Scan barcode
A review by lucypipper
Ordesa by Manuel Vilas
4.0
"No esperes a mañana, porque el mañana es de los muertos".
"No te amé lo suficiente, y tú a mí tampoco. / Fuimos condenadamente iguales".
"Solemos decir que se parece a su padre, o a su tía, o a una abuela para evitar lo inevitable: que ese niño acabará siendo un hombre solitario o una mujer igualmente solitaria. / Que acabará muriendo solo. / Es nuestra manera de conjurar el futuro".
El alma, desnuda, al alcance de los desconocidos. De los desconocidos que son hijos, padres, madres, que sienten el amor, el dolor por la muerte, el sufrimiento de una familia y de una España que no nos conoce. El alma, del protagonista y de su madre, que es uno, aunque el último se haya ido. Quizá no del todo porque vive en las páginas de este libro, porque duerme en el corazón de quien escribe.
Vilas no cuenta una historia, no. Cuenta muchas historias: la suya, la de su padre, la de su madre, la de una España que nadie sabe quién es, la de todos los habitantes del mundo. Con una prosa que se cobija a la sombra del lirismo y que se rinde al poema en el epílogo. No digo nada más porque él ya lo dice todo:
"Qué bien. Qué hermoso. Cuánto te quiero /
o te quise, ya no sé, y a quién le importa, /
desde luego no a la historia de España, /
nuestro país, si es que sabías cómo se llamaba /
la solemne nada histórica en que vivimos papá, tú y yo".
"No te amé lo suficiente, y tú a mí tampoco. / Fuimos condenadamente iguales".
"Solemos decir que se parece a su padre, o a su tía, o a una abuela para evitar lo inevitable: que ese niño acabará siendo un hombre solitario o una mujer igualmente solitaria. / Que acabará muriendo solo. / Es nuestra manera de conjurar el futuro".
El alma, desnuda, al alcance de los desconocidos. De los desconocidos que son hijos, padres, madres, que sienten el amor, el dolor por la muerte, el sufrimiento de una familia y de una España que no nos conoce. El alma, del protagonista y de su madre, que es uno, aunque el último se haya ido. Quizá no del todo porque vive en las páginas de este libro, porque duerme en el corazón de quien escribe.
Vilas no cuenta una historia, no. Cuenta muchas historias: la suya, la de su padre, la de su madre, la de una España que nadie sabe quién es, la de todos los habitantes del mundo. Con una prosa que se cobija a la sombra del lirismo y que se rinde al poema en el epílogo. No digo nada más porque él ya lo dice todo:
"Qué bien. Qué hermoso. Cuánto te quiero /
o te quise, ya no sé, y a quién le importa, /
desde luego no a la historia de España, /
nuestro país, si es que sabías cómo se llamaba /
la solemne nada histórica en que vivimos papá, tú y yo".