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alejandrajustreading 's review for:

4.0

El castillo azul, como fue originalmente titulada, tiene como protagonista absoluta a Valancy Stirling, de hecho el resto de personajes no son más que meros secundarios que apenas llegamos a conocer. Valancy es una joven que a sus veintinueve años no ha logrado casarse y que, por ello, tiene una existencia bastante miserable, especialmente dentro de su clan familiar, los "Stirling" de Deerwood (una pequeña comunidad de Canadá). Y es que su clan familiar actúa sobre ella de manera implacable, recordándole una y otra vez lo desafortunada de su situación, en especial su madre, quien la controla de una manera férrea, imponiendo una serie de absurdas normas de comportamiento. A todo ello se le suma el menosprecio propio, pues Valancy, fruto quizás de la presión con la que vive, es incapaz de valorarse a sí misma. Se siente poco atractiva, no especialmente inteligente, con demasiada insegurdad y miedo: Toda su vida había sentido miedo de algo, pensó con amargura. Miedo, principalmente, a salir de los convencionalismos impuestos al pertencer a una determinada clase social, pero, sobre todo, impuestos por ser mujer. Ante esta situación, Valancy siente que vive una "vida de segunda" y solo encuentra al felicidad en su imaginado Castillo Azul y en las lecturas de John Foster. Pero ¿Qué ocurre cuando desaparece ese miedo? Una carta con una noticia inesperada le dará la oportunidad a Valancy de deshacerse de ese miedo y enfrentarse a ese clan familiar que la desprecia y que odia. La ausencia de miedo hara que florezca y se haga fuerte, que abandone todo lo que conoce por una vida mucho más sencilla pero también más feliz y, sobre todo, que se de la oportunidad de conocer el amor. Valancy pasa de ser una chiquilla asustadiza a ser una mujer fuerte e independiente que toma las riendas de su vida.

Toda esta trama argumental, que atrapa al lector desde el primer momento, esconde además una crítica social que no pasa desapercibido para el lector. Me refiero, sobre todo, a esa crítica que subyace en la definición de la mujer según su estado civil. Valancy es, en cierta manera, menospreciada por su clan no por su comportamiento, básicamente porque su comportamiento es impoluto, sino por el hecho de ser soltera y de no haber sido nunca deseada por un hombre: No siempre se consigue dormir bien cuando se cumplen veintinueve años a la mañana siguiente sin estar casada, y en una familia y una comunidad en la que se considera que una muchacha soltera es simplemente una mujer que no ha logrado encontrar esposo, y nada más. El estado civil definía a la mujer hasta tal punto que cualquier acto de rebeldía o salidas de tono se achacaban precisamente a la falta de un marido, un hombre que la domesticara y le enseñara los buenos modales: Las solteronas suelen ser muy propensas a crisis como estas. Si se hubiera casado a su debido tiempo, nada de esto hubiera sucedido. Junto a esta crítica de la definición de la mujer en función de su estado civil encontramos, además, lo que yo considero una sutil crítica a la desigualdad de género, pues si bien la rebeldía de Valancy se considera propio de su condición de solterona, las salidas de tono en los hombres se perdona, pues, en definitva, son hombres: La prima Stickles pensó que el tío Benjamin se había mostrado un poco irrespetuoso. Olive también; pero, a fin de cuentas, era un hombre.

Y aunque la crítica social en torno a la desigualdad de género parece ser importante en la novela, aunque no esté presente en toda la trama, encontramos otras críticas y reflexiones que a mí no me han pasado desapercibido. Por ejemplo, existe una especie de crítica sobre cómo las normas morales se aplican con diferente rigor en función de las clases sociales. Se observa, principalmente, en el personaje de la pobre Cissy, una joven de clase baja (con un padre que, para más inri, se niega a seguir los convencionalismos sociales y religiosos y que se emborracha para olvidar), que se queda embarazada fuera del matrimonio. Las críticas vertidas sobre la propia Cissy son brutales y el rechazo es absoluto. No existe la misma rigurosidad cuando Valancy huye de casa para vivir en el bosque, existe, más bien, miedo al escándalo y ante eso lo que se trata es de enmendar el "error" de la joven Valancy que actúa llevada por la locura. Así, lo de una es inmoralidad, lo de la otra es locura. Asimismo, se puede hacer una reflexión sobre lo engañosas que pueden ser las apariencias y el daño que pueden provocar los comentarios malintencionados y los cotilleos; tal y como se observa en el personaje de Barney Snaith. En esta ocasión, me hubiera gustado que la autora hubiera sido algo más valiente y hubiera dado un final algo menos dulcificado.

En definitiva, Valancy Stirling o El castillo azul, me ha parecido una obra literaria que brilla por su simpleza argumental, escondiendo para aquellos que quieran verlo una serie de detalles y críticas interesantes. Se trata de una narración sencilla, que facilita una lectura ágil, donde las descripciones no son excesivamente pesadas y con diálogos abundantes pero no excesivos. Una narración que se disfruta de principio a fin. No puedo dejar de mencionar, además, el magnífico postfacio que encontramos al final de la misma y que está realizado por Carmén Forján (la conoceréis por ser la administradora del blog Carmen y amig@s: http://carmenyamigos.blogspot.co.uk/ mencionado en más de una ocasión en este blog). Un postfacio que permiten al lector conocer un poquito más sobre la autora y sobre su obra, un complemento ideal que demuestra que la editorial tiene un objetivo que va más allá del puro entretenimiento.


http://acaboleer.blogspot.co.uk/2016/07/valancy-stirling-o-el-castillo-azul.html