire party was delighted to learn that Milton had once stayed there, an astonishingly good omen for this group of young people who by now saw themselves as fallen angels, like Milton's Satan: rebellious and misunderstood."
"Careful not to weight the story in favor of either the creator or the created, Mary conjured a sense of moral suspension in which the conventional questions -- Who's the hero? Who's the villain? Who's right? Who's wrong? -- no longer applied. The creature and Walton undermine Frankenstein's version of events, allowing us to see what he never acknowledges: that he was at fault because he did not provide his creation with love or an education. Monsters, says Mary, are of our own making."
"For her, the moral was clear: uncontrolled patriarchal power was dangerous for everyone, including men. Women needed to be empowered in order to rein in men's appetites, and, more important, to offer an alternative mode of being, one based on love, education, and cooperation rather than on aggression and ambition."
"Mary was advocating for a far more democratic order than Godwin was prepared to accept; she wanted to open the door for more people like herself to join the ranks of writers. An author did not have to be educated at an elite school to properly express his or her ideas, she said. All that was neccessary was a good imagination."
"And yet, despite the efforts of these writers, Wollstonecraft still remained largely unread, regarded as a curiosity rather than an essential figure until the advent of the women's movement in the 1970s. Over the last four decades, innumerable biographies and critical studies have redeemed her work and placed her ideas and her life in historical and cultural context. She is now a fixture in anthologies of philosophy, British literature, and women's literature and is a staple in courses on intellectual history, the history of women, and feminist theory. Nevertheless, though this might seem like a triumph, the tale of Wollstonecraft's legacy is a cautionary one. She was almost lost to history, her name nearly obliterated. Her critics used sexual scandal to try to silence her words, and they nearly succeeded. Wollstonecraft was almost forgotten, A Vindication of the Rights of Woman unread, and her call for justice unheard."
"But the paradox of their success is that most modern readers are unaware of the overwhelming obstacles both women had to overcome. Without knowing the history of the era, the difficulties Wollstonecraft and Shelley faced are largely invisible, their bravery incomprehensible. Both women were what Wollstonecraft termed "outlaws". Not only did they write world-changing books, they broke from the strictures that governed women's conduct, not once but time and again, profoundly challenging the moral code of the day. Their refusal to bow down, to subside and surrender, to be quiet and subservient, to apologize and hide, makes their lives as memorable as the words they left behind. They asserted their right to determine their own destinies, starting a revolution that has yet to end."
Desde la introducción (es decir, las primeras páginas del libro) queda claro de qué va y el mensaje que desea transmitir. Es potente y te deja con esa sensación enardecida de querer más.
Me gustaría mencionar, antes de ir de lleno con Mary W. y Mary S., que hay que darle crédito a Godwin (esposo de la primera, padre de la segunda) por haberse preocupado de mantener viva la memoria de la madre de Mary y enseñarles a sus hijas los textos que ella escribió, como también incentivarlas a buscar el conocimiento (en vez de que ella se conformará, algo que hubiese sido entendible teniendo en cuenta la época en la que vivieron). Durante el transcurso del libro tuve muchos peros con Godwin, pero creo que al menos esto debe salvarse sobre él.
Por otro lado, fue frustrante leer que Godwin fue el primer y principal responsable de la desaparición de Wollstonecraft en el mundo literario. Ella fue una gran filósofa que debió ser reconocida por su talento, sin embargo hasta el día de hoy es poco conocida fuera de los círculos literarios/feministas.
Respecto a cómo esta compuesto el libro, los capítulos están intercalados entre la historia de Mary W. y la de Mary S., con la idea de que quede patente lo interlazadas que estaban sus vidas a pesar de solo haber compartido 10 días juntas, pero para mí como lectora a veces resultaba confuso y por momentos se mezclan en mi cabeza las historias, hasta cierto punto fusionandolas (no ayudaba que ambas se llamaran Mary).
Me resultó realmente impresionante leer como Mary Wollstonecraft, Godwin y, después, Mary Shelley, tuvieron ideas no solo revolucionarias pero futuristas sobre la sociedad y diversos aspectos de la misma (matrimonio, gobierno, etc.). En realidad, todo el círculo que rodeó a lxs Godwin y Wollstonecraft (y después, lxs Shelley) era bastante revolucionario, y mezclado con la era del Romanticismo, yo estaba fascinada y encantada leyendo sobre todxs estxs políticxs, filósofxs, escritorxs y artistas.
