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istopr0p 's review for:
El caballero de la armadura oxidada
by Robert Fisher
"El caballero de la armadura oxidada" es como esa conversación incómoda con tu abuela cuando te dice que deberías ser "más tú mismo" y tú piensas: ¿Y cómo se supone que haga eso, abuela, si ni yo me aguanto? Este libro, a pesar de ser breve, tiene un talento especial para agarrarte de las orejas y meterte en una terapia intensiva emocional sin que te des cuenta.
Imagínate a un caballero tan obsesionado con su armadura que ni para ir al baño se la quita (y ni hablemos del olor). Pero luego resulta que la armadura es una metáfora de todos nuestros miedos, inseguridades y ego... ¡Boom! Ahí estás, atrapado, reflexionando sobre tus propios muros emocionales mientras una ardilla te da lecciones de vida. ¿Qué está pasando aquí?
Es una historia sencilla, con moralejas a lo Disney pero con un toque de filosofía de bar. Aunque a ratos se siente un poco new age, es imposible no querer abrazar a ese caballero y decirle: "Hermano, yo también he estado ahí, nadando en el pantano de la autocompasión".
En resumen, es como un café fuerte: fácil de digerir, pero con un regusto que te persigue durante días, haciéndote pensar en tu propia "armadura". Solo que, en mi caso, esa armadura viene con Netflix y procrastinación.
Imagínate a un caballero tan obsesionado con su armadura que ni para ir al baño se la quita (y ni hablemos del olor). Pero luego resulta que la armadura es una metáfora de todos nuestros miedos, inseguridades y ego... ¡Boom! Ahí estás, atrapado, reflexionando sobre tus propios muros emocionales mientras una ardilla te da lecciones de vida. ¿Qué está pasando aquí?
Es una historia sencilla, con moralejas a lo Disney pero con un toque de filosofía de bar. Aunque a ratos se siente un poco new age, es imposible no querer abrazar a ese caballero y decirle: "Hermano, yo también he estado ahí, nadando en el pantano de la autocompasión".
En resumen, es como un café fuerte: fácil de digerir, pero con un regusto que te persigue durante días, haciéndote pensar en tu propia "armadura". Solo que, en mi caso, esa armadura viene con Netflix y procrastinación.