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ithil 's review for:
The Ocean at the End of the Lane
by Neil Gaiman
Sabía, a grandes rasgos de qué iba esta historia y qué iba a encontrar en ella, pero a pesar de todo me ha sorprendido muchísimo.
Me ha conquistado la narración. En esta historia, el protagonista, un adulto, regresa al pueblo donde se crió. La historia en sí narra una parte de sus recuerdos de infancia, por lo que el narrador es un niño. Me ha fascinado esa forma de narrar una historia que, a pesar de estar narrada por uno, no parece estar dirigida a niños, ya que tiene algunos puntos muy crudos.Creo que ha reflejado perfectamente, la diferencia de puntos de vista y pensamientos entre niños y adultos, es decir, que ha conseguido una voz de un niño narrador muy creíble.
Leer este libro en inglés es una verdadera delicia. No lo he leído traducido por lo que no puedo opinar, pero la narrativa en inglés es sencillamente un gustazo para leer.
Es una novela a la que no le sobra ni una página. Para lo que suelo leer es bastante cortita. Presenta la trama de forma rápida, apenas haciendo hincapié es los personajes, excepto el protagonista y Lettie, el trasfondo o la localización, hasta que entramos en la parte fantástica. Y esta es increíble. No es algo tremendamente complicado y creo que, en este caso, su brillantez reside en lo sencilla que es ya que funciona muy bien así. ¡Y la forma en que la realidad y lo fantástico se entrelazan sin un corte mal hecho ni que sea forzoso!
La única pega en sí que puedo ponerle al libro, es que el final no me ha terminado de encajar bien con el resto de la historia. Esto es que esperaba algo diferente a lo que he encontrado. Tras leer el contenido extra del libro, me di cuenta de que Gaiman también esperaba algo diferente. No sé, no pude evitar pensar que se habría merecido otro final que cerrase el libro tras una traca final, que me dejase con la boca abierta por alguna revelación inesperada que se sacase de la manga.
Eso sí, es un libro que me costaría mucho recomendar. No creo que sea un libro para todo el mundo, de hecho, por lo que he visto por aquí, o tiene puntuaciones muy altas o muy bajas. Pero yo, por lo menos, lo he disfrutado como una niña.
Me ha conquistado la narración. En esta historia, el protagonista, un adulto, regresa al pueblo donde se crió. La historia en sí narra una parte de sus recuerdos de infancia, por lo que el narrador es un niño. Me ha fascinado esa forma de narrar una historia que, a pesar de estar narrada por uno, no parece estar dirigida a niños, ya que tiene algunos puntos muy crudos.Creo que ha reflejado perfectamente, la diferencia de puntos de vista y pensamientos entre niños y adultos, es decir, que ha conseguido una voz de un niño narrador muy creíble.
Leer este libro en inglés es una verdadera delicia. No lo he leído traducido por lo que no puedo opinar, pero la narrativa en inglés es sencillamente un gustazo para leer.
Es una novela a la que no le sobra ni una página. Para lo que suelo leer es bastante cortita. Presenta la trama de forma rápida, apenas haciendo hincapié es los personajes, excepto el protagonista y Lettie, el trasfondo o la localización, hasta que entramos en la parte fantástica. Y esta es increíble. No es algo tremendamente complicado y creo que, en este caso, su brillantez reside en lo sencilla que es ya que funciona muy bien así. ¡Y la forma en que la realidad y lo fantástico se entrelazan sin un corte mal hecho ni que sea forzoso!
La única pega en sí que puedo ponerle al libro, es que el final no me ha terminado de encajar bien con el resto de la historia. Esto es que esperaba algo diferente a lo que he encontrado. Tras leer el contenido extra del libro, me di cuenta de que Gaiman también esperaba algo diferente. No sé, no pude evitar pensar que se habría merecido otro final que cerrase el libro tras una traca final, que me dejase con la boca abierta por alguna revelación inesperada que se sacase de la manga.
Eso sí, es un libro que me costaría mucho recomendar. No creo que sea un libro para todo el mundo, de hecho, por lo que he visto por aquí, o tiene puntuaciones muy altas o muy bajas. Pero yo, por lo menos, lo he disfrutado como una niña.