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A review by herm333s
Mala Leche by Gabriel Carle
4.0
La verdad, quedé sorprendido.
Fue una recomendación de una amigx y se
la agradezco.
Mi experiencia con literatura de Puerto Rico es una agridulce, aprecio mucho sus características mágico-tropicales pero hay algo en la voz narrativa puertorriqueña que siempre me expulsa de la lectura.
"Mala Leche", no fue el caso.
Gabriel Carle en su mayoría logra escapar ese elemento (del que yo mismo en mis escrituras padezco). Es lúdica y creativa su voz narrativa.
En esta colección de cuentos se encuentran narradores en primera, tercera y segunda (!) persona. Siendo esta última la más que me capturó por su carácter fantasioso.
Los cuentos toman lugar en muchos espacios por los que he transcurrido y esta familiaridad junto a la contemporaneidad de sus temas fueron muy bien recibidos.
Explora la homosexualidad boricua de una manera real y cruda. Desde la crianza en el clóset consumiendo televisión gringa, la vida estudiantil en la UPR en Río Piedras, y los rincones íntimos donde se refugia el paria y sus drogas, y el amor y sexo queer.
Aunque desconozco si es verdad, los cuentos parecerían cargar un peso personal. Son emotivos y honestos. Y aunque quedé enajenado de algunos pensamientos y pedazos de texto, no dejan atrás lo particular que sí aprecio de la ficción boricua: la diversión linguística, la consciencia sociocultural y el atrevimiento.
Fue una recomendación de una amigx y se
la agradezco.
Mi experiencia con literatura de Puerto Rico es una agridulce, aprecio mucho sus características mágico-tropicales pero hay algo en la voz narrativa puertorriqueña que siempre me expulsa de la lectura.
"Mala Leche", no fue el caso.
Gabriel Carle en su mayoría logra escapar ese elemento (del que yo mismo en mis escrituras padezco). Es lúdica y creativa su voz narrativa.
En esta colección de cuentos se encuentran narradores en primera, tercera y segunda (!) persona. Siendo esta última la más que me capturó por su carácter fantasioso.
Los cuentos toman lugar en muchos espacios por los que he transcurrido y esta familiaridad junto a la contemporaneidad de sus temas fueron muy bien recibidos.
Explora la homosexualidad boricua de una manera real y cruda. Desde la crianza en el clóset consumiendo televisión gringa, la vida estudiantil en la UPR en Río Piedras, y los rincones íntimos donde se refugia el paria y sus drogas, y el amor y sexo queer.
Aunque desconozco si es verdad, los cuentos parecerían cargar un peso personal. Son emotivos y honestos. Y aunque quedé enajenado de algunos pensamientos y pedazos de texto, no dejan atrás lo particular que sí aprecio de la ficción boricua: la diversión linguística, la consciencia sociocultural y el atrevimiento.