Una de las cosas que más me gustó de esta obra es que es contada por una mujer, sobre dos extraordinarias mujeres que tuvieron que sufrir las injusticias de ser una en tiempos donde el hombre estaba socialmente por sobre las mujeres, dándole una visión no solo feminista, si no también empática hacia las vidas de estas increíbles autoras.
Creo que la autora intentó ser lo más leal posible a la información recaudada de lo que ocurrió, y al mismo tiempo intentó no juzgar tan duramente a las protagonistas de la biografía (a diferencia de otras obras). Me gusta este lado empático y simpático que la autora muestra durante el relato, ya que antes, y hoy en día, se tendía a juzgar con más severidad a la mujer, por sus decisiones y acciones, exigiendo una perfección imposible. No es que la autora no reconozca los defectos o equivocaciones de Mary S. y Mary W., sino que no intenta juzgarlas bajo un ojo que busca la intachabilidad y perfección que parecieran buscar otrxs en mujeres influyentes de la historia (en otras palabras, bajo el ojo patriarcal y misógino).
En cada capítulo encontraba ideas que consideraba interesantes y las cuales quería dejar patentes en algún lado, pero eran tantas (y, a veces, detalles en comparación al tema principal del libro), que consideré excesivo poner todo en la reseña.
Respecto a Percy Shelley, él es descrito como un revolucionario, pero también me da la sensación de que su sentido de la libertad es, por momentos, egoísta y personalista, olvidando que sus acciones afectan a otrxs, y que el ideal no se materializa de la nada, y por ende, las mujeres que él desea "liberar" estaban más expuestas a riesgos de los que él nunca iba a estar (por momentos, solo parece un niño aristocrático que nunca ha sufrido pero tiene ideas de justicia social y lucha en la medida que le es cómodo; tiene ideas buenas y muy reales, pero se comporta como alguien que justamente nunca le ha faltado nada).
Como pareja, Percy fue un buen compañero literario, y entre ambos se apoyaban en sus carreras y obras, lo cual encuentro lindo, pero él falló muchas veces tanto con Harriet como con Mary.
Aún así, siento una extraña melancolía cada vez que leo sobre su muerte (la de Percy Shelley).
Es irónico que el libro apunte a que Wollstonecraft no le gustaba adornar su escritura (era directa, escribió tal cual como hablaba), y que una de las críticas que hice a su libro (en el primer párrafo de mi reseña) "Vindicación de los derechos de la mujer" fue que sentí que adornaba mucho lo que decía... aunque debo admitir que fui algo injusta con mi crítica en aquel entonces, ya que hace poco había leído "Un cuarto propio" de Virginia Woolf y lo amé, entonces inconscientemente comparé ambas obras, lo cual es un error mío y no de los libros o sus autoras. Aprovecho de mencionar que, además, otra de las críticas que le hice a dicho libro por aquel entonces, era que no me quedaba claro el tipo de mujer que ella describía, y si pertenecía a la clase alta de la sociedad, o también incluía a la mujer trabajadora (o clase baja). Ahora que leo su biografía, sé que su experiencia personal fue de pobreza, y que efectivamente habla de toda mujer, ya que en ese entonces las mujeres prácticamente no tenían derechos, no importaba la clase a la que pertenecieran, por lo cual me gustaría apuntar lo importante que es saber la biografía de quien escribe para entender en mayor profundidad desde dónde y por qué dice lo que dice.
No pude evitar simpatizar mucho con Mary S. (aunque por momentos me daban ganas de decirle "amiga, date cuenta", cuando Percy se comportaba como un completo idiota y ella ahí toda embobada por él).
Las ideas políticas de Mary W. Son profundamente interesantes de leer, y casi puedes sentir la misma rabia e indignación que ella sintió en su momento. Además, su fuerza para ir en contra de todas las convenciones para vivir feliz bajo sus propios términos es admirable.
Me resultó triste y doloroso ver la necesidad de amor y atención que necesitaban varias de las personas mencionadas en esta biografía, sobre todo las propias Mary Shelley y Mary Wollstonecraft. Podías ver que la falta de apego seguro les hacía dependientes en gran medida de otrxs. También, fue muy frustrante ver como ambas mujeres (Mary Shelley y Mary Wollstonecraft) lucharon con todas sus fuerzas por la independencia de la mujer, pero debido a lo abandonadas que fueron cuando pequeñas, se aferraran tanto a sus parejas masculinas cuando se enamoraban.
Al final pareciera que todxs (o la mayoría) de estos auto denominados "hombres liberales" son hipócritas, liberales para su conveniencia no más en cuanto a la liberación de las mujeres (son como los "aliades" de hoy en día en muchos aspectos). Claire, ya en la vejez, apunta precisamente al daño causado por Byron y Shelley en nombre del "amor libre" que practicaban en aquel entonces, y que solo hizo daño a las mujeres que ellos decían amar.
Me resultó extremadamente frustrante leer las constantes injusticias que estas dos mujeres vivieron y que no pudieran hacer nada más al respecto excepto denunciarlo abiertamente (lo cual también les significaba problemas).
En esta obra, Charlotte Gordon reivindica la vida y obra de las famosas autoras Mary Wollstonecraft y Mary Shelley.
Al final del libro, resultó muy evidente los cimientos autobiográficos que después se reflejarían en las obras de ambas autoras.
En conclusión, ame esta biografía dual de principio a fin, la autora Charlotte Gordon reivindica, sin censura ni tapujos, la vida de estas extraordinarias autoras y libre pensadoras, que lucharon por los derechos de la mujer, pusieron en práctica su filosofía y sufrieron el castigo social por ello, como también el histórico, donde sus vidas, tan valiosas como sus obras, han sido tergiversadas y/u olvidadas. Esperemos que futuras generaciones puedan elevar sus imágenes al reconocimiento que se merecen por cimentar nuevas ideas y prácticas literarias.
Frases que llamaron mi atención:
"Most of their contemporaries considered the concept of women's rights to be as absurd as the rights of chimpanzees. In fact, chimpanzees (and other animals) would gain legal protection in 1824, twenty years before the first law was passed that limited, but did not prohibit, violence against women."
"They sustained themselves by dreaming of the day, long after they were dead, when readers would agree with their ideas: that women are equal to men; that all people deserve the same rights; that human reason and the capacity for love can reform the world; that the great enemies of happiness are ignorance, poverty, cruelty, and tyranny; and that every person is entitled to justice and freedom."
"In fact, Locke's social contract made protest seem the only rational response to injustice; it was humanity's obligation to overthrow tyranny; a government that does not protect the people's freedom is illegitimate."
"Marriage, as now understood, is a monopoly, and the worst of monopolies. So long as two humans beings are forbidden, by positive institution, to follow the dictates of their own mind, prejudice will be alive and vigorous."
"But our church shall be the starry night, / Our altar the grassy earth outspread, / And our priest the muttering wind."
"But she rejected the idea that her feelings clouded her ability to make logical decisions. She believed that she was as capable of rational thought as any man and wanted to read and write books that were worthy of her intellect."
"No political issue was free of personal implications. No reasonable cause was free of emotions. Logical discourse was important, but passion was even more so. If dishonest sentimentality made for poor writing, so did dry reason. Reason and sentiment. Passion and logic. The two had to be combined."
"The entire party was delighted to learn that Milton had once stayed there, an astonishingly good omen for this group of young people who by now saw themselves as fallen angels, like Milton's Satan: rebellious and misunderstood."
"Careful not to weight the story in favor of either the creator or the created, Mary conjured a sense of moral suspension in which the conventional questions -- Who's the hero? Who's the villain? Who's right? Who's wrong? -- no longer applied. The creature and Walton undermine Frankenstein's version of events, allowing us to see what he never acknowledges: that he was at fault because he did not provide his creation with love or an education. Monsters, says Mary, are of our own making."
"For her, the moral was clear: uncontrolled patriarchal power was dangerous for everyone, including men. Women needed to be empowered in order to rein in men's appetites, and, more important, to offer an alternative mode of being, one based on love, education, and cooperation rather than on aggression and ambition."
"Mary was advocating for a far more democratic order than Godwin was prepared to accept; she wanted to open the door for more people like herself to join the ranks of writers. An author did not have to be educated at an elite school to properly express his or her ideas, she said. All that was neccessary was a good imagination."
"And yet, despite the efforts of these writers, Wollstonecraft still remained largely unread, regarded as a curiosity rather than an essential figure until the advent of the women's movement in the 1970s. Over the last four decades, innumerable biographies and critical studies have redeemed her work and placed her ideas and her life in historical and cultural context. She is now a fixture in anthologies of philosophy, British literature, and women's literature and is a staple in courses on intellectual history, the history of women, and feminist theory. Nevertheless, though this might seem like a triumph, the tale of Wollstonecraft's legacy is a cautionary one. She was almost lost to history, her name nearly obliterated. Her critics used sexual scandal to try to silence her words, and they nearly succeeded. Wollstonecraft was almost forgotten, A Vindication of the Rights of Woman unread, and her call for justice unheard."