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viryr 's review for:
Veinticuatro horas en la vida de una mujer
by Stefan Zweig
La pluma de Stefan Zweig es extraordinaria, es capacidad de cuestionar tantas cosas a la vez. En este libro comienza con un tema controversial "la infidelidad" y se desarrolla en un secreto que carcome o está allí en la conciencia de la Señora C. La obsesión, soledad, la nobleza de querer ayudar a alguien que claramente está perdido, etc.
Es mi tercer libro de Stefan Zweig y me encanto, tiene una forma de desnudar la mente y alma de sus personajes que hace que cualquiera sienta empatía o se cuestione y eso es magnífico, en particular en este libro describe muy bien el personaje de la Sra. C, muy femenino, muy de la época, etc.
“La gratitud nos hace felices porque son raras las ocasiones en que se nos hace visible; toda delicadeza nos produce un efecto saludable, y para mí, naturaleza fría y mesurada, aquella superabundancia de sentimiento significaba algo nuevo, agradable y felicísimo.”
"... y no tiene sentido vivir una vida sin rumbo fijo".
“…el dolor es cobarde, cede ante la abrumadora voluntad de vivir que parece aferrarse más fuertemente a nuestra carne que todo el sufrimiento mortal del espíritu…”
“No me quedó más testigo en mi contra que mi propia memoria...”
“…Envejecer, después de todo, significa que uno ya no teme al pasado…”
Es mi tercer libro de Stefan Zweig y me encanto, tiene una forma de desnudar la mente y alma de sus personajes que hace que cualquiera sienta empatía o se cuestione y eso es magnífico, en particular en este libro describe muy bien el personaje de la Sra. C, muy femenino, muy de la época, etc.
“La gratitud nos hace felices porque son raras las ocasiones en que se nos hace visible; toda delicadeza nos produce un efecto saludable, y para mí, naturaleza fría y mesurada, aquella superabundancia de sentimiento significaba algo nuevo, agradable y felicísimo.”
"... y no tiene sentido vivir una vida sin rumbo fijo".
“…el dolor es cobarde, cede ante la abrumadora voluntad de vivir que parece aferrarse más fuertemente a nuestra carne que todo el sufrimiento mortal del espíritu…”
“No me quedó más testigo en mi contra que mi propia memoria...”
“…Envejecer, después de todo, significa que uno ya no teme al pasado…”