A review by alberony
Alicia a Traves del Espejo by Lewis Carroll

4.0

Sentarnos a observar un niño jugar, es como asistir a un mundo creado con elementos que escapan a cualquier lógica construida a base de la experimentación. Es ser parte de la más compleja fantasía de mundos con significados ocultos, que bien podrían agruparse en el plano paradigmático de una realidad irrepetibles, y que abre una serie de posibilidad con una virtualidad.

Recordando aquella gran pregunta realizada por Alicia en el primer capítulo En la madriguera del conejo del libro «Alicia en el país de las maravillas»: «¿Y de qué sirve un libro sin dibujos ni diálogos?», así como Alicia, el autor del texto se interrogó, dejándola caer, de que no sirve de nada. «Alicia a través del espejo» viene a ser la secuela ilustradísima de su anterior libro, haciendo la salvedad, que le tomó tiempo encontrar un ilustrador para tal empresa, hasta que el anterior llegara a un acuerdo con el autor.
Una vez más, nos encontramos ante un clásico de la literatura infantil, aunque no tan infantil, plagado de temas y simbolismos, la cual a través del espejo se hace tan seductor hoy como lo fue en su primera publicación en 1871.

Seis meses después de su caída por la madriguera, mientras jugaba sola ajedrez, Alicia, en una tarde somnolienta, a través de un espejo ve a la Reina Roja. Colmada por la curiosidad entra en el espejo en un mundo de extraña magia de atrás hacia adelante. Al atravesar el espejo, se encuentra con los reyes y las reinas de su juego de ajedrez. El mundo dentro del cristal está marcado como un tablero de ajedrez, por el que debe viajar como un peón. Conoce a flores parlantes, Tweedledum y Tweedledee, ve a Humpty Dumpty caer de su muro, conoce al Sombrerero Loco y a la Liebre de Marzo, y es testigo de la furiosa batalla entre el León y el Unicornio que luchan por la corona. El gentil Caballero Blanco la rescata del cruel Caballero Rojo, ya que es capaz de alcanzar la octava casilla y convertirse en reina. ¿O es todo un sueño? El tema de los sueños intrigó al escritor, buscando cierta relación entre el sueño y la vida: «cuando estamos soñando y, como sucede a menudo, tenemos una vaga conciencia del hecho y tratamos de despertar, ¿no decimos y hacemos cosas que en la vida de vigilia serían una locura? ¿No podemos definir a veces la locura como la incapacidad de distinguir cuál es la vida de vigilia y cuál la de dormir? A menudo soñamos sin la menor sospecha de irrealidad: “el sueño tiene su propio mundo”, y a menudo es tan real como el otro.»

Un interesante texto que, si bien se cubre bajo el pretexto de ser un libro infantil, la profundidad del mismo no deja a un lado el hallazgo estructural que un adulto pueda ver en el, donde el involucramiento, donde la agudeza crítica escapa el mero libro infantil, lo cual nada superficial lo hace, donde muestran un mundo que gira contrario a la manecilla de la lógica, y porque no decirlo de la física, es decir, todas las leyes sustentadas por el criterio de la lógica, de aquel lado del espejo se viste de la libertad del pensamiento, de los sueños, y lo construimos a nuestra manera o lo vemos opuestos.