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mariagiselad 's review for:
Rayuela
by Julio Cortázar
Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo
La mayoría del tiempo no tengo ni idea de lo que quiere decir Cortázar, hasta que llegan algunas excepciones en las que siento que lo tengo en mi cabeza porque no se me ocurre otra manera en la que pueda hablarme tan directamente sobre la nostalgia, sobre el cambio, sobre el ser y sobre el no saber que significa ni el ser, ni el amor, ni la vida, ni mucho menos el existir (Oliveira y yo compartimos más crisis existenciales y metafísicas de las que me gustaría)
Lo absurdo no son las cosas, lo absurdo es que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas
Me gustó muchísimo más en la segunda lectura, quizá porque cambié tanto en el tiempo que me llevó terminarla que pude apreciar y entender a Oliveira como nunca hubiese sido capaz al empezarlo. Pero aún así, creo que la parte más sabrosa de leer a Cortázar es todo el proceso de intentar entenderlo, lo logres o no. También lo intrínsecamente Latinoamericano que se siente, incluso casi 60 años después de su publicación y sus juegos gramaticales y ortográficos, los idiomas que inventa y la manera en la manipula nuestro idioma.
(Quiero resaltar que técnicamente terminé de leer la novela el 04/05/2020, pero espere -demasiado tiempo- para leer los capítulos adicionales)
La mayoría del tiempo no tengo ni idea de lo que quiere decir Cortázar, hasta que llegan algunas excepciones en las que siento que lo tengo en mi cabeza porque no se me ocurre otra manera en la que pueda hablarme tan directamente sobre la nostalgia, sobre el cambio, sobre el ser y sobre el no saber que significa ni el ser, ni el amor, ni la vida, ni mucho menos el existir (Oliveira y yo compartimos más crisis existenciales y metafísicas de las que me gustaría)
Lo absurdo no son las cosas, lo absurdo es que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas
Me gustó muchísimo más en la segunda lectura, quizá porque cambié tanto en el tiempo que me llevó terminarla que pude apreciar y entender a Oliveira como nunca hubiese sido capaz al empezarlo. Pero aún así, creo que la parte más sabrosa de leer a Cortázar es todo el proceso de intentar entenderlo, lo logres o no. También lo intrínsecamente Latinoamericano que se siente, incluso casi 60 años después de su publicación y sus juegos gramaticales y ortográficos, los idiomas que inventa y la manera en la manipula nuestro idioma.
(Quiero resaltar que técnicamente terminé de leer la novela el 04/05/2020, pero espere -demasiado tiempo- para leer los capítulos adicionales)