A review by alternbruno
Album de familia by Rosario Castellanos

4.0

Rosario Castellanos tiene una pluma sublime por donde se vea. Da mucho pesar que su reconocimiento es reciente porque las letras siguen teniendo un sesgo masculino. Luego de haber leído su obra magistral que es Balún Canán me emocionaba mucho abrir este texto. Retrato de Familia se compone de tres relatos cuya fuerza reposa en los detalles y en una prosa impecable.

Situadas en tres momentos distintos de la vida familiar, cada una es un retrato lúcido y lleno de filigrana. En Lección de Cocina, una recién casada se enfrenta al futuro y se pregunta si ella que transita del noviazgo al matrimonio es capaz y suficiente. "Soy yo. ¿Pero quién soy yo? Tu esposa, claro. Y ese título bata para distinguirme de los recuerdos del pasado, de los proyectos para el porvenir". Toma el hacer de comer, algo sencillo y trivial como una extensión de sus cavilaciones. "La carne no ha dejado de existir. Ha sufrido una serie de metamorfosis. Y el hecho de que cese de ser perceptible para los sentidos no significa que haya concluido el ciclo sino que ha dado el salto cualtitativo". Al final se pregunta una vez más sobre qué esposa será y si acaso le queda alguna rebelión posible al nuevo apelativo que es también forma de vida.

Domingo es posiblemente mi favorito porque aborda una tertulia en medio de la vida matrimonial. Ella solía tener un amante y el marido conserva la suya. Ha llegado la protagonista a desarrollar una relación cordial con ella, su contraparte. Lo que puede parecer una banalización del engaño se revela como una apacible dinámica. Una suerte de cenit donde reside el equilibrio. Cuando recuerda cómo fue la conformación de su pareja, los primeros años del casamiento se le antojan distantes. Se cruzan las historias de los amigos donde hablan de parejas, infidelidades y otros temas que pudieran ser frívolos de no ser por la maestría en la que narra Castellanos. La naturalidad con la que aborda la diversidad de afectos, de formas de involucramiento es admirable.

Cabecita Blanca es el ocaso de la mujer como una especie de camafeo. La conceptualización del marido es importante "Un marido en la casa es como un colchón en el suelo. No lo puedes pisar porque no es propio; ni saltar porque es ancho. No te queda más que ponerlo en su sitio. Y el sitio de un hombre es su trabajo, la cantina o la casa chica". Estas palabras no son un desdén amargo, sino una predestinación de alguien que como la señora Justina evoca simplemente el orden simbólico del mundo. Cuando reconoce que "mientras a ella no le faltara nada en su casa y le diera su lugar y respeto de esposa legítima, no tenía derecho a quejarse ni por qué armar alborotos" es una conclusión, no un asomo de debate.

Al hablar de los hijos sobreviene lo dicho por encima, la homosexualidad del primogénito que no se enuncia pero se asoma desde esta mirada que la ancianidad rememora. Incluso la asimilación de la pareja del hijo en esa casa de clase alta en donde se conjuga el carácter y las tensiones. La hija tiene un desengaño, un desencuentro y sufre de un matrimonio que se fisura.

En este álbum se cuenta de lo que se puede hablar y lo que no se atisba, como un balbuceo que esconde una oquedad. Una periferia que ahoga los juicios pero los trasluce. Recomendable si bajo el manto del tedio cotidiano se pretende hallar esa otra vida, esa otra existencia que da la familia desde el rostro del matrimonio y las mujeres.