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A review by linorris_
Nuestros antepasados. El Vizconde Demediado. El Barón Rampante. El Caballero Inexistente by Italo Calvino
5.0
«Aprenderá también él... Tampoco nosotros sabíamos que estábamos en el mundo... También a ser se aprende...»
Así casi termina la tercera y última novela de Nuestros antepasados. Un libro precioso, detallado y detallista que revela un secreto íntimo que aún hoy compartimos: todos los presentes son tiempos de cambio.
Desde la Edad Media hasta la Revolución Industrial, estas historias imaginadas se recrean en la dificultad de ser uno mismo, de hallar la individualidad, siempre en consonancia con el otro. Por una vez, resulta agradable y enternecedor poder comprender que ese otro no es una lucha, sino una posibilidad que abrazar, un suelo común donde todas las raíces del mundo se entrelazan. No sólo en estas épocas o en la nuestra; también el presente de Calvino fue así. Mal de muchos, consuelo de tontos; y cada una de las certerísimas líneas de este libro me han dejado como atontado, en paz, reflexivo y agradecido.
Otra cosa maravillosa que destacar es el papel del narrador. No sólo porque Calvino insista en la continuidad entre toda escritura y la vida misma, que también, y sus contradicciones. Todos los narradores son personajes secundarios de las historias y, a veces, creadores entusiastas de las mismas. Ser espectador también es ser y comprender, como también es la intención del señor Palomar en su novela homónima (también de Calvino), también es ser. De la metafísica al amor más inocente del mundo, todas las páginas se entrelazan con la historia, con el narrador, el autor, el lector y la vida.
No lo sé, no tengo mucho más que decir salvo que leer a Calvino es un deber y también un gran placer. Así lo siento yo: que cada palabra está medida y puesta con ternura, que invita y sugiere y se adapta a lo que sea que dicte la cabeza del lector en cada momento. Este libro de corazón acompaña, o nosotros lo acompañamos a él, que viene a ser lo mismo.
Así casi termina la tercera y última novela de Nuestros antepasados. Un libro precioso, detallado y detallista que revela un secreto íntimo que aún hoy compartimos: todos los presentes son tiempos de cambio.
Desde la Edad Media hasta la Revolución Industrial, estas historias imaginadas se recrean en la dificultad de ser uno mismo, de hallar la individualidad, siempre en consonancia con el otro. Por una vez, resulta agradable y enternecedor poder comprender que ese otro no es una lucha, sino una posibilidad que abrazar, un suelo común donde todas las raíces del mundo se entrelazan. No sólo en estas épocas o en la nuestra; también el presente de Calvino fue así. Mal de muchos, consuelo de tontos; y cada una de las certerísimas líneas de este libro me han dejado como atontado, en paz, reflexivo y agradecido.
Otra cosa maravillosa que destacar es el papel del narrador. No sólo porque Calvino insista en la continuidad entre toda escritura y la vida misma, que también, y sus contradicciones. Todos los narradores son personajes secundarios de las historias y, a veces, creadores entusiastas de las mismas. Ser espectador también es ser y comprender, como también es la intención del señor Palomar en su novela homónima (también de Calvino), también es ser. De la metafísica al amor más inocente del mundo, todas las páginas se entrelazan con la historia, con el narrador, el autor, el lector y la vida.
No lo sé, no tengo mucho más que decir salvo que leer a Calvino es un deber y también un gran placer. Así lo siento yo: que cada palabra está medida y puesta con ternura, que invita y sugiere y se adapta a lo que sea que dicte la cabeza del lector en cada momento. Este libro de corazón acompaña, o nosotros lo acompañamos a él, que viene a ser lo mismo.