A review by llevamoselfuego
Twin Peaks: The Final Dossier by Mark Frost

5.0

Uno se ha quedado huérfano después de la tercera temporada de Twin Peaks. Asombrado y huérfano. Porque lo que hizo Lynch, con su regreso triunfal a la televisión, ha sido único: contando una historia exactamente donde el mito de aquel pueblo surreal decía que iba a continuar, con los mismos actores, con nuevos personajes, con el tiempo, real, cárnico, presente más allá de la pantalla, visible en cada uno de sus aspectos. Lynch volvió a contar la historia de Twin Peaks para decirnos que debíamos madurar. Que a veces no hay finales felices sino la continuidad de un círculo, una cinta de moebius magistral y enigmática y que siempre hay un espacio nuevo para el misterio.

Frost continúa con el asombro que nos deja este pueblo fantástico pero echando luz a ciertos detalles de la vida de sus habitantes en la forma de un dossier escrito por la agente Tammy Preston para el personaje de Lynch en la serie, el director de la CIA con problemas de audición, el icónico Gordon Cole. Y en cierta forma, trae ciertos aires de las dos primeras temporadas, lo kitch, lo inocente, el regreso del aroma de las tartas del Double R, pero en más de una circunstancia, se mete en la oscuridad Lyncheana, mostrándonos que Lynch es sólo una parte de la moneda, y que Twin Peaks le debe mucho a Mark Frost.

Divertido y enigmático, con Albert Rosenthal, el personaje del queridísimo Miguel Ferrer describiendo con su estilo ácido las causas de la muerte de Leo Johnson, echando luz sobre el destino de personajes como Harry Truman y las horas que sucedieron al desenlace de la segunda temporada con el Dale Cooper y Annie Blackburn emergiendo de la Logia Negra entre los sicomoros, lo que aconteció con Audrey Horne, la relación entre Nadine y el Dr. Jacoby, su transformación en Dr. Amp. Un montón de detalles que exploran a pasos de bebé el misterio de Cooper más allá de la tercera temporada, pero que, cómo hizo esta misma, indagan en enigmas que eran parte del mito de la serie cómo los personajes del Mayor Briggs, Phillip Jeffries y Windom Earle. Y con un apartado para Margaret Coulson, la Señora del Tronco, que me llevó a las lágrimas, escrito de forma magistral.

Una lectura indispensable para aquellos que quieran volver a Twin Peaks y oler el delicioso café de Norma, para viajar a través del poblado más acogedor del mundo, hogar de los personajes más entrañables y los secretos más abominables. Para volver, una vez más, y otra vez y otra vez, a donde empezó todo, y volverá a empezar y...