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“Me abrumó la soledad que desprendía su persona y, a un tiempo, creí ver en su interior un abismo infinito al que no podía evitar asomarme”.
Es posible que haya llegado tarde a este libro, de haberlo hecho antes tal vez me habría marcado más. Recomiendo leerlo antes que la tetralogía El cementerio de los libros olvidados pues todo lo que aquí es juventud allí se presenta ya con más peso y forma. Es una buena puerta de entrada al imaginario de Zafón: Barcelona, niebla, callejones, misterio, nostalgia y cierta sensación a otoño sobre el papel.
Me han gustado las emociones que sobrevolaban los momentos en torno a Óscar y Marina, el impulso que te imanta a alguien de esa manera, la curiosidad, las dudas y cierta inocencia, el vínculo sin nombre que se crea entre los dos, o entre los tres, y la manera en que te desgarra un poco. Ojalá el libro hubiese desarrollado más este presente, en vez de aparecer casi a modo de paréntesis al comienzo y al final de la historia, más allá de alguna que otra pincelada. De ser así le habría dado las cuatro estrellas, pues es la parte que más me ha removido. La "investigación" sobre el pasado de esas personas me ha dejado un poco fría, se plantea un misterio que engancha hasta cierto punto y quieres saber más pero siento que va perdiendo fuerza a medida que avanzas, creo que la forma tampoco ayuda al abusar tanto del mismo recurso: dar con alguien que te haga un monólogo biográfico sobre el pasado de otra persona o suyo propio, y así ir uniendo piezas de la historia (con tintes cada vez un poco más surrealistas). Hay momentos algo más emocionantes y tensos, cierta atmósfera tétrica que también aporta y algún que otro personaje curioso, pero me ha faltado algo para implicarme del todo con esa trama y que me intrigase más. Aún así, es innegable que el libro engancha y la lectura fluye a buen ritmo, se hace muy ligero.
Creo que la sensación que nos deja el epílogo es lo que más recordaremos todos de esta pequeña historia. Esa nostalgia de lo perdido o lo que nunca sucedió.
"Te llevaste todas las respuestas contigo".
Es posible que haya llegado tarde a este libro, de haberlo hecho antes tal vez me habría marcado más. Recomiendo leerlo antes que la tetralogía El cementerio de los libros olvidados pues todo lo que aquí es juventud allí se presenta ya con más peso y forma. Es una buena puerta de entrada al imaginario de Zafón: Barcelona, niebla, callejones, misterio, nostalgia y cierta sensación a otoño sobre el papel.
Me han gustado las emociones que sobrevolaban los momentos en torno a Óscar y Marina, el impulso que te imanta a alguien de esa manera, la curiosidad, las dudas y cierta inocencia, el vínculo sin nombre que se crea entre los dos, o entre los tres, y la manera en que te desgarra un poco. Ojalá el libro hubiese desarrollado más este presente, en vez de aparecer casi a modo de paréntesis al comienzo y al final de la historia, más allá de alguna que otra pincelada. De ser así le habría dado las cuatro estrellas, pues es la parte que más me ha removido. La "investigación" sobre el pasado de esas personas me ha dejado un poco fría, se plantea un misterio que engancha hasta cierto punto y quieres saber más pero siento que va perdiendo fuerza a medida que avanzas, creo que la forma tampoco ayuda al abusar tanto del mismo recurso: dar con alguien que te haga un monólogo biográfico sobre el pasado de otra persona o suyo propio, y así ir uniendo piezas de la historia (con tintes cada vez un poco más surrealistas). Hay momentos algo más emocionantes y tensos, cierta atmósfera tétrica que también aporta y algún que otro personaje curioso, pero me ha faltado algo para implicarme del todo con esa trama y que me intrigase más. Aún así, es innegable que el libro engancha y la lectura fluye a buen ritmo, se hace muy ligero.
Creo que la sensación que nos deja el epílogo es lo que más recordaremos todos de esta pequeña historia. Esa nostalgia de lo perdido o lo que nunca sucedió.
"Te llevaste todas las respuestas contigo